La diputada y portavoz del PRC en materia de Salud, Paula Fernández, ha pedido al consejero de Salud, César Pascual, que “deje a un lado la soberbia” y “busque soluciones” para la sanidad de Cantabria.
Paula Fernández ha anunciado que su grupo parlamentario interpelará a Pascual en el Parlamento de Cantabria para que explique qué acciones llevará a cabo ante la “alarmante” situación sanitaria de la región y ha vuelto a tenderle la mano para abordar este problema.
De esta manera ha respondido al responsable del área sanitaria del Gobierno regional, quien hace unos días aseguró que la diputada “estaría mejor con la boca callada”, después de que esta denunciase que la situación sanitaria de la región es “la peor de los últimos 30 años”.
“Quiere que me calle para que nadie contradiga sus declaraciones en las que dice que, a pesar de todo, el verano se está desarrollando mejor de lo que habían pensado”, ha criticado Fernández, al tiempo que ha señalado que “si nadie informa de la realidad, la información que llega a la ciudadanía es que todo funciona a la perfección, cosa que no es real”.
También ha recordado a Pascual que cuando era “diputado de la oposición” culpabilizaba “días tras días” al expresidente y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, de la falta de médicos y le ha asegurado que seguirá denunciando la situación sanitaria. “Señor Pascual, estamos en democracia y aquí reina la libertad de expresión, Cantabria no es una dictadura”, ha afirmado.
En un comunicado, la regionalista ha lamentado que mientras el Gobierno regional “saca pecho” de su trabajo al frente de la sanidad, la realidad es que existe un “desastre organizativo a todos los niveles”, especialmente en el SUAP, “que son los servicios de urgencias más cercanos e inmediatos a la población general y que muchos se encuentran sin médico”.
Así, la diputada del PRC ha instado al titular de Salud a “buscar soluciones” y a que rebata “con argumentos” cada una de las afirmaciones que considere “inciertas” sobre la falta de facultativos y pediatras, el colapso de las urgencias y la falta de organización y planificación. “Hemos tenido suerte de que hasta ahora no haya ocurrido ninguna desgracia que lamentar”, ha subrayado.