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Acérquese un poco más

La empresa de servicios funerarios Bergenum e Hijos, decidida a promocionar el negocio e impaciente por adelantar al máximo lo que tiene que acontecer, tuvo una feliz idea para una campaña de promoción en el Metro de Berlín. 'Come a little closer' ('Acérquese un poco más') rezaba el gran cartel que podía leerse en las estaciones. Rodeado del luto inequívoco de las esquelas, el provocador anuncio coqueteaba con la idea del suicidio invitando al espectador que lo observara, inevitablemente de pie en el andén cerca del foso de las vías, a que les alegrara el día teniendo el detalle de adelantar su muerte.

Entre el humor negro, la ironía y el descaro del mundo de los negocios, la prole de Bergenum se saltaba el tabú del suicidio (y el no menor tabú de hablar de la muerte en público) y también el tabú del lucro con la desgracia ajena, que parece que es cosa que practican herejes, pero a la que no es ajena la gente piadosa.

Se desconoce si algún usuario del U-Bahn cayó en las redes de la mercadotecnica, es decir, de plano y sobre las vías, por lo que la campaña puede calificarse de fracaso en sus resultados, pero Bergenum e Hijos se hicieron muy conocidos. Se hicieron virales en soporte papel, que ya es el colmo. Desde este punto de vista, su campaña fue un éxito rotundo y es muy probable que algún berlinés a la hora de asegurarse el más allá tenga en mente el nombre de tan industriosa firma del más acá. Visto que materia prima no va a faltar, un poco de paciencia no es mal consejo.

'Acérquese un poco más' es un buen lema para muchas cosas, no solo para la publicidad. Aquí en Cantabria tenemos un Gobierno con dos partidos y un andén de incomunicación entre ellos. Cada vez que se abren las puertas del Parlamento, me viene a la cabeza el lema de los Bergenum pero aplicado a la política y me imagino a nuestro presidente susurrándole a sus coaligados: 'Un poco más cerca, por favor'.

No siempre fue así. Cuando el Partido Regionalista era minoritario los diputados saltaban con entusiasmo al andén del transfuguismo upquista. Luego, con más cuerpo pero todavía merendables, volvió a coaligarse con el PP, aunque no el tiempo suficiente como para que esa invitación a dar un paso al frente e inmolarse por el bien de la libre empresa política se confirmara.

Ya son varias las legislaturas en que el gozne es otro. El otrora poderoso y arrogante PSOE se mantiene de pie en el andén, con la vista fija pero perdiendo diputados en cada cita electoral, que es como perder dioptrías de tanto mirar el cartelón de Bergenum e Hijos, aunque luego, en el regate en corto de la mesa de negociación, recupere el paso perdido. Pero no siempre va a ser así.

Los aires de renovación sanchista se han quedado en un 4,6% de más gasto y una subida fiscal que presumiblemente va a satisfacer la factura a pagar por forzar una minicrisis y dejarse notar. Al PSOE solo le bastaría ser un poco de izquierdas (sin pasarse, claro está), pero como que no le sale. Incluso sus nuevos consejeros elogian la adaptación de la Universidad al mercado laboral (desregulado, precario y prostituido, huelga decir) o sueña con pelotazos urbanísticos con la enajenación de patrimonio (un clásico). No es esto a lo que me refiero.

Me refiero a Cataluña (sí, es inevitable mentar la bicha) y la traslación de fuerzas que está produciendo en todo el país. Desde Podemos al Partido Popular, la danza que les ha metido en el cuerpo la DUI solo ha sido aprovechada con ostensible oportunismo por Ciudadanos, el primero en llevarse el gato al agua por invocar el artículo 155 (del 155 que Montoro acaba de montar a Carmena mejor no hablar), algo propio de alumno aventajado, no muy brillante para los estudios pero ojito derecho del profesor.

La última encuesta del CIS, previa a la DUI, ya les ve crecer y crecer, mientras al PSOE parece que le ha mirado un tuerto y no levanta cabeza. Sánchez y Podemos, ambos responsables de que Mariano Rajoy esté en Moncloa, confirman lo que siempre ha sido la izquierda y su desmedido amor por la publicidad de Bergenum e Hijos.

Pero si estos datos se consolidan, el patriarca regionalista va a tener donde elegir para compartir palacete de Peña Herbosa, siempre y cuando no saque la mayoría absoluta. Y los socialistas ya no podrán vender tan cara su contribución... Siempre habrá otro que lo haga más barato u ofrezca otros atractivos. Ahí estará un Ciudadanos crecido, un Podemos receloso y hasta los 'populares', quién lo iba a decir, que se apuntaron a la dinámica negociadora con la parusía de Sáenz de Buruaga. ¡Por negociar hasta los tránsfugas se van a dejar querer por un huequito en las listas.

Se lo tiene que estar pasando en grande Revilla, tan a lo grande como Bergenum e Hijos.

La empresa de servicios funerarios Bergenum e Hijos, decidida a promocionar el negocio e impaciente por adelantar al máximo lo que tiene que acontecer, tuvo una feliz idea para una campaña de promoción en el Metro de Berlín. 'Come a little closer' ('Acérquese un poco más') rezaba el gran cartel que podía leerse en las estaciones. Rodeado del luto inequívoco de las esquelas, el provocador anuncio coqueteaba con la idea del suicidio invitando al espectador que lo observara, inevitablemente de pie en el andén cerca del foso de las vías, a que les alegrara el día teniendo el detalle de adelantar su muerte.

Entre el humor negro, la ironía y el descaro del mundo de los negocios, la prole de Bergenum se saltaba el tabú del suicidio (y el no menor tabú de hablar de la muerte en público) y también el tabú del lucro con la desgracia ajena, que parece que es cosa que practican herejes, pero a la que no es ajena la gente piadosa.