Esta música suena a Grecia: Mikis Theodorakis, Haris Alexiou, Yorgos Dalaras, Savina Yannatou, el rebétiko, el buzuki. “No, España no es Grecia. Eso no pasará” clamaban políticos, economistas, tertulianos, empresarios, banqueros, en fin, mentirosos. El disparo certero en el alma del PSOE, el partido del régimen del 78, tiene tinta de novela negra con un final en el que el partido fundado por Pablo Iglesias (Posse, no Turrión) hace 137 años se quita la máscara de carnaval y entrega lo poquito que le queda de vergüenza, sus históricas siglas, a los Florentino Pérez (ACS), Villar Mir (OHS), Álvarez-Pallete (Telefónica), Antonio Baufrau, (Repsol), Ana Botín (Santander) y así hasta 35 multinacionales, grandes empresas y bancos del IBEX35; el establishment mediático con Juan Luis Cebrián presidente de Prisa a la cabeza, y en Europa a Jean-Claude Juncker (CE), Mario Draghi (BCE) y Christine Lagarde (FMI). Sí, la troika que mucha gente no sabe qué es y quiénes son sus cabezas visibles. Ellos representan eso que se llama poderes fácticos.
La abstención del PSOE al candidato del gobierno de la Gürtel es nuestra particular tragedia griega: Andrómaca, Fedra, Medea. Y no es que el partido que ha gobernado durante 20 años en la restauración de la democracia tras el golpe de Estado a la II República en 1936 sea imprescindible para las capas populares, más bien al contrario, como demuestra esta triple alianza PP-C’s-PSOE, sino por el carácter golpista palaciego de la operación que va más allá de la investidura. Si fueran necesarias cuatro, cinco, o seis elecciones se convocan sin ningún dramatismo y más en un país donde no ha habido urnas en 40 años. Es la única salida democrática. Pero los medios de comunicación, colaboradores necesarios, se han encargado de aburrir con mensajes manipulados a los ciudadanos para que traguen con esta maniobra de trileros. Estas prisas solo tienen su justificación en nuevos recortes de Bruselas y eso parece que despierta de su letargo a Mariano Rajoy. Como diría el cada vez más menguado líder naranjito del IBEX, Albert Rivera, “primero España y después los españoles”. O sea, se ha gestado un golpe de la mafia financiera trufado con la mentira de un acuerdo parlamentario de salvación nacional. ¿Quiénes son nuestros enemigos? ¿Podemos? ¿Venezuela? ¿los Simpson? ¿la CUP? En realidad, aprieta la troika para imponer a España una batería salvaje de recortes.
Hay que comparar con lo que ocurrió en Grecia en noviembre de 2011. El primer ministro socialista heleno, Yorgos Papandreu, sí del PASOK, el partido hegemónico desde el fin de la Dictadura de los Coroneles en 1974 y controlado por el ‘clan Papandreu’ anunció un acuerdo para formar un gobierno de unidad nacional que garantizara la permanencia del país, cuna de la democracia y la misma Europa, en la zona euro y la aplicación de un extremadamente duro acuerdo de rescate que llevaba a una gran parte de la población a la pobreza. Las cuentas de la deuda se falsearon, según se demostró después, por la financiera Goldman & Sachs en la que ostentaba un cargo de peso Mario Draghi, sí el presidente del Banco Central Europeo. Esta traición del PASOK a sus fieles votantes y al conjunto de su pueblo lo pagaría caro.
Mientras la coalición antiausteridad y radical de izquierda Syriza subía como la espuma y se convertiría en alternativa a la derecha de Nueva Democracia, los socialistas griegos sangraban por todos los costados. La prueba definitiva fueron las elecciones de enero de 2015 con la victoria de la formación liderada por Alexis Tsipras que ganó a Nueva Democracia, el PASOK sufrió una vergonzosa derrota: solo 13 escaños y menos del 5% de los sufragios. Sería superado por los neonazis de Aurora Dorada, los centristas, la derecha nacionalista (ANEL) y el estalinista Partido Comunista Griego (KKE).
La pregunta en clave española era ¿contagiaría la debacle al PSOE? Es evidente que el PSOE y la socialdemocracia europea ha sido absorbida por el neoliberalismo. El PASOK, desde que le quitó el poder a Nueva Democracia, no hizo más que administrar la austeridad y para colmo se alió con su rival por la derecha (ND). Ni el fracaso del gobierno de Tsipras le hicieron mejorar sus resultados. Para las elecciones parlamentarias se presentó en coalición con Izquierda Democrática. Esta coalición, llamada Coalición Democrática, obtuvo otro desastroso 6,3% y 17 escaños. Syriza fue premiado por el electorado por resistirse a la troika durante unas insólitas negociaciones que se prolongaron durante siete meses. Ningún gobierno de otro país europeo jamás había pasado de una leve protesta. El exministro de Finanzas, Yannis Varoufakis, explicó meses después de su dimisión que el error cometido por Syriza fue que un solo país se enfrentara a la troika. La represalia sería atroz al ‘pequeño pez del Egeo’.
Furia eléctrica
Desde la celebración del Comité Federal el pasado 23 de octubre, el PPSOE se oficializa, no sin una ruptura traumática como el divorcio con el PSC catalán y abriéndose en canal para entregarle el gobierno a su partido adversario. Para ello se han recurrido a métodos dictatoriales con las fuerzas del poder económico y mediático soplando un vendaval con furia eléctrica. La Gran Coalición de los ERE's y la Gürtel forman matrimonio con Ciudadanos de padrino. O sea el IBEX35. El presidente de la gestora golpìsta del PSOE, Javier Fernández alias 'el mudu' está sapicado por la corrupción en Asturias, la 'Valencia del Norte'. Ejemplar.
Al PSOE le quedaba de izquierda el imaginario de los símbolos por completo mancillados desde el Congreso de Suresnes en 1974, pero permanecen gente tan válida como Ruiz Tapias, López Aguilar o Borrell. El ‘No es No’ de su último secretario general, Pedro Sánchez, un mediocre político de poco recorrido pero elegido por la militancia, era un épico eslogan para su supervivencia política, no fue el ´héroe’ que han querido pintar sus más acérrimos. Hay que recordar que fue diputado durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero, entre 2009 y 2011, donde ya se adoptaron recortes y se aprobó la primera reforma laboral, y Sánchez votó disciplinadamente el acuerdo PSOE-PP para cambiar el artículo 135 de la Constitución en el que se prioriza el pago del déficit con Europa.
Sánchez ha sido cuestionado por influyentes barones regionales y la casposa vieja guardia de los Guerra, Corcuera y Leguina. Su enemiga íntima, la histriónica y trepa presidenta andaluza Susana Díaz le ha ganado la partida con la gorra. El PSOE pertenece de facto a los poderes económicos, financieros y mediáticos, y en ningún modo a sus militantes y simpatizantes. Sánchez jugó muy mal las cartas pactando con Albert Rivera porque como le recordó Pablo Iglesias en su investidura fallida “la naranja mecánica le entregará al PP”. Fue su tumba.
Qué mala influencia sigue ejerciendo Felipe González, ese oscuro personaje que ya se intuía en el periodo de los GAL, la thatcheriana reconversión industrial, los ministros liberales de Economía, Boyer y Solchaga, la corrupción y financiación ilegal (Filesa). Desde los sectores afines a Sánchez, se acusa a González, pionero de las puertas giratorias como consejero en Gas Natural, de ser partícipe del ‘golpe de estado’ con la inestimable colaboración mediática de Juan Luis Cebrián en el diario El País. “El PSOE no parece calibrar a qué condena a la sociedad española” ha escrito en este diario mi admirada amiga Rosa María Artal. Totalmente de acuerdo. Ahora nos vamos a enterar de lo que son recortes de verdad. Nos van a hacer sangrar nuestras vidas: hachazo a las pensiones, tercera reforma laboral, privatizaciones de hospitales, aeropuertos, pobreza energética, más ajustes en educación, pero con obediencia a la troika. Queda la oposición de Unidos Podemos con 71 diputados y lo debe hacer no bien, sino muy bien, tanto en el parlamento como en la calle, ambas actuaciones resultan compatibles y legítimas. Es penoso tener que recurrir a la vigente Constitución para justificar los derechos de reunión, de expresión y manifestación que criminaliza la tripla alianza. El espacio político de izquierda, la única en realidad, que lideran Pablo Iglesias y Alberto Garzón tiene como objetivo primordial poner voz a una mayoría social cada vez más empobrecida y ser inflexible con los recortes de la troika y la corrupción.
La ascensión y caída del PSOE (ahora según varias encuestas tendría un 13-14% en unas elecciones generales, mientras que Unidos Podemos el 26-27%) tiene su lectura dentro de este nuevo orden mundial. El poder financiero es un pulpo que abraza a los partidos socialdemócratas mientras los debilita hasta estrangularlos. Para el alemán Oskar Lafontaine, exsecretario general del SPD y fundador de Die Linke (La Izquierda), la socialdemocracia europea debe abandonar las políticas neoliberales porque “el capitalismo es incompatible con la democracia”. Ahí está la madre del cordero: la izquierda no es una palabra o una pose. Y un recuerdo a un político patético: Antonio Hernando. El PSOE frente a su espejo y la traición a sus votantes mientras se rinde ante las oligarquías, injerencias exteriores y la misma Casa Real ¿Camino de la pasokización? Habrá que esperar si el buzuki prestado por Grecia suena afinado.
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