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Sociedad Civil Catalana no pertenece a la extrema derecha
En el artículo publicado el 10 de noviembre por eldiario.es en Cantabria con la encomiable intención de rememorar el Día Internacional contra el Fascismo se recogen diferentes manifestaciones de Manuel Corbera en representación de Libres que compartimos plenamente, tanto por convicción, como por nuestra pertenencia y actividad en Libres.
Sin embargo, tenemos una total discrepancia sobre su opinión, que expresa a título personal, acerca de Sociedad Civil Catalana (SCC), imputándole el carácter de organización de extrema derecha. El debate sobre el fascismo en España ha generado mucha controversia. Las manifestaciones más multitudinarias a favor de la unión de España, con respecto al tema catalán, han sido convocadas por la Societat Civil Catalana (SCC), que en opinión de Manuel Corbera es una organización de “extrema derecha”, y en cuyas manifestaciones han participado también otros grupos del mismo corte ideológico. “Está camuflado detrás de esta reacción ante el independentismo, pero son organizaciones que tienen raíces de extrema derecha”, asegura.
En torno a este tema se ha hablado del lenguaje que utilizan los medios de comunicación para referirse a algunos participantes de las manifestaciones. “La mayor parte de los medios generalistas no le están dando el eco que merece y, por supuesto, camuflan la información sobre la SCC”, insiste Corbera sobre el tema catalán.
La importancia de la discrepancia radica en la gravedad que la acción de la extrema derecha está adquiriendo en España y en Europa en este momento. El artículo se hace eco de la actividad reciente de Libres difundiendo información y promoviendo movilizaciones contra el repunte de estos grupos. Precisamente por eso nos parece tan grave, y también difícil de comprender, que se puedan verter tal suerte de acusaciones sobre una organización como SCC sin aportar ninguna prueba.
SCC es una organización que está en contra del secesionismo y que impugna su objetivo de pretender que el nacionalismo representa al conjunto de la sociedad catalana. Denunciar este intento de manera democrática y argumentada ha sido el cometido de esta agrupación, a la que no se puede acusar ni de prácticas antidemocráticas propias de la extrema derecha, ni de otra cosa que promover textos, manifiestos, tomas de posición, y manifestaciones de carácter democrático. Véase por ejemplo el manifiesto que se leyó en la manifestación del 29 de octubre en Barcelona, del que destacaríamos:
“Ha llegado la hora de la cultura del acuerdo y el primer paso es reclamarlo y alcanzarlo aquí, en Cataluña. No queremos una Cataluña de bandos opuestos por la lengua con la que nos identificamos; no queremos una Cataluña del interior que dé la espalda a la Cataluña del litoral; no queremos una Cataluña rica que mire por encima del hombro los más desfavorecidos. ¡Cataluña somos todos! El acuerdo imprescindible es entre nosotros, los catalanes, y para lograrlo es necesario que los nacionalistas asuman lo que hasta ahora no han querido ver: que los no nacionalistas inexorablemente también formamos parte de la solución”.
También destacaríamos la presencia y participación en esa y otras manifestaciones promovidas por SCC de Carlos Jiménez Villarejo, Paco Frutos o Josep Borrell. O la presencia de miembros de SCC en la lista del PSC para las próximas autonómicas ¿Son de extrema derecha? ¿Tienen algo que ver con los fascistas que atacan a Mónica Oltra, o que atacan a los asistentes del acto de Podemos en Santander?
Sobre un aspecto delicado y problemático como es el de la cuestión lingüística, véase también el estudio y el trabajo sobre bilingüismo elaborado por SCC recogido en el enlace siguiente.
¿Qué tienen que ver esos contenidos, esas maneras de decir y argumentar, con la extrema derecha? Cualquier visita a su web, a sus documentos, demuestran palmariamente que esas identificaciones no son ciertas, y que sostener tal cosa sin argumentarla ni presentar pruebas, hace un flaco favor a la identificación y denuncia de la extrema derecha realmente existente.
Desgraciadamente SCC ha estado en el punto de mira de los sectores más extremistas del secesionismo, que no han dudado en difundir todo tipo de calumnias sobre una organización que impugna, con su práctica y existencia, la imagen monolítica y esencialista que quieren ver en la sociedad catalana. Lo que es más triste es que estas calumnias se repliquen, sin crítica ni investigación, en sectores de la izquierda que deberían ser absolutamente rigurosos en la identificación y en la denuncia de quienes quieren volver a reproducir el fascismo. El asunto empeora si tenemos en cuenta que el secesionismo catalán acumula una buena cantidad de apoyos de la extrema derecha europea: la Liga norte italiana, el Vlaams Belang flamenco, el UKIP británico, entre otros. ¿Cabe concluir de esos apoyos que las importantes manifestaciones secesionistas están organizadas por la extrema derecha? En absoluto, como tampoco lo están las importantes manifestaciones promovidas por SCC.
Consideramos que lo que realmente representa SCC, es la posibilidad de volver a suturar a una sociedad fracturada por la imposición de un falso relato de opresión nacional en Cataluña. Entendemos que sus planteamientos, democráticos y deliberativos, a favor de lo que nos une como ciudadanía a los dos lados del Ebro son uno de los mejores antídotos contra la proliferación, real y resistible, de la extrema derecha españolista.
NOTA: El artículo está firmado por Martín Alonso y Jesús Puente, miembros del Colectivo Juan de Mairena.NOTA
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