La limpieza de la calles de Santander puede hacer extraños compañeros de viaje. Este jueves el PSOE ha apoyado una propuesta de Vox, partido que acaba de anunciar una moción de censura a Pedro Sánchez en septiembre y que llevará a cabo una concentración ante la Delegación del Gobierno mañana, para contratar una auditoría externa. El apoyo no sirvió para nada ante el voto negativo de PP y Cs, el equipo de gobierno, y la abstención de regionalistas y Unidas por Santander. Todos, incluido el PP, reconocen que desde hace años la ciudad está cada vez más sucia, pero el Ayuntamiento se ha metido en un bucle al haber privatizado la gestión y no poder rescatar la misma antes de que expire la contrata.
Si los Ayuntamientos concesionan servicios públicos es, entre otras razones, para saltarse el procedimiento administrativo, lento y burocrático, en la gestión del día a día, pero el procedimiento administrativo se aplica cuando hay que disciplinar al adjudicatario. En una contrata por la que Ascan-Geaser cobra 17 millones de euros anuales a lo largo de 10 años, el Ayuntamiento lleva abiertos una veintena de expedientes sancionadores, nueve de los cuales han sido aprobados por la Junta de Gobierno Local. En total, las sanciones han supuesto multas por un total de 4.500 euros, pero la posibilidad de rescatar la concesión es poco práctica dado que a la contrata le quedan pocos años para expirar (2023), posiblemente antes de que se fallen los recursos que se interpondría ante un rescate.
Puestos todos de acuerdo en la cuestión de fondo, la propuesta de una auditoría externa, hecha por Vox, no despertó entusiasmos. La Corporación ya paga anualmente 100.000 euros a una empresa (Louise Berger, antes Apia XXI) para que controle al adjudicatario, pero el control es pobre ya que el adjudicatario no le presta toda la información necesaria. Contratar a otra empresa para auditar lo considera el equipo de gobierno un gasto más que solo acentuaría la ruina económica de un servicio que no reporta lo que cuesta.
Unidas por Santander y regionalistas se abstuvieron; el primero pidió claramente devolver la gestión pública del Servicio de Recogida de Residuos Urbanos.
En la moción de Vox se pedía que se ejecutara las tareas complementarias de limpieza y recogida de residuos no previstas hasta eliminar las “deficiencias” existentes y restaurar la calidad del servicio, algo que el equipo de gobierno rechazó aunque no ha rechazado asumir como propios los movimientos de arena en las playas, que son competencia de la Demarcación de Costas.
Desde el equipo de Gobierno se ha reconocido que el servicio no se está recibiendo “en condiciones” pero cree que se debe respetar el procedimiento, escuchando a las partes implicadas y esperar la resolución del expediente abierto sobre la materia. Margarita Rojo, concejala del área, ha detallado que las sanciones impuestas han sido por los más variados temas, destacando el estado de las papeleras, el mantenimiento y tipología de contenedores y las deficiencias en la línea de atención al ciudadano y la plataforma de gestión. “No es necesario un gasto en un estudio cuyo resultado conocemos de antemano”, ha sentenciado.
Relación conflictiva con la Demarcación de Costas
Los socialistas de Santander acusaron ayer al equipo de gobierno de buscar la confrontación con la Administración del Estado sobre el mantenimiento de playas para tapar supuestamente deficiencias de gestión propia en otras áreas. El pleno de la Corporación aprobó ayer demandar a la Demarcación de Costas rellenos en las playas, la retirada del espigón de La Magdalena, así como del depósito de piedras acumulado en las inmediaciones, y demandar que no se derribe el edificio del Rema, ubicado en el Sardinero. Votaron todos los partidos a favor, excepto el PSOE, que se abstuvo al considerar que la iniciativa forma parte de la estrategia de “conflicto” y “confrontación” que, a su juicio, busca el equipo PP-Cs con el Gobierno de España y que, según ha dicho, parece ser su “único proyecto”.
El portavoz municipal del PSOE, Daniel Fernández, ha considerado una “frivolidad” la “escandalera” que el bipartito local “está montando” con el tema de las playas cuando, a su juicio, el equipo de Gobierno local no está actuando conforme al procedimiento a la hora de actuar, sin presentar, por ejemplo, solicitudes formales a Costas y con los informes correspondientes para actuar en los arenales, un proceder al que ha achacado la sanción impuesta por la Demarcación al Ayuntamiento por realizar un movimiento de arena sin autorización, que conlleva una multa de 300 euros.
El PP, tanto a través de la alcaldesa, Gema Igual, como de la concejal de Medio Ambiente, Margarita Rojo, han negado las acusaciones del portavoz socialista y han asegurado que desde el equipo de Gobierno se ha trabajado “a tiempo” y “de forma impecable” y se han realizado las solicitudes pertinentes.
Tanto desde el equipo de Gobierno como por parte de grupos de la oposición se ha reclamado a Costas que realice su trabajo.
Especialmente crítico se ha mostrado con la actuación de Costas y de la Delegación del Gobierno el concejal de Vox, Guillermo Pérez-Cosío, quien presentó una enmienda a la moción de Cs para que en ella se añadiera la petición de reprobación y cese tanto del jefe de la Demarcación de Costas en Cantabria, José Antonio Osorio, como de la propia delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones (PSOE). Cs no aceptó la enmienda de Vox -tampoco una del PRC-, con lo que no ha sido incluida en la iniciativa aprobada.
En este punto, Vox ha anunciado una concentración para este viernes, 31 de agosto, a las 12.00 horas, frente a la Delegación del Gobierno para exigir a Quiñones que exija a Costas que “haga su trabajo”.
Espero que Costas no multe a mi nieta por mover la arena con su cubo y su palita
El debate plenario ha deparado frases para todos los gustos. Desde un “Como no montamos bronca pueden hacer con nosotros lo que quieran” (Javier Ceruti, Cs) hasta un “Espero que Costas no multe a mi nieta por mover la arena con su cubo y su palita”, pasando por “Los ciudadanos dicen que tienen las plantas de los pies hechas papilla”, aportaciones todas ellas en un asunto de máxima prioridad para los munícipes.
El portavoz municipal de Vox, Guillermo Pérez-Cosío, hizo esta mañana un canto a una figura en “extinción”, la del santanderino elegante, y para ello ha citado al escritor Jesús Pardo, quien “describe a la perfección aquella generación de santanderinos del siglo XIX, tan avispados como industriosos, que hicieron el Santander que algunos tuvimos la suerte de conocer”. Según Pérez-Cosío, la elegancia del santanderino señorial se adquiría de forma natural: “Hoy queda muy poco, prácticamente nada, de esa inteligencia y esa elegancia señorial adquirida por los santanderinos de entonces, la mayor parte de las ocasiones de forma natural y sin esfuerzo, que con su característica manera de ser y de tratar a sus semejantes llevaba de inmediato a adivinar su procedencia”, ha dicho.
En el preámbulo a la moción sobre la limpieza de las calles de Santander, que se ha aprobado con el apoyo socialista, el portavoz de Santiago Abascal en Santander considera que este tipo de santanderino “es especie en vías de extinción”, aunque su “'hábitat' natural” permanezca a duras penas. Y dice: “La ciudad de Santander en los últimos años ha experimentado un alarmante deterioro que se muestra de manera especial en algunos servicios que el Ayuntamiento tiene que prestar como son la recogida de residuos y la limpieza viaria”.
Jesús Pardo, recientemente desaparecido, premio de las Letras de Santander, fue un escritor que retrató como nadie al 'sardinerino', lo cual le granjeó elogios de sus lectores y críticas en el ámbito social de un Santander elegante que nunca le perdonó sus pullas.