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Revilla inicia el camino de su despedida: “Voy a estar siempre vigilante, tutelando el partido, dispuesto a ayudar”

Laro García

Santander —
25 de mayo de 2024 11:18 h

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“El eslogan nunca ha estado mejor elegido: tiempos nuevos”. Miguel Ángel Revilla comenzó este sábado su discurso inaugural en la primera Asamblea de Dirigentes del Partido Regionalista de Cantabria (PRC) tras el batacazo electoral que lo desalojó del poder poniendo el dedo en la llaga. El elefante en la habitación era evidente y el veterano dirigente no quiso demorar ni un minuto su postura al respecto. Toda la militancia estaba expectante y fue al grano, dejando claro que nadie le marca la hoja de ruta.

Tal y como confirmó nada más empezar el veterano dirigente regionalista, el PRC no va a tener como candidato ni como secretario general en la próxima cita con las urnas a la misma persona que ha estado ahí siempre durante las últimas cuatro décadas de forma ininterrumpida. “Después de gobernar tanto tiempo y de perder unas elecciones, es normal que el partido esté algo desorientado”, concedió Revilla ante un plenario bastante desangelado en el Paraninfo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, que no se prodigó excesivamente en los aplausos.

En su intervención inicial ante los cargos orgánicos y políticos del PRC, Revilla dejó poco margen para la autocrítica, repasó algunos de los hitos de su trayectoria al frente del partido a lo largo de casi 40 años y admitió que “la edad no perdona” y que ha llegado el momento de ir cediendo el protagonismo en una formación que ha girado en torno a su “figura carismática” durante todo este tiempo. “Ahora iniciamos una nueva etapa con unas bases mucho más sólidas que cuando yo me puse al frente”, resaltó como mensaje de optimismo ante los suyos.

Y es que, a su juicio, “el PRC es un caso único en el Estado español”. Según recordó a sus compañeros de filas, su partido ha pasado momentos mucho más duros que este, -con un importante poder municipal representado por 35 alcaldes-, como cuando en la década de los años 90 sufrieron la compra de diputados y el transfuguismo, que estuvo a punto de acabar con la formación regionalista. “A pesar de eso, conseguimos reponernos y hemos llegado a ganar las elecciones en Cantabria. Mantener una línea determinada, una coherencia, da sus frutos”, defendió el todavía secretario general.

A pesar de este mensaje de renovación y cambios internos en el PRC, Revilla dejó algunas dudas sobre el que será su papel en el futuro del partido, porque ni mucho menos renuncia ni da un paso atrás definitivo: “Yo no me voy a ir. Voy a estar ahí siempre vigilante, tutelando el partido, dispuesto a dar consejos y a ayudar”, subrayó ante los cerca de 200 dirigentes regionalistas que se dieron cita para escuchar sus palabras en este cónclave.

Me preguntan qué día será el Congreso, quién será la persona que me sustituya. Será cuando yo diga, cuando yo quiera, que lo tengo todo pensado. Es mi responsabilidad, es mi prerrogativa como secretario general. Es mi tarea y mi responsabilidad hacer un Congreso ejemplar

En este primer discurso de la mañana, además, tampoco dejó ninguna pista sobre los tiempos que maneja para su sucesión, un tema para el que se atribuye todas las competencias. “Me preguntan qué día será el Congreso, quién será la persona que me sustituya. Será cuando yo diga, cuando yo quiera, que lo tengo todo pensado. Es mi responsabilidad, es mi prerrogativa como secretario general. Es mi tarea y mi responsabilidad hacer un Congreso ejemplar”, avisó minutos antes de que se iniciara el debate interno de las ponencias que deben fijar el rumbo del partido los próximos tiempos.

De hecho, Revilla insistió mucho en una palabra: “Unidad”. Por eso, hizo hincapié en la necesidad de permanecer juntos, sin guerras internas que desangren al partido por dentro, y pidió una transición modélica, basada en la unanimidad y tutelada por él mismo. “Lo que menos me gustaría en el final de mi carrera política es ver una batalla campal en el PRC, como ocurre en otros partidos. No me podéis hacer esto, no me lo merezco, merezco que confiéis en mí”, apeló al borde de las lágrimas. “La fuerza de este partido es la unidad y así tiene que seguir siendo. Hay que patear la tierra, bache a bache, calleja a calleja, problema a problema. Pido confianza, como la he tenido siempre”, concluyó su intervención en la apertura de la jornada.

Tras cuatro horas de debate a puerta cerrada, sin la presencia de los periodistas y con la aprobación de todas las ponencias que se presentaron ante esta Asamblea de Dirigentes del PRC, el líder regionalista volvió a subir de nuevo al escenario para insistir en el mensaje que había trasladado por la mañana y extrajo dos conclusiones después de escuchar a sus altos cargos: “La primera conclusión es que tenemos muchas propuestas que poner en marcha y tenemos que ponernos las pilas. Y la segunda es que la sucesión genera mucho morbo, pero es secundaria. Cuando llegue el momento, hay que estar preparados”, resumió.

También abordó una cuestión que había generado ciertos recelos y murmullos durante su discurso de apertura: “Quizás se haya entendido mal... Eso de que haya un candidato único y por unanimidad es solo un deseo, pero no depende de mí. No hay partido más democrático que el nuestro y existen garantías de sobra para elegir al futuro secretario general. Las primarias de otros partidos son un chiste en comparación con lo que tenemos nosotros”, sentenció Revilla.

Al tiempo, Revilla reconoció que “hasta ahora se ha dado una impresión de que el PRC es un partido cerrado y controlado”. “Nada más lejos de la realidad. Es por el liderazgo y el apoyo que me habéis dado siempre porque he entregado mi vida al partido”, reivindicó. “A mí me gustaría que hubiera un solo candidato, pero yo no voy a elegir al candidato. No voy a designar a mi sucesor”, reiteró, a sabiendas de que este asunto marcará la agenda regionalista hasta que ceda el testigo.

Elecciones generales a la vista

Dentro del tono reivindicativo ante los logros del PRC en el Gobierno de Cantabria o durante la pasada legislatura en el Congreso de los Diputados y en el Senado, por primera vez con presencia regionalista, Revilla dejó otro titular más allá de su retirada definitiva o no, que sigue aparcando. Según sus previsiones, Pedro Sánchez no podrá finalizar su mandato y España se verá abocada a unas nuevas elecciones generales de forma anticipada, en el plazo máximo de un año. Y ahí estará el PRC, si la decisión depende del propio Revilla. “Tenemos que estar preparados”, advirtió.

“Ante unas nuevas elecciones generales yo voy a decir que hay que ir. ¿Por qué va a estar atemorizado este partido por lo que vaya a pasar?”, se preguntó retóricamente, tan solo unos meses después de haber renunciado a presentar candidatura. Y es que esta fue una más de las ocasiones en las que el dirigente regionalista intentó insuflar ánimos a los suyos, sobre todo tras el varapalo de los pasados comicios, que atribuyó exclusivamente a los efectos del caso de corrupción descubierto en la Consejería de Obras Públicas. “Aquí nadie ha robado. No tenemos nada de lo que avergonzarnos. Podemos ir con la cabeza alta porque no tenemos a ningún cargo condenado por corrupción y la honradez ha sido siempre nuestra bandera”, zanjó.