Nieves Correa protagoniza la última exposición individual de esta temporada en la Sala Robayera de Cudón, titulada 'Escrito a mano', que se inaugura el sábado 30 de septiembre a las 19.30 horas.
Tras la presentación, habrá una breve visita comentada en compañía de la artista. La muestra, organizada con el apoyo del Ayuntamiento de Miengo y la Consejería de Cultura, representa la primera exposición individual en Robayera centrada en una artista vinculada al arte de acción.
La obra plástica de Nieves Correa se nutre siempre de sus propias performances o tiene como punto de arranque un “proceso performativo” en el que el cuerpo, el espacio y el tiempo están presentes. Las obras reunidas en esta exposición tienen como antecedente diferentes acciones realizadas entre 2015 y 2021.
Es el caso de las fotografías que vertebran la serie 'Días de vino y rosas III' (2016), que tienen su punto de partida en una performance en el espacio CentroCentro de Madrid el 25 de noviembre de 2015; o 'Un fragmento de vida III' (2015), que se originó en otra acción que tuvo lugar en La Cave Poésie de Toulouse (Francia) el 30 de noviembre de 2015.
Igualmente, 'El primer vestido' (2010-2018) surgió igualmente de una acción en el centro de arte Turbine Giswil de Suiza (2009). Es una instalación formada por un maniquí de costura con un vestido de algodón reconstruido con alfileres y 242 fotografías que documentan el proceso de escritura de los fragmentos que componen dicho vestido, en los que la artista registra diferentes fechas comenzando por su propio nacimiento.
En ocasiones las piezas van acompañadas de partituras visuales que describen en la línea del tiempo los diferentes “modos” del cuerpo y los objetos; la voz, el sonido y otros elementos audiovisuales.
Por último, la exposición de Robayera acoge una instalación integrada por una videoproyección y nueve agendas correspondientes a los trienios 2013-2015, 2016-2018 y 2019-2021 con las anotaciones diarias de la artista que han sido tachadas hasta lo ilegible como recuerdo de un pasado “que una vez sucede, desaparece”, de modo que “todos los sucesos se igualan en el olvido de las líneas tachadas”.
Las acciones de Nieves Correa suelen incorporar pequeños gestos ligados a lo cotidiano o a labores invisibles que se basan en la repetición, incidiendo en la importancia de pequeños detalles en los que apenas reparamos.
En la mayoría de sus piezas, utiliza la fotografía en relación a su cuerpo en diálogo con elementos y materiales que ha utilizado y modificado en sus obras en vivo. Sus acciones están siempre relacionadas con el espacio en el que suceden y le gusta explorar y explotar las posibilidades físicas y/o simbólicas del lugar en el que trabaja.
Artista e historiadora del arte, Correa comenzó su carrera en el arte de acción y la performance a finales de los años ochenta, en un panorama aún dominado por la pintura neoexpresionista y con la Movida madrileña como telón de fondo, que también favorecía la pintura figurativa como principal medio de expresión.
Interesada en prácticas experimentales como la performance, el videoarte o la instalación -disciplinas que apenas habían tenido difusión en el ámbito español-, desde entonces ha participado en festivales y encuentros, fundamentalmente en Europa, pero también en Canadá, Ecuador, Argentina, Uruguay y Japón, entre otros muchos países.
Asimismo ha dirigido el Festival Internacional Acción!MAD, en sus ediciones anuales entre 2003 y 2019, por el que pasaron artistas tan relevantes como Esther Ferrer, Concha Jerez, Isidoro Valcárcel o Nacho Criado, todos ellos reconocidos con el Premio Nacional de Artes Plásticas de España.