La Consejería de Sanidad está muy preocupada por la continua evolución al alza de la pandemia de COVID-19 en Cantabria desde hace 28 días y esperará a cómo evoluciona unos días más antes de tomar más medidas restrictivas, como son la ampliación del toque de queda desde las 10 de la noche (actualmente abarca desde medianoche a las 6.00 horas), más medidas restrictivas a la hostelería e incluso, no se descarta, el cierre completo de esta como han hecho ya otras comunidades autónomas y países europeos.
La situación es “muy preocupante”, según ha manifestado el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, esta mañana, toda vez que los datos de contagio, y sobre todo de hospitalización y de ingresos en UCI, están poniendo a prueba la capacidad de los hospitales de la Comunidad. Las autoridades han anunciado que evitarán por todos los medios que la presión hospitalaria siga aumentado por lo que, si no se estabiliza la situación en los próximos días, echarán mano de las recomendaciones del Consejo Interterritorial de Salud y aplicarán medidas más duras, como el cierre de hostelería y una mayor limitación de la movilidad en la calle.
Dichas medidas es casi seguro que se acaben adoptado ya que no se espera una mejoría inmediata de la situación. “Ya adelanto que no parece que vaya a ir mejorando”, ha dicho el consejero.
El toque de queda le compete ampliarlo al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, a instancias de las autoridades sanitarias, que tienen competencia exclusiva a la hora de dictar medidas a sectores de actividad como el hostelero.
La Comunidad ya se encuentra en el umbral de 500 casos positivos por cada 100.000 habitantes y los datos que afectan a municipios de más de 5.000 habitantes son altos por lo que la directora de Salud Pública, Paloma Navas, ha recomendado a la población de estas áreas que se confine voluntariamente en sus domicilios y limite sus salidas y sus contactos al máximo, ya que el virus está mostrándose como altamente contagioso.
Los municipios afectados por la recomendación son: Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, Camargo, Laredo, El Astillero, Bezana, Laredo, Santa María de Cayón, Los Corrales de Buelna, Reinosa, Polanco, Reocín, Colindres, Marina de Cudeyo, Entrambasaguas y Cabezón de la Sal.
Fake News
Las autoridades sanitarias advirtieron sobre la difusión de falsas noticias (fake news), en referencia velada a los datos que está haciendo públicos la Asociación de Hostelería sobre la baja incidencia de la COVID en sus establecimientos. Contrariamente a lo que afirma el presidente hostelero Ángel Cuevas, quien días atrás hablaba de un caso por cada 100 establecimientos, los datos oficiales sobre bajas laborales en el sector hablan de 844 incapacidades declaradas desde el 1 de septiembre. Son bajas laborales por contagios entre trabajadores (camareros y cocineros).
Según Paloma Navas, el sector de la Hostelería es la principal actividad económica afectada por contagios de COVID, aunque esto no repercuta en los clientes en la misma proporción, ha precisado el consejero de Sanidad, dadas las medidas de prevención establecidas en la atención al público.
Perfil del enfermo
La semana pasada se declararon en Cantabria 1.552 casos nuevos, lo que supuso un incremento del 30% respecto a la semana anterior. Según el consejero de Sanidad, se trata de un aumento considerable respecto a los positivos y también de la ocupación hospitalaria.
El perfil predominante del positivo de COVID se sitúa en el tramo entre 30 y 60 años (44%), sobre todo entre las mujeres (53%), a diferencia de las personas hospitalizadas, en donde predomina el varón. No obstante, por franjas de edad, el grupo más afectado es el de los 20 a 25 años, seguido por el de 15 a 20 y el de 25 a 30 años, por este orden.
En cuanto al perfil del hospitalizado, la edad media es de 74 años, en su mayoría hombres (63%), con una especial incidencia en el grupo entre 75 y 90 años. Los mayores de 60 años suponen el 77% de los hospitalizados. Caso especial es el de la UCI en donde a día de hoy hay 36 hospitalizados y en donde se repite este patrón: la edad media es de 71 años, predominando los hombres (86%). El 83,3% de los ingresados en UCI son mayores de 60 años.
El diagnóstico habitual más habitual por el que son ingresados es el de neumonía (90%).
Gripe
La gripe está dando un respiro por el momento al sistema sanitario. Todavía no ha llegado la ola de contagios y la campaña de vacunación ha sido histórica: 176.000 vacunas aplicadas en Cantabria. Actualmente, hay 50.000 vacunas disponibles en los centros de salud y se espera la recepción de un envío de 6.000 más en los próximos días.
92.500 personas mayores de 60 años se han vacunado en la Comunidad. Otras 27.282 personas de menos de 60 años (23%) también lo ha hecho, en especial el personal de servicios esenciales y personas especialmente vulnerables. “Estamos en una buena situación. No hay desabastecimiento. Si hay más necesidad, estamos preparados”, ha valorado Navas.
Ya se preveía
El consejero de Sanidad ha roto una lanza por el trabajo previsor de su departamento y las autoridades y llamó la atención sobre aquellos sectores que, sabiendo que se avecinaba una segunda ola de contagio tras el primer estado de alarma, no tomaron las precauciones debida. “Todos los sectores debían haberse preparado para esta segunda ola y el documento de octubre (de Sanidad nacional) indica qué se va a hacer en cada nivel de alerta. No se puede decir que ha habido improvisación”, ha dicho.
El consejero ha hecho hincapié en que las medidas que se adoptan no son en contra de ningún sector, sino para evitar muertes. “Cuando la Consejería toma medidas, lo hace por la salud de todos los ciudadanos”, ha señalado.
Actualmente los hospitales y sus unidades de cuidados intensivos tienen capacidad de acoger más pacientes, pero se recuerda que las UCI no están solo para pacientes COVID y que la escalada de ingresos, aunque haya disponibilidad, no es aconsejable y ha de evitarse. “La situación de los hospitales es muy preocupante. Tenemos capacidad para atender a muchos más casos, pero no se trata de eso. Se trata de que los pacientes no lleguen a la UCI. Iremos incrementando salas en la medida que necesitemos, pero no queremos llegar a esa situación. Queremos evitar la hospitalización, casos en la UCI y evitar muertes”, ha concluido Miguel Rodríguez.