La Consejería de Sanidad de Cantabria realizará este martes a partir de las 12.00 horas, en el Centro de Atención a la Dependencia (CAD) de Cueto, en Santander, el primer simulacro de vacunación anti COVID-19 entre los residentes de este centro asistencial.
El simulacro, que se desarrollará en idénticas circunstancias al real, se ha diseñado para probar la eficacia del protocolo de vacunación diseñado y anticipar posibles fallos en su aplicación. Para ello se desplegará en el centro un equipo del Servicio Cántabro de Salud que, acompañado de una dotación de la Guardia Civil, procederá a realizar el simulacro.
Este lunes, el Comité de Medicamentos Humanos de la Agencia Europea del Medicamento ha otorgado la autorización condicional de comercialización a la vacuna de Pfizer y BioNTech contra la COVID-19 en personas de más de 16 años. Tras la luz verde por parte de la agencia reguladora, la Comisión Europea espera concluir el proceso formal de aprobación en las próximas horas, a pesar de que se trata de una burocracia que habitualmente requiere cerca de dos meses.
El principal ensayo clínico, en el que participaron más de 43.000 personas, es “uno de los más grandes evaluados para una vacuna”. Se calculó la eficacia en más de 36.000 personas a partir de los 16 años de edad (incluidas las personas mayores de 75 años) que no tenían ningún signo de infección previa. El estudio mostró una reducción del 95 por ciento en el número de casos sintomáticos de COVID-19 en las personas que recibieron la vacuna en comparación con las personas que recibieron el placebo.
El ensayo también demostró una eficacia de alrededor del 95 por ciento en los participantes con riesgo de padecer COVID-19 grave, incluidos aquellos con asma, enfermedad pulmonar crónica, diabetes, hipertensión arterial o un índice de masa corporal mayor a 30. La alta eficacia se mantuvo en todos los géneros, grupos raciales y étnicos.
La vacuna se administra en forma de dos inyecciones en el brazo, con un intervalo de al menos 21 días. Los efectos secundarios más comunes fueron generalmente leves o moderados y mejoraron a los pocos días de la vacunación. Incluyeron dolor e hinchazón en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, escalofríos y fiebre.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció la pasada semana que el domingo 27 de diciembre comenzará a administrarse en España la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech contra el coronavirus, siendo el 26 de diciembre cuando se reciban las primeras dosis.
Cada semana, según ha explicado, se irán recibiendo las dosis de cada vacuna y se irán distribuyendo de forma equitativa a las comunidades autónomas para ir prosiguiendo el proceso de vacunación y en base al plan de vacunación aprobado por el Consejo de Ministros.
La vacuna va a ser suministrada en la red sanitaria habitual, de forma gratuita en los más de 13.000 puntos de vacunación de los que dispone España. Debido a que la vacuna presenta una serie de dificultades de distribución, la compañía va a ser la encargada de distribuirla en varios puntos de España y, posteriormente, cada comunidad autónoma contará con dos puntos concretos para recibirlas en su territorio.
Según se establece en el Plan de Vacunación contra la COVID-19, en la primera etapa de la vacunación se vacunará a 2,5 millones de personas, las cuales serán residentes y personal sanitario de residencias, así como de centros de grandes dependientes, y el resto del personal sanitario y los grandes dependientes no institucionalizados. Esta fase, según ha explicado Illa, se llevará a cabo entre los meses de enero y febrero.
Posteriormente, y a pesar de que todavía no está decidido en qué fase de vacunación entrarán, se vacunarán a mayores de 65 años, personas con condiciones de riesgo, personas que viven o trabajan en comunidades o entornos cerrados, personas vulnerables por su situación socioeconómica, personas con trabajos esenciales, personal docente, población infantil, adolescentes y jóvenes, las personas que viven en zonas con importantes brotes de coronavirus o de alta incidencia, así como las mujeres embarazadas o que están en el periodo de lactancia.