El Gobierno de España, el Gobierno de Cantabria y el Ayuntamiento de Santander han enterrado el hacha de guerra en un acto protocolario que ha tenido lugar este jueves en la capital cántabra y que ha revestido un doble significado: empieza la reforma del edificio del antiguo Banco de España para albergar la sede asociada del Museo Nacional Reina Sofía y se abre un nuevo período de cooperación y diálogo con la constitución de un órgano interadministrativo, un consorcio en el que estarán representadas las tres instituciones con el fin de gestionar el nuevo museo que acogerá la colección del Archivo Lafuente.
Según han anunciado, el Reina Sofía abrirá sus puertas en 2026 y su gestión será coparticipada por los gobiernos central y autonómico, así como por el Ayuntamiento de Santander. Los fondos adquiridos por el Reina Sofía al Archivo Lafuente, una compra que marcó un hito, ya que costó 30 millones de euros, serán el núcleo duro de la futura sede museística, que acogerá también muestras temporales.
Ernest Urtasun, ministro de Cultura; Jordi Martí Grau, secretario de Estado de Cultural; María José Sáenz de Buruaga, presidenta de Cantabria; Gema Igual, alcaldesa de Santander; Manuel Segade, director del MNRS; Eva Guillemina Fernández, consejera de Cultura, y José María Lafuente, coleccionista y propietario del Archivo Lafuente, han protagonizado el acto de colocación de la primera piedra que dará inicio a unas obras cuya conclusión está prevista dentro de dos años y medio si se cumplen las previsiones.
Pese al carácter protocolario del acto, todos sus protagonistas han dado muestras de estar encantados de encontrarse, después de años en que Ministerio y Gobierno de Cantabria, en los que gobierna o ha gobernado el PSOE, se mostraran tibios y finalmente se desmarcaran del proyecto, a excepción hecha del propio Reina Sofía, que continuaba adelante con la intención de abrir su sede asociada en Santander, la primera fuera de Madrid.
El consorcio que se va a crear en unas semanas dará continuidad a una colaboración que el Gobierno de Cantabria espera que también sea económica por parte del Ministerio de Cultura. El Ejecutivo regional prevé gastarse este año 1,5 millones de euros y la visita ha sido aprovechada por Buruaga, con quien el ministro ha mantenido un encuentro previo en su despacho, para que contribuyera económicamente a los proyectos culturales en marcha en la comunidad. Dicha colaboración espera la presidenta que se extienda al Museo de Prehistoria, también en construcción, más allá de la anualidad de 11 millones contemplada de este año.
Por lo demás, todos han coincidido en que la apertura de la sede cántabra del Reina Sofía “reforzará la oferta cultural de Santander y Cantabria en el panorama nacional”. Buruaga, en su alocución protocolaria, ha ido más allá incluso y ha afirmado que la capital entrará en una “liga internacional de la cultura”, a lo que contribuirá el museo y el proyecto Faro Santander, cuya construcción por parte del Banco Santander avanza en las inmediaciones. Antes del cierre de legislatura, ambas instalaciones estarán concluidas y, posiblemente, también el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
No se han olvidado los representantes políticos de la contribución realizada por el empresario José María Lafuente, a quienes han dado las gracias por su implicación en el proyecto, que gira en torno a los fondos artísticos adquiridos de su Archivo.
“Santander está de moda y va a estar más de moda”, ha declarado Igual a la prensa antes de participar en el acto. “El Ministerio está comprometido con Cantabria y Santander y dará a esta un impulso”, han sido las palabras de Urtasun. Ante la petición de Buruaga, el ministro ha confirmado el “compromiso” de su departamento con el MUPAC, recordando otros proyectos en marcha en la comunidad con los que se va a seguir impulsando a este territorio “como uno de los centros culturales de referencia del país”.
Además de asegurar que permitirá a Santander reforzar su papel como “capital cultural española”, el ministro ha destacado la “riqueza” de las piezas del Archivo Lafuente, que son “la representación viva de una memoria y un proceso historiográfico que día a día como un empeño colectivo debemos seguir exhumando”.
También la presidenta cántabra ha celebrado que el centro situará a Cantabria en el panorama internacional del arte y de la cultura junto a otros museos “de renombre mundial”, además de que será una “palanca cultural” por contener una colección de “enorme valor”. Buruaga ha defendido la cultura como “una de las llaves del turismo sostenible” y “sinónimo de desestacionalización”, y ha destacado que Santander se posiciona “cada vez más como ciudad europea” gracias a acoger iniciativas culturales como el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), el proyecto Faro Santander, el Museo de Arte de Santander (MAS), las Naves de Gamazo, la Colección Enaire o el Centro Botín. Activos que, ha asegurado, “van a realzar el nombre de Cantabria en Europa y en el mundo”, ya que “es imposible e impensable reunir más maravillas en poco más de 5.000 kilómetros cuadrados”.
Por otro lado, la presidenta ha lamentado que el camino para impulsar el centro asociado al Reina Sofía, desde 2014, ha sido “muy largo”, y que “incomprensiblemente” el anterior Gobierno (PRC-PSOE) había “abandonado”, pero ya está “todo alineado”. En este sentido, ha remarcado que su Ejecutivo ha consignado en los Presupuestos de Cantabria para este año un total de 1,5 millones de euros para el proyecto -que en total asciende a 12,8 millones, a cargo de la empresa Copsesa- y se ha comprometido a seguir financiándolo en los próximos ejercicios.
La alcaldesa de la ciudad, por su parte, ha asegurado que proyectos como el del Reina Sofía “generarán actividad económica” y “fijarán la población de Santander”. Con la sede, ha dicho, se van a crear puestos y empresas a la sombra de este centro. Además, para Igual esta sede que concierne a tres administraciones públicas es “el complemento perfecto” a otros proyectos de colaboración público-privada como el Centro Botín o Faro Santander.
El proyecto
El proyecto prevé la conservación de la actual envolvente de este edificio de estilo neoclásico, construido entre 1924 y 1925 y que está protegido, pero con una reforma integral del interior. Ese interior se articulará en torno a una gran plaza central a modo de ágora en la planta semisótano, que es a donde se desemboca desde la entrada, que no será desde la actual puerta principal, que se mantendrá como gran entrada institucional del edificio, sino por la rampa que hay en uno de los laterales de la fachada principal, que se ampliará, y dará acceso a la planta semisótano, que es donde estará gran espacio.
Este gran ágora -que se crea en el espacio donde se ubicaba la caja fuerte del banco-, estará bañada por la luz natural que entrará desde lo alto del edificio y permitirá al visitante ver el resto del interior y las plantas, que se articulan en torno a ese gran espacio central y “entender” el edificio en un “primer golpe visual”, según han explicado los arquitectos. La planta baja y una entreplanta se dedicarán a acoger las exposiciones, mientras que la planta 1 y 2 acogerá el Archivo Lafuente, una de las partes privadas donde se conservará la colección.
Al Archivo se organizarán visitas y también algunos de sus elementos se incluirán en las distintas exposiciones que se realizarán y otros podrán verse desde la gran vitrina expositiva acristalada que ocupará dichas plantas. En la planta superior habrá un gran deambulatorio con salida a un mirador hacia la Bahía de Santander, que además servirá para acoger distintos actos e incluso crear un 'jardín de esculturas'. Además de estas plantas, el proyecto prevé crear otra planta semisótano más que servirá de almacén. El proyecto contempla también la retirada de la gran vidriera con símbolos franquistas, que se conservará, pero en otro lugar.