María Ángeles Ruiz Tagle, presidenta y precursora de la Asociación Consuelo Berges, representa un tipo de feminismo al que la sociedad no está demasiado acostumbrado: el de una mujer fuerte y empoderada que creció en un contexto que no la frenó pese a un ambiente tan poco favorable a la igualdad. Con los 76 años que cumplirá el próximo mes de diciembre, esta sevillana cuenta que llegó a Valdecilla como médica y supo abrirse camino en un mundo principalmente masculino. “En la universidad éramos siete chicas y 200 chicos, así que nos tuvimos que defender con uñas y dientes”, comenta entre risas.
En el ambiente familiar, la figura de su padre es la que mejor impulsó su ilusión por un cambio real en lo que a derechos femeninos se refiere. “Somos seis hermanos: tres chicos y tres chicas. Mi padre siempre apostó por que las niñas hiciésemos las mismas carreras que los niños. Sin distinción. Él no quería que dependiésemos de nuestros hermanos o de él, y mucho menos de nuestras parejas”, afirma con cierta nostalgia.
Y no lo hizo. Y tampoco quiso que otras mujeres lo hiciesen. Por eso se incorporó a la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas de España y por eso decidió que en Cantabria también debía haber un organismo encargado de servir “de puente” entre las mujeres y la Administración. “Atendemos a mujeres que sufren de violencia de género, pero también ayudamos en separaciones y divorcios y en temas de mediación familiar”, señala la presidenta de la agrupación.
Pero su trayectoria es la que confirma lo inevitable, esta asociación, situada en la Avenida Reina Victoria de Santander, cuenta con más de 9.200 expedientes de mujeres abiertos en estos 25 años. “Hemos realizado unas 46.000 intervenciones, porque a la mujer no se la ve un único día, ni mucho menos. Estas cifras nos dan una perspectiva de que algo estamos haciendo y de que las mujeres quieren venir”, argumenta una orgullosa Ruiz-Tagle.
Sobre el nombre, la presidenta indica que quiso poner Consuelo Berges “para dar visibilidad a una de las mujeres que luchó antes que nosotras”. Además, comenta que “quizá” en Cantabria no se le había dado demasiada visibilidad a esta mujer que fue republicana, vivió exiliada durante el franquismo y luego volvió. “Era una mujer muy brillante y muy reivindicativa”, añade la cabeza visible de la asociación.
La diferencia del perfil de mujer que acude a Consuelo Berges ha variado, igual que los tiempos: “Ahora somos más independientes y dependemos menos económicamente de los hombres”, afirma. Pero insiste en que “no hay que relajarse”: “La Justicia sigue siendo patriarcal. Vemos la impunidad día a día y, aunque las leyes existan, la mentalidad machista va a tardar en cambiar. Pero lo cierto es que al final hay una fórmula de protección a las mujeres que no funciona, siguen matándonos igual”, declara.
Y es que ser esa 'cabeza visible' de una asociación feminista dentro de un mundo patriarcal no parece tarea sencilla. “Hemos tenido a muchos fundamentalistas del machismo mandándonos correos y amenazándonos. También se han presentado aquí y hemos tenido que llamar a la Policía. Incluso yo he llegado a tener un busca en el bolsillo. Pero no nos van a parar”, declara.
Política y feminismo
Además de médica, presidenta de la asociación, mujer, madre y abuela, María Ángeles Ruiz Tagle también tocó la política. “Fui diputada con el PSOE en el Parlamento de Cantabria. Y sí, me parece que para ser feminista es necesario ser progresista, pero también te digo que yo no reparto carnés de feminista. Cada uno y cada una que reivindiquen lo que quieran”, indica con gesto serio.
La gestación subrogada está ocupando titulares últimamente gracias a partidos como Ciudadanos, que cada vez reivindican con más ímpetu una legalización de esta práctica. Como no podía ser de otra forma, esta asociación tiene su propia percepción del tema aplicada a los derechos de las mujeres: “Ser padres no se corresponde con un derecho y solo se legalizan los derechos. Tanto esto como la prostitución son agresiones contra el cuerpo de las mujeres, lo que al final es violencia de género. Guste o no”, comenta especialmente enfadada.
Su rostro vuelve a relajarse al hablar sobre la unión, sobre el matriarcado y sobre la manifestación feminista del 8 de marzo. “Ese día lloré. Yo siempre había dado por hecho que eso no lo vería, pero las mujeres nos echamos a la calle. Jóvenes, mayores e incluso niñas, y fue extraordinario”, sentencia.
Respecto al 'feminazismo', confirma que a ella “también” le han atacado con esa palabra, al igual que con “radical”, pero esa le gusta más. “Creo que soy radical porque voy a la raíz de las cosas, soy contundente. Eso sí, siempre con respeto y educación pero llevándolo a la práctica, no como esa gente que da discursos y luego no hace nada”, confirma.
Pese a tener una visión tan desgarradora e injusta del mundo por la posición que ocupa, Ruiz Tagle es optimista y cree que algún día se conseguirá el fin de esta “lacra”. “Yo no creo que lo vea porque ya soy mayor y el cambio tiene que ser a nivel global, no solo en España. Pero llegará. Hay que seguir luchando”, confirma esperanzada.
Este equipo de mujeres -formado por una abogada, una psicóloga, una trabajadora social, una secretaria, una mediadora y la propia Ruiz-Tagle- celebrará su 25 aniversario los próximos 18 y 19 de octubre con teatro, charlas y mesas redondas que recordarán la importancia de su labor y la necesidad de asociaciones que empoderen a la mujer y le recuerden que “ya no es la mala del cuento”.