El retraso en la finalización de la construcción de un instituto de la localidad de Castro Urdiales ha puesto en jaque a las familias y al claustro de profesores del Colegio de Educación Infantil y Primaria Riomar. Mientras concluyen las obras, la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria (PP) ha decidido, de forma unilateral, que este colegio acoja durante el primer trimestre del curso 2015-2016 al centenar de alumnos que debería comenzar primero de la ESO en la nueva dotación educativa, que prevén no estará en funcionamiento hasta diciembre. El problema radica en que esto supone incrementar un 20% el alumnado en un colegio que ya está “desbordado”.
Así lo explica a este diario la presidenta de la AMPA, María Moya. En la actualidad, en el Riomar estudian 508 alumnos cuando el aforo máximo previsto estaba en 480. El año pasado tuvieron que “sacrificar” la sala de informática para disponer de un nuevo aula, y la intención del departamento que dirige Miguel Ángel Serna es que el próximo curso renuncien al de música y al de audiovisuales para crear tres nuevas clases.
Esta medida se adoptó de espaldas a la comunidad educativa y ha encontrado la oposición frontal de los profesores, incluido el director, así como del AMPA del Riomar, que también cuenta con el apoyo de las asociaciones de padres y madres del resto de colegios del municipio.
Las familias y los educadores denuncian que la Consejería “no ha tenido en cuenta el perjuicio que representa para el Colegio el hecho de que a 508 niños y niñas se sumen cerca de 100 más en un espacio insuficiente para acogerlos”. “Ni tampoco el impacto que esto puede significar en materia de seguridad y de calidad del proyecto educativo”. Además, añaden, están las condiciones de trabajo de los profesores, que “también se verían afectadas negativamente”.
Por ello, el AMPA ha planteado varias alternativas, como habilitar otros locales de los que disponga el Ayuntamiento o instalar unos módulos anexos al edificio del colegio, concretamente en el aparcamiento. También proponen que el Gobierno negocie con la empresa constructora acelerar el ritmo de las obras para que puedan estar finalizadas antes de que comience el curso. Consideran que cualquiera de estas medidas supondrían un “sacrificio menor” que el “hacinamiento” del colegio .
Así se lo han expuesto en una reunión celebrada a finales de la semana pasada a la directora general de Personal y Centros Docentes del Ejecutivo cántabro, María Luisa Sáez, y a los alcaldes de Castro Urdiales y Guriezo, Iván González (PP) y Adolfo Izaguirre (PRC). En el encuentro también estuvieron presentes los directores de los tres centros de educación cuyos alumnos deberían comenzar la ESO en el nuevo instituto -Riomar, Campijo y Nuestra Señora de las Nieves-.
En un principio, las autoridades han sido reacias a aceptar cualquiera de estas posibilidades. El Ayuntamiento alega que utilizar las aulas del centro cultural La Residencia, como propone el AMPA, no es viable porque ya existe una programación establecida. Y en cuanto a la instalación de “barracones” auxiliares, como los definió la responsable del Gobierno, creen que no es una iniciativa adecuada. Desde Educación alegan que el Riomar es el mejor lugar donde van a estar los alumnos porque la mayoría que tendría que pasar al nuevo instituto procede de este mismo centro.
En cualquier caso, y ante la insistencia de las familias y los educadores, el Gobierno les ha instado a esperar hasta que a mediados de mayo se cierre el plazo de escolarización del próximo año académico y conocer así el número exacto de estudiantes para los que actualmente no hay espacio físico
Con las elecciones autonómicas y municipales a la vuelta de la esquina, en la AMPA sospechan que este posicionamiento puede ser una maniobra para ganar tiempo, algo a lo que no están dispuestos, y por ello, han acordado realizar una serie de acciones contra la decisión de Educación. Así, este lunes han comenzado una campaña de recogida de firmas, que prevén registrar la próxima semana tanto en la sede de la Consejería como en el Ayuntamiento, al que piden “que se moje”.
“Estamos dispuestos a no comenzar el curso si no se busca una alternativa”, afirma la presidenta del AMPA, que defiende que “si hay predisposición de las Administraciones, todo se puede hacer”.
Según explica, las familias sienten que son los paganos de una “mala planificación”. En este sentido, apunta que el problema de escolarización en el municipio “viene de atrás”. En Castro Urdiales existen dos institutos que “desde hace unos años están colapsados” por el aumento de estudiantes. En el IES José Zapatero están matriculados más de 700 alumnos cuando su ocupación es de 600, y en el IES Ataúlfo Argenta hay más de 800 cuando tendría que haber 600, apunta.
El retraso
La construcción del tercer instituto en Castro Urdiales está prevista desde hace tiempo aunque se ha ido posponiendo año tras año. En mayo de 2011, el Gobierno saliente -formado por la coalición PRC-PSOE- licitó la redacción del proyecto, que tras las elecciones autonómicas, quedó en manos del nuevo Ejecutivo presidido por Ignacio Diego.
Como consecuencia de los recortes y las “limitaciones” presupuestarias, las obras no salieron a licitación hasta septiembre de 2013, y el 30 de abril de 2014 fueron adjudicadas de forma definitiva a la constructora SIEC por un presupuesto de 4,7 millones de euros. Sin embargo, el inicio de los trabajos de construcción también se demoraron, de modo que no han comenzado hasta el presente curso escolar.
Según han explicado fuentes del Consistorio al AMPA, el nuevo retraso estaría motivado “por la adversa climatología durante el invierno” y por “problemas en las catas del terreno”, lo que ha dilatado los trabajos de excavación.