Cómo lavar un coche con dos litros de agua creando empleo al mismo tiempo
Una lluvia de ideas de veinte personas ayudó a la Asociación Brumas a decidir qué negocios podían ser viables para su gente. Apostaron por el lavado ecológico y manual de vehículos, la limpieza industrial y la comercialización de papel higiénico y toallas seca manos econatural. Cerca de dos años han tardado en constituir una empresa. Así, han creado Plis (Proyecto Laboral de Inserción Social) Servicios, cuyo objetivo es recuperar la dignidad de personas en riesgo de exclusión volviéndolos ciudadanos activos.
La coordinadora y orientadora de Brumas, María Eugenia Sanz de Acedo, explica a eldiario.es Cantabria que los talleres juveniles nacieron hace más de 25 años por iniciativa de varias parroquias de Santander, en respuesta a la situación de muchos chavales que estaban en la calle, sin formación ni oficio. “El objetivo en ese momento, que se mantiene hoy, es el de ayudar a estos jóvenes a reincorporarse a la sociedad a través de un empleo”.
La formación se centró en el campo de la automoción, principalmente para los varones, y en el de la costura, sobre todo para las chicas, con el proyecto Altamira, luego reorientado hacia la hostelería, por su mayor proyección. El paso siguiente fue contar con una persona que orientara a estos jóvenes hacia el mundo laboral, al tiempo que les ayudaba a encontrar un empleo.
“Sin embargo, en este recorrido, la Asociación ha comprobado lo difícil que es, en muchos casos, que la reinserción se produzca en una empresa ordinaria, porque no mantienen el trabajo, por horarios, situaciones familiares… Así que dijimos: tenemos que inventarnos algo”, destaca Sanz de Acedo, quien precisa que la apuesta ha sido una empresa de inserción social.
¿Qué es una empresa de inserción?
Es un modelo mercantil de producción de bienes o servicios cuya finalidad primordial es la de incorporar al mercado laboral a personas en riesgo o situación de exclusión social, proporcionándolas, además de un contrato, un apoyo en formación y acompañamiento personalizado, para que, con un margen de tres años, corrijan las dificultades y tengan más fácil la incorporación a una empresa normalizada, señala Sanz de Acedo.
Este tipo de empresas nacen como herramientas para luchar contra la pobreza y la exclusión y son muy rentables para la sociedad. Se trata de cambiar el subsidio por la inserción y de recuperar competencias básicas, como la autoestima, que es el motor de las personas. Con la inserción sociolaboral, se transforma a las personas en ciudadanos activos que generan un retorno económico –con las aportaciones a la Seguridad Social y prescindiendo de las ayudas públicas– y un beneficio social, ya que dejan de ser personas pasivas y dependientes.
La segunda empresa de inserción laboral de Cantabria –la primera fue Ecolabora– se llama Plis Servicios. Está especializada en limpieza, de vehículos y saneamientos, y comienza a comercializar un papel ecológico, que procede de la celulosa del reciclado de envases de tetra-brik. Mar Escudero es la persona encargada de gestionar esta iniciativa, tras ser el proyecto de Brumas uno de los seleccionados dentro del programa Talento Solidario.
La aportación económica de varias parroquias, la Fundación Botín a través de Talento Solidario y la colaboración de la Sociedad de Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercan), a través del programa Emprecan Plus, han hecho posible la constitución de Plis Servicios, la marca comercial de Inserción Brumas S.L.U.
Las personas que se incorporan a esta empresa reciben formación en competencias sociolaborales (comunicación, trabajo en equipo, productividad, iniciativa, imagen personal) y personales (autoestima, manejo de recursos comunitarios, gestión doméstica, vida familiar).
De momento hay dos personas contratadas, que ofrecen el servicio de lavado ecológico y manual de coches. Escudero destaca que utilizan solo dos litros de agua y que el propietario puede aprovechar el tiempo para hacer otra cosa. Por ello, el servicio se ofrece en el Club Deportivo Marisma y, en las próximas semanas, en el aparcamiento del PCTCAN gracias a la colaboración de SICAN y la concesionaria ImesAPI.
También comienzan a comercializar papel higiénico y rollos para secar las manos de procedencia ecológica, que se pondrá a la venta al público en la tienda de la ONG Gira por el Desarrollo, en la calle Cisneros 21 de la capital cántabra. El objetivo es diversificar los servicios ya que la empresa necesita ingresos para mantenerse.
Ayudas y sensibilidad empresarial
El pilar principal de Brumas es el Gobierno de Cantabria, a través de las consejerías de Servicios Sociales y de Educación. También cuentan con apoyo de La Caixa y su Programa Incorpora, y han tenido que acudir a un crédito. “Hay poca financiación y dificultades con la liquidez”, reconoce Sanz de Acedo, aunque lo dice sin dejar su sonrisa. “El truco frente a otros que hacen lo mismo es la flexibilidad, la voluntad y el esfuerzo humano de quienes creemos en ello”. “Aquí, no es que optimicemos los recursos, es que los multiplicamos”, puntualiza.
Los miembros de Brumas desarrollan su actividad con optimismo porque sienten que ejercen una influencia positiva en su entorno. Creen en lo que hacen. Utilizan palabras dotadas de contenidos y trabajan con personas y problemas reales, aunque su principal anhelo es contar con un mayor respaldo de la Administración.
Por el programa de empleo han pasado una media de 90 personas al año, 43 de las cuales han conseguido un contrato, apunta con satisfacción Sanz de Acedo, quien agrega que “Brumas es como una agencia de colocación, con técnicos que supervisan y acompañan a la persona contratada, sin olvidar que nuestra comisión es humana”.
En cuanto a la colaboración empresarial, las técnicas de Brumas resaltan que hay empresas mucho más sensibles en dar una oportunidad. Fundamentalmente son micropymes las que llaman a la asociación cuando necesitan un perfil de los que forman: automoción, hostelería, chapa y pintura o fibra de vidrio.
De la Administración, Escudero reclama apoyo a través de cláusulas sociales que les den puntos (por sostenibilidad humana y laboral) y reserva de mercado en sus presupuestos de contratación pública; y de las organizaciones privadas, que recurran a ellos dentro de sus políticas de Responsabilidad Social Corporativa.