Los restos de la menor hallados junto a los de Eloy Campillo datan de los años 50 y no han servido para identificarla
La Sociedad de Ciencias Aranzadi ha completado el informe sobre los restos óseos rescatados de la sima Topinoria, pertenecientes al alcalde de Sotres Eloy Campillo y a una menor no identificada. Dicho informe recoge que la menor falleció en los años 50 del pasado siglo, pero no ha podido determinarse su identidad, dado que no ha habido ninguna coincidencia con las bases de datos que albergan información genética relacionada con personas desaparecidas.
Por lo que respecta a la causa de la muerte, el hecho de que sólo pudieran ser recuperados en torno a un 12% de los restos de la menor lleva a los forenses a extremar la prudencia, apuntando a que, con los datos disponibles, la causa más probable es el traumatismo cranoencefálico severo, si bien no es posible precisar si el mismo fue producido por un objeto contundente o por la propia caída en la sima.
En cuanto a la identidad de la persona a la que pertenecen los restos, el análisis forense ha determinado que se trata de un “individuo subadulto, posible mujer y de una edad estimada entre 12 y 14 años”. Además, Aranzadi encargó un análisis de Carbono-14 a la empresa ICA Inc. Sunrise, que es el que ha permitido determinar que la muerte se produjo “entre los años 1950 y 1960”. En la comarca no existe conocimiento de la desaparición de ninguna menor de esa edad y en esos años (o en décadas anteriores) por lo que sigue siendo un misterio quién pudo ser.
Restos de Eloy Campillo
Por otra parte, el informe también recoge el análisis forense realizado sobre los restos de Eloy Campillo. En este sentido, las pruebas forenses no han hecho sino confirmar la triste historia ya conocida: el asesinato de Eloy Campillo en abril de 1945 se produjo mediante un disparo. Así, el informe forense recoge que el origen “más probable de la muerte es el homicida y la causa más probable de la muerte traumatismo cráneo-cervical por arma de fuego”.
Con este informe se pone fin a la larga historia iniciada en 1945 en el entorno de Peña Maín (Sotres). Una emboscada organizada por la Guardia Civil se saldó con la muerte de Ceferino Roiz, dirigente de la “Brigada Machado”. Eloy Campillo, alcalde pedáneo de Sotres y guarda del Coto de caza de Picos de Europa, fue acusado por los guerrilleros de ser el responsable de la delación que había llevado a la acción de los guardias. Pese a que negó hasta el final esa acusación, fue asesinado de un disparo y arrojado a la sima Topinoria, si bien de su destino final sólo hubo rumores.
Ello llevó a que su familia emprendiera una búsqueda que se ha alargado durante décadas, y que comenzó a escribir su último capítulo en verano de 2018, gracias al hallazgo de sus restos por parte de espeleólogos madrileños y valencianos a -180 metros de profundidad. Los familiares, ayudados por Antonio Brevers (investigador sobre la guerrilla en Picos de Europa) y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, desplegaron una intensa actividad en diversas instancias judiciales y administrativas para poder recuperar los restos. Finalmente, con la colaboración de la Agrupación Espeleológica Ramaliega, en octubre de 2019 los restos fueron recuperados, y la Sociedad de Ciencias Aranzadi procedió a su estudio, para posteriormente devolverlos a la familia.
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