Ramiro Pinto publicó el primer libro en España sobre la renta básica. En 1998 vio la luz 'La revolución del paro' y en 2003 su segundo libro, 'Los fundamentos de la Renta Básica y la perestroika del capitalismo'. En 2018, quince años después, este concepto económico sigue siendo su gran caballo de batalla. En esta ocasión publica su tercer libro, 'Manual de renta básica: Propuestas para dignificar la vida'.
Este escritor autodidacta da respuesta ahora a los prejuicios contra la renta básica y busca demostrar que “es una medida posible y necesaria en la sociedad actual, tomada por la tecnología”. Ha presentado el libro este jueves en La Vorágine y señala que es “muy pedagógico porque da respuesta a todos los prejuicios que se han activado, a través incluso de economistas y profesores”.
La renta básica debería ser, según Pinto, “un derecho universal, personal e individual que tenga todo el mundo” y compara esta retribución con el derecho a voto o a la educación. La sociedad tecnológica actual está relegando el trabajo humano y, añade el escritor, “se han encarecido las políticas de empleo, nos llevan a una deuda cada vez mayor”. Pinto sentencia una frase que resume su teoría: “Hay que entender que el mundo del trabajo es un hilo que está siendo superado y que hoy es un gasto”. Con este escenario, propone una renta básica que se conseguiría financiar con el dinero que ya hay en las arcas públicas, pero reorganizando el modelo tributario: “Hay que redistribuir la riqueza, pero a través del empleo ya no sirve”, sentencia.
España no se convertiría en un país de vagos, asegura. “La gente se desincentiva porque la propia ley lo propicia. Aquí se tiene la mentalidad de la picaresca y eso la renta básica lo quitaría”, afirma el escritor. “En España -critica Pinto- ”todo está rebuscado y no coger un empleo temporal porque nos quitan la prestación y hay que esperar un año más no es ser vago, es tener sentido común“. El empleo temporal sería un complemento a la renta básica en el modelo que plantea.
“En las dos últimas legislaturas se hicieron recortes sociales y ahorro de gasto público para que bajara la deuda, pero ha aumentado porque se siguen incentivando las políticas de empleo y están costando una gran parte del presupuesto sin resolver el problema”, sostiene el escritor. También añade que la renta básica ha dejado de ser de izquierdas e “incluso los liberales, que estaban en contra, están a favor porque no saben quién va a comprar todo lo que producen con la tecnología”.
El escritor se refiere a movimientos que han creado un poco de presión sobre este tema, pero apunta que “ha habido muy poca información sobre estas cuestiones”. El problema, concluye, “no es si va a haber o no renta básica, sino cómo va a ser, porque ahí podemos entrar en la chapuza y en que se instrumentalice”.