En el año 2010, la Unión Europea decidió señalar el 22 de febrero como el Día Europeo de la Igualdad Salarial como una 'herramienta' más para tratar de concienciar y erradicar la discriminación por género que sufren las mujeres en cuanto a las retribuciones del trabajo. Desde entonces, el sindicato UGT elabora en España un informe que pone negro sobre blanco esta lacra. El último informe, presentado hace unos días, señala que los hombres ganaron a lo largo del año 2013 un 23,99% más que las mujeres y que esa diferencia, lejos de reducirse, ha aumentado en los últimos años. Si desglosamos los datos por comunidades, el resultado para Cantabria es estremecedor. La brecha salarial se incrementa hasta el 28,77%, de modo que las mujeres cántabras trabajan 'gratis' 105 días al año de media.
“La crisis no debería acrecentar la brecha si realmente caminásemos con una agenda pública comprometida con la igualdad”, sostiene Asunción Villalba, secretaria para la Igualdad y Protección Social del sindicato en Cantabria.
Los datos son tan escandalosos que hay a quien le puedan parecer difíciles de creer.
Tanto en el trabajo estatal como en el de Cantabria hemos utilizado la Encuesta Anual de Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en junio de 2015 con datos de 2013. Es la única estadística desagregada por sexo. Es decir, nos remitimos exclusivamente a datos oficiales.
¿A qué achacan esa diferencia de casi el 30%? ¿Seguimos siendo una sociedad tan machista y patriarcal?
Con estos estudios que elaboramos todos los años denunciamos la existencia de la brecha salarial y su persistencia, y en un caso como este año, su incremento. ¿Las causas? Hacemos un llamado a que se analicen. Usted apunta como una causa el machismo y lo será, pero a día de hoy no hay un análisis real de qué está pasando. Hay que hacerlo porque la situación es muy, muy preocupante.
Según la encuesta, el salario medio anual de las mujeres con contratos indefinidos es de 16.542 euros, pero si nos vamos al salario en los contratos de duración determinada estamos hablando de un sueldo de 13.150 euros. Es un 'infrasalario' terrible.
La brecha salarial siempre ha existido pero se ha acrecentado muchísimo en los últimos siete años. Es alarmante que en la UE la brecha salarial se está reduciendo, lentamente, pero la tendencia es a reducirse, mientras que en España, y en Cantabria particularmente, ha pegado un subida realmente estruendosa.
¿A qué otros factores o causas se puede achacar la brecha salarial por género?
Hay que distinguir entre dos tipos de discriminaciones. La directa es aquella que, para entendernos, salta a la vista: una mujer gana menos que el compañero que se sienta al lado y que hace el mismo trabajo. Esta discriminación normalmente no se produce. Las diferencias salariales devienen de otros temas. Lo que hay que buscar son las causas indirectas, que son más difíciles de detectar. Es una discriminación más sutil, más compleja y, por lo tanto, también más difícil de intervenir.
En algunos casos podemos intuir por dónde va. Una causa está ligada a la ocupación, es decir, a los trabajos que han desempeñado tradicionalmente las mujeres. Por ejemplo, es más fácil encontrarlas en la limpieza que en la construcción; y tiene que ver con que el trabajo femenino está infravalorado. Como decía antes el tema de “trabajamos en lo mismo, ganamos lo mismo”, ya está superado, salvo excepciones muy puntuales. El problema es definir qué son empleos de igual valor. ¿El trabajo del cuidado de una persona mayor es un trabajo de menor valor que un albañil?
Una de las causas de la brecha salarial es porque algunos trabajos asociados a las mujeres tienen menor valor de mercado que algunos que están ligados a los hombres. En este sentido, parece que el cuidado de las personas se minusvalora, se piensa que es un trabajo fácil, que lo hace cualquiera y que, por lo tanto, se puede precarizar, mientras que otros trabajos están más valorados socialmente no porque tengan más valor sino porque lo desempeñan varones.
Otro motivo es el problema en la promoción de las mujeres.
Hay muchos componentes y hay que darle una solución. Es un tema que ha tomado como propio el Parlamento Europeo, y no puede ser que en Cantabria las mujeres trabajen de media al año 105 días de forma gratuita en comparación con los hombres.
¿En qué sectores es más habitual?
Los sectores en los que la brecha salarial es más acusada es en el sector denominado como 'otros servicios'. Es un término muy genérico, una especie de cajón de sastre, en el que tendríamos desde empresas de trabajo temporal hasta servicios de limpieza, domésticos o de cuidado a las personas, es decir, aquellas profesiones más feminizadas y de menos cualificación.
¿Cómo afecta esta discriminación a la independencia de la mujer?
Su independencia económica es absolutamente inviable puesto que los salarios no le van a permitir desarrollarse en libertad. Con lo cual, se retroalimenta la dependencia de la mujer sobre los varones u otros. Si a esto le añadimos la falta de reparto de tareas del hogar y del cuidado de personas dependientes y procedemos a valorizar estas tareas, estaríamos hablando de que la brecha salarial es el doble.
Mencionaba antes que la evolución es negativa, ¿debido a la crisis económica?
Evidentemente ha afectado a la caída del poder adquisitivo aunque la crisis no debería acrecentar la brecha si caminásemos con una agenda pública comprometida con la igualdad, pero los datos lo que ponen de manifiesto es el escaso compromiso público. No obstante, convertir algo en la causa única no sería lo más apropiado.
El propio informe también analiza la diferencia salarial en relación a la edad y descubrimos que a mayor edad, mayor tendencia a que la brecha se ensanche, con lo cual podemos concluir que la discriminación se produce desde el momento de la entrada de las mujeres en el mercado laboral y que continúa a lo largo de toda su carrera.