300 tutores de un total de 80 centros escolares públicos y concertados se han apuntado al programa de becas BIP organizado por la Consejería de Educación para la formación de futuros docentes de la región. El dato de inscritos supera en uno al número de candidatos presentados que cumplían todos los requisitos necesarios para poder optar a esta beca.
Estos docentes se incorporarán a los centros escolares a partir del próximo 15 de febrero y completarán su formación bajo la supervisión de un tutor que les guiará durante los cuatro meses de estancia en el centro.
El MIR docente, como se conoce popularmente a este programa, recibió el rechazo frontal de sindicatos que conforman la Junta de Personal Docente de Cantabria, que califica de “farsa” esta nueva medida adoptada desde la Consejería. Además, también recibieron el apoyo de los representantes de alumnos y profesores, que no lo consideran una necesidad después de haber denunciado la falta de fondos para cubrir las becas de material escolar.
Inicialmente, el programa estaba dotado con 1.200.000 euros y convocaba 500 plazas para todos aquellos graduados en Magisterio que cumpliesen los requisitos establecidos por la Consejería. Cada uno de ellos recibirá 560 euros al mes como remuneración, algo que, según los representantes de la FAPA, “es una manera de obtener mano de obra barata y rebajar las cifras de desempleo”.
Los encontronazos entre el actual Gobierno autonómico y los sindicatos y plataformas de apoyo a la educación pública han sido una constante durante esta legislatura. Por ello, desde estas organizaciones se instó a los colegios y profesionales de la enseñanza pública a que no solicitasen la presencia de un becario en su centro.