Entre aplausos y vítores de centenares de compañeros, con los puños en alto, fundiéndose en abrazos y reivindicando la educación pública. Así han terminado los diez días de encierro docente en el Gobierno de Cantabria por la adecuación salarial: “Entramos nueve y salimos nueve mil”, han destacado los representantes sindicales nada más cruzar la puerta de la sede de Peña Herbosa. No obstante, el conflicto con el Ejecutivo que encabeza María José Sáenz de Buruaga (PP) no acaba aquí.
Los profesores han anunciado nuevas acciones reivindicativas hasta que la Administración “entre en razón”, como convocatorias de paro, huelgas o nuevas manifestaciones, que se sumarían a la masiva movilización que tuvo lugar este miércoles frente a la Consejería de Educación de Sergio Silva (PP). “No descartamos ningún método en esta lucha contra un Gobierno que se ha mostrado irrespetuoso, intransigente, autoritario y manipulador”, han asegurado los sindicalistas del encierro, que siguen reclamando una propuesta concreta con cuantías y plazos.
Por lo pronto, ya han puesto fecha para la primera medida: “El 3 de diciembre nos volveremos a encerrar en los centros educativos, sin miedo, para seguir tejiendo lazos de compañerismo, evidenciar el descontento con las políticas de este Gobierno y generar espacios de organización que multipliquen nuestra fuerza”, han expresado a su salida, donde les esperaba una concentración de 300 compañeros.
“Salimos hoy, tras una movilización histórica en la que quisimos que el protagonismo fuera de la reivindicación y no de quienes hemos estado aquí encerrados, que al fin y al cabo somos una herramienta al servicio de la causa; las victorias no las conseguimos los representantes sindicales, sino el colectivo docente”, han expresado durante la lectura de un comunicado.
Así, entre gritos de “es ahora” -tal y como reza la campaña que sostiene esta causa- y con las linternas de los móviles en alto, 'los 9 de Peña Herbosa' han puesto fin al encierro para sumarse al resto de iniciativas de lucha del colectivo, que lleva 16 años esperando su adecuación retributiva.
Emocionados, han agradecido “las incontables muestras de solidaridad” recibidas, y han recordado los momentos iniciales de su confinamiento en las dependencias del Ejecutivo, los más duros por las condiciones a las que estuvieron sometidos. “Han llegado a negarnos la entrada de comida, de muda, de asistencia médica y a pedir nuestro desalojo por la fuerza. No se nos ha permitido ni breves salidas al patio para ver la luz del sol”, han denunciado.
Y a partir de ahora, han dicho, seguirán “incrementando la presión” hacia el Ejecutivo del Partido Popular. “¡Vuelve la marea verde!”, han exclamado. “Seguimos apretando hasta conseguir la adecuación sanarial, lineal, general y no condicionada que merecemos en avance hacia la mejora del sistema educativo público y nuestras condiciones laborales”, han concluido.