Cantabria ha aprobado este lunes su primera Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación que blinda la financiación y atrae y retiene talento investigador. Esta norma, que ha salido adelante en el Parlamento autonómico por una amplia mayoría -solo ha sido rechazada por los dos diputados de Vox-, establece, como principales medidas, que un 3% de los presupuestos de la comunidad se destine a investigación, desarrollo e innovación antes de 2027. Además, se marca para ese año el objetivo de duplicar el personal investigador de Cantabria.
El vicepresidente y consejero, Pablo Zuloaga (PSOE), entre cuyas competencias se encuentra esta materia, ha sido el encargado de presentar en la Cámara autonómica esta ley que, en sus propias palabras, “va a sentar las bases del cambio de modelo productivo en nuestra región para avanzar en la economía del conocimiento”. Se trata, por tanto, de una norma “muy necesaria” que nos hace “más Europa, más España y más Cantabria”.
La ley, que ha llegado al Pleno del Parlamento con 11 enmiendas pactadas por todos los grupos en comisión, ha salido adelante por 32 votos a favor y dos en contra de los representantes de la extrema derecha, quienes, pese a participar en las enmiendas acordadas, finalmente han dado su 'no' por el apartado sobre la igualdad de género que recoge la norma.
Por su parte, el resto de grupos de la oposición, pese a votar a favor, han recriminado a Zuloaga que a la norma que llegó al Parlamento ha habido que aplicarle reformas “de profundo calado” por todos los grupos, incluidos de PRC y PSOE, los que sustentan al Ejecutivo.
No obstante, el vicepresidente ha defendido esta ley como “valiente” y que sitúa “al I+D+i como un baluarte fundamental”. “La ciencia, la tecnología y la innovación son factores que determinan la competitividad de las sociedades modernas y consecuentemente sus posibilidades para lograr una sociedad del bienestar basada en la economía del conocimiento y alejada de la economía de los recursos”, ha expresado, para después añadir que “el conocimiento no tiene límites, pero los recursos naturales sí”.
Cuatro pilares
Así pues, esta norma gira en torno a cuatro pilares básicos: la financiación, la planificación estratégica, la contratación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En cuanto a financiación, en “alineamiento con los objetivos de España, se define un objetivo legal vinculante de financiación pública de la I+D+i, en concreto, el 3% de los presupuestos antes de 2027 citado anteriormente. ”Es un elemento que nuestras investigadoras e investigadores, tecnólogos y tecnólogas nos han pedido en reiteradas ocasiones“, ha señalado Zuloaga, quien ha detallado que en 2020 en España fue de un 1,41% y en Cantabria de un 0,93%.
“La Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación establece un valor objetivo de 2,12% por lo que resulta evidente que tanto España como Cantabria se encuentran actualmente muy lejos de este objetivo”, ha afirmado.
Sobre planificación estratégica, la ley crea el Consejo de Política Científica, Tecnológica y de Innovación de Cantabria cómo máximo órgano gestor de la I+D+i cántabra, que se apoyará en la ya existente Sodercan y en la nueva Fundación de Investigación y Transferencia de Cantabria. Asimismo, se elaborará una Estrategia Plurianual de Ciencia, Tecnología e Innovación que será “un documento fundamental para el cambio de modelo productivo, al orientar el conjunto de actuaciones y decisiones de inversión pública regional”.
En tercer lugar, la ley recoge la contratación de personal investigador y tecnólogo con carácter indefinido que realizará sus labores de investigación en las sedes de los agentes públicos y privados del sistema de ciencia, tecnología e innovación. El objetivo es pasar de 2.000 a 4.000 personas investigadoras en equivalente a jornada completa por cada millón de habitantes. “Hablamos de empleo de calidad, estable, que a su vez traiga prosperidad y futuro para Cantabria”, ha enfatizado Zuloaga.
Finalmente, la norma contempla estar alineada con los ODS y la Agenda 2030, así como “luchar contra un problema real como es la brecha de género que existe también en el mundo de la ciencia”. “Por eso este proyecto formula una representación adecuada de mujeres en los órganos de gobierno, adecuada al peso real que ellas tienen en nuestro sistema de ciencia, tecnología e innovación, así como de un conjunto de iniciativas para que la ciencia y la tecnología sean una cuestión desligada del género”, ha sentenciado el vicepresidente cántabro, no sin antes hacer referencia al “conocido lema” de que “sin ciencia no hay futuro”.