Cantabria detecta un incremento de casos COVID entre jóvenes y “muchos brotes” familiares y relacionados con la hostelería

Los últimos datos epidemiológicos de Cantabria, que apuntan a un inminente paso al nivel 3 de alerta sanitaria con sus correspondientes medidas restrictivas, desprenden que parte importante de los nuevos contagios se han producido entre jóvenes, y en ámbitos familiares y relacionados con la hostelería.

“Muchos brotes”, han subrayado el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE), y el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, en una comparecencia para anunciar el paquete de medidas que prevé aplicar la comunidad a finales de esta semana si la incidencia acumulada a siete días alcanza los 75 casos.

Cuestionado por la hostelería, que casi con toda seguridad verá sus interiores cerrados de nuevo, el titular de Sanidad ha hecho hincapié en que el sector “no es el culpable”. “Por desgracia es una actividad que implica que la que gente se quita la mascarilla y está en contacto cercano”, ha explicado, remarcando que hay “evidencias científicas más que de sobra” que corroboran que esa circunstancia favorece la transmisión del virus.

En este sentido, Rodríguez ha defendido “el rigor” del Gobierno autonómico en aplicar las normas y prohibiciones en este ámbito, como lo han hecho otras comunidades, lo que ha permitido que la Justicia no las haya tumbado ante las sucesivas reclamaciones de los hosteleros.

Asimismo, el responsable de Salud Pública ha dado cuenta de que entre los jóvenes predomina la mayor incidencia acumulada. En concreto, en el grupo de personas de 10 a 20 años está en 120 casos, mientras que en el de mayores de 65 se encuentra en 45. “Se está comportando muy bien”, ha resaltado sobre este último. Respecto a los mayores de 80, el colectivo más vacunado, se mantiene “estable y no crece”, registrando alrededor de 15 o 20 casos por semana.

Por otro lado, preguntados por las zonas de la comunidad con peor situación epidemiológica, ambos han indicado que el aumento de casos se ha dado especialmente en la zona occidental de Cantabria, en las áreas sanitarias de Torrelavega y Reinosa. Y aunque municipios como Polanco, San Felices y los Corrales de Buelna estaban “bastante mal”, han mejorado y actualmente sus indicadores no hace necesario tomar medidas extraordinarias en ellos.