Cantabria permite contacto físico entre residentes y familiares y la reapertura de centros sociales tras concluir “con éxito” la vacunación
El nuevo protocolo aprobado por el Gobierno de Cantabria para los centros de mayores permite el contacto físico entre residentes y familiares, así como la entrada de menores. Se flexibilizan, por tanto, las medidas existentes hasta ahora, una vez que el proceso de vacunación e inmunización frente al coronavirus ha concluido “con éxito” en todas las residencias de la comunidad autónoma. Además, el documento, publicado en una edición extraordinaria del Boletín Oficial de Cantabria (BOC), autoriza la reapertura de los centros sociales de mayores a partir del próximo lunes, 29 de abril.
El Ejecutivo autonómico, a través de la Consejería de Empleo y Políticas Sociales, adopta esta medida ante la reducción de los contagios por COVID entre los usuarios de estos centros, una vez que el proceso de inmunización se ha completado transcurridas unas semanas desde la finalización de la campaña de vacunación.
Cantabria, a diferencia de otras comunidades autónomas, ya permitía las visitas a las residencias desde el pasado 26 de mayo, así como las salidas de los residentes, recuerda el Gobierno en un comunicado. Ahora, el nuevo protocolo elaborado por el departamento que dirige Ana Belén Álvarez amplía el número de visitas que pueden recibir los residentes, así como su duración, que estaba limitada a una hora.
El documento informa a los residentes, trabajadores y familiares que, aunque existe un “riesgo significativamente menor” de padecer la enfermedad después de la vacunación, este “no desaparece por completo”, ya que la vacuna no garantiza una “protección total”.
Por este motivo, se incide en que el funcionamiento de los centros se ajustará al “estricto” cumplimiento de las medidas generales de protección y seguridad, tanto para trabajadores como usuarios (distancia de seguridad, higiene, protección, ventilación, desinfección de estancias y materiales comunes).
Otra de las novedades es que para la incorporación de un nuevo trabajador será necesario que haya recibido, al menos, la primera dosis de la vacuna o, en su defecto, una prueba de diagnóstica con resultado negativo. En este último caso, se promoverá su vacunación lo antes posible y se extremarán las medidas de precaución hasta completar la pauta de vacunación.
En cuanto a los residentes, se mantiene la conveniencia de establecer grupos convivenciales para las actividades y se asegurará el cumplimiento de las medidas de prevención cuando haya contacto entre los diferentes grupos en comedores salas de rehabilitación, gimnasios, capillas u otros lugares semejantes. Lo mismo ocurrirá en los centros de atención diurna, donde seguirá un criterio de agrupamiento para que, en caso de posible contagio o sintomatología de un usuario, se pueda intervenir rápidamente.
Como criterios generales, el protocolo recuerda que no deberán acudir a los centros trabajadores que tengan síntomas compatibles y que todos deberán contar con un Plan de Contingencia y con un coordinador COVID, como se acordó desde el inicio de la pandemia.
Además, cada residencia deberá disponer de la capacidad de aislamiento individualizado para, al menos, el 10 por ciento de sus usuarios. También se autoriza la prestación de servicios de peluquería y podología, siempre con cita previa y garantizando la protección del profesional y del usuario con mascarilla, así como la limpieza y desinfección de utensilios y superficies después de cada uso.
Visitas
La dirección del centro continuará coordinando las visitas y la entrada de familiares para asegurar su escalonamiento, procurando que las mismas pueden ser diarias. Estas se organizarán en función de las características de cada instalación y se efectuarán siempre con cita previa, por un tiempo limitado de al menos una hora. Asimismo, se permitirá las visitas con niños siempre que se garantice un espacio específico para ello.
Las visitas se realizarán, generalmente, en dependencias con acceso directo desde el exterior, a fin de evitar la deambulación por el centro. En todo caso, las estancias y el mobiliario se desinfectarán tras cada visita y los visitantes acudirán provistos de mascarilla, que deberán abrir y colocarse tras el lavado de manos en presencia del personal del centro. Y no está permitido introducir comida sin envasar u objetos del exterior que no sea posible desinfectar.
Centros sociales de mayores
En los centros sociales de mayores se determinará el aforo máximo de las distintas dependencias y espacios comunes, así como de aquellos lugares en los que se podrán desarrollar actividades, realizando los ajustes en la organización horaria que resulten necesarios para evitar el riesgo de coincidencia masiva de personas. En el acceso así como en las salas de uso común deberá existir cartelería informativa recordatoria de medidas de seguridad, así como dispensadores de gel hidroalcohólico. Además, se controlarán los usuarios que acceden al centro, así como los que participan en talleres o actividades o usen servicios disponible en el centro.
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