Cantabria ha vuelto a salir a la calle para reclamar el fin del machismo en este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. En este año marcado por la pandemia, los colectivos feministas han visibilizado el incremento de la violencia de género durante la alerta sanitaria a través de una concentración en la Plaza del Ayuntamiento de Santander en la que se han respetado las medidas de seguridad y, a pesar del silencio, se ha podido percibir más que nunca la llamada de auxilio de las mujeres.
Con mascarillas y una distancia de seguridad que no ha logrado separar a las manifestantes, la Comisión 8 de marzo ha señalado directamente a los poderes públicos como únicos responsables de hacer efectivo el principio de igualdad entre mujeres y hombres. “Sabemos que la desigualdad es el origen de esta violencia hacia las mujeres, por ello reclamamos los marcos legislativos que garanticen el ejercicio de nuestros derechos”, han explicado.
El colectivo, que ha leído su comunicado con motivo de este 25N, también ha recogido cuáles son las peticiones concretas para alcanzar la igualdad: “Que se nos reconozcan los derechos específicos conforme al Convenio de Estambul, que haya una dotación presupuestaria específica para acciones directas y estructurales, que las administraciones se coordinen y tengan una voluntad real para construir una sociedad en igualdad y libertad, y que se otorguen órdenes de protección a las menores en situaciones de violencia de género”.
Por último, y para concluir la lectura del manifiesto, la Comisión 8 de marzo ha clamado con uno de sus lemas más característicos: “Contra el terror machista, lucha feminista”. Y aunque esta vez ese lema haya tenido que escucharse sin abrazos, gritos y pancartas conjuntas, sin duda este 25N quedará en la memoria colectiva como ese día en el que se luchó de forma silenciosa para defender la misma lacra de siempre.