Solo dos semanas han servido para cambiar una tendencia decreciente y convertirla en una nueva escalada de la COVID. Y es que a pesar de la flexibilización de las limitaciones de movilidad y su posterior rectificación, parece que la pandemia está volviendo a golpear con fuerza en Cantabria en lo que ya se denomina 'tercera ola'. Comparando los datos del 23 de diciembre, el día previo a la Nochebuena, con los del 7 de enero, la jornada posterior a Reyes, es decir, teniendo en cuenta todo el periodo navideño, la comunidad ha perdido por coronavirus a 26 personas y ha pasado de los 378 muertos a los 404.
Además, ha sumado 1.532 casos de COVID-19 durante estas fechas, lo que ha venido provocado precisamente por ese cambio de tendencia. El día previo a la Nochebuena, Cantabria registró 74 casos nuevos, un dato relajado y en la línea de los notificados durante las semanas previas a la Navidad, pero esta inclinación hacia la mejora se rompió por primera vez el 29 de diciembre, solo cinco días después de la primera celebración familiar, cuando la comunidad volvió a registrar cifras por encima del centenar con 112 casos nuevos.
El primer día de 2021 volvió a ser clave y marcó un nuevo récord con 148 casos, un número que se aproximaba a las cifras de finales de octubre, justo en el inicio de la segunda ola en la comunidad. Desde entonces, los nuevos casos se han mantenido estables alrededor de esas cifras y el 7 de enero se han registrado 136 positivos. Este repunte diario ha provocado que la tasa de positividad también se dispare y pase del 5,6% previo a las fiestas al 8,9% de después.
Pero el dato que más destaca es el de la incidencia acumulada a 14 días, ese parámetro que los expertos utilizan para conocer hasta qué punto la pandemia está controlada. Este indicador se mide analizando el número de casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en las últimas dos semanas, y mientras el 23 de diciembre ascendía a 165, el primer día de después de las fiestas se encuentra en 241, o sea, 76 puntos por encima. Cabe recordar que según estableció el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, a partir de los 250 casos ya se considera riesgo muy alto.
Y como no podía ser de otra forma, con el aumento de casos diarios y, por consiguiente, de la incidencia, también han crecido los hospitalizados, que en esta ocasión han pasado de los 78 ingresados a los 106 en estas dos semanas de fiestas, con 28 pacientes más en los hospitales cántabros. Por tanto, la ocupación hospitalaria también ha aumentado y, mientras el 23 de diciembre se encontraba en el 5,3%, el 7 de enero ya ha alcanzado el 7,2%.
Algo similar ocurre con las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), que también han sufrido un incremento en su ocupación, sobre todo durante los últimos días. De esta forma, antes de Nochebuena eran 22 las personas en estado crítico en Cantabria, y el día de Reyes, 26. Sin embargo, el 7 de enero este dato ha vuelto a descender hasta los 23, lo que sigue subiendo el porcentaje de ocupación en UCI, que ha pasado del 20,2% al 21,1%.
Los casos activos también siguen disparándose y ya son 102 más que antes de las fiestas, lo que se debe en parte a los recuperados, que han crecido en más de 1.300 personas durante este periodo. Por su parte, las residencias están viviendo un descanso dentro del caos general, ya que han conseguido pasar de los 180 usuarios y 94 profesionales infectados, a los 30 usuarios y 34 profesionales contagiados de la actualidad.