Cantabria ha sumado otras cinco personas fallecidas por COVID-19 en las últimas horas, con lo que ya ascienden a 463 los muertos por el coronavirus, y los nuevos casos se han incrementado en 277, de los que 201 se detectaron este miércoles -73 más que el día anterior- y 76 en lo que va de jornada de este miércoles.
Son datos de los que ha informado en la rueda de prensa del Consejo de Gobierno su vicepresidente y portavoz, Pablo Zuloaga (PSOE), que ha precisado que este miércoles han fallecido cuatro personas y a primera hora de esta mañana de jueves una quinta. Se trata de tres mujeres de 76, 77 y 84 años, y dos varones de 83 y 91 años.
Con los datos actualizados a las 8.00 horas, los acumulados positivos ascienden a 23.291 y los curados a 19.450 (el 84%) de modo que los activos son 3.378. Además, hay 3.174 personas en cuarentena domiciliaria y 204 personas hospitalizadas (dos menos que el miércoles), de las que 34 están en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), una más.
Por hospitales, hay 142 ingresados en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, 33 en Sierrallana, 26 en Laredo y uno en el Tres Mares. La ocupación hospitalaria es del 13,8% (14% el miércoles) y la de las UCI del 31,2%, superior a la de ayer (30,3%).
Actualmente, la incidencia acumulada a 14 días en Cantabria es de 392 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un ligero repunte respecto a la de hace 24 horas (388), y el porcentaje de positividad de las pruebas de detección del virus es del 8,7% (9,3% el miércoles). Así pues, todos estos datos siguen situando a Cantabria en un nivel de alerta 4.
Específicamente, la situación en las residencias sigue estable, la mayoría sin casos activos, con la excepción de los brotes en los centros de Puente Viesgo, Vega de Pas y Bimbiles (Santa Cruz de Bezana), este último “en claro descenso”, según Zuloaga. En total, en este ámbito hay 122 casos activos y 59 entre los profesionales.
A preguntas de la prensa sobre si las medidas adoptadas en Cantabria de cara a la Navidad fueron suficientes visto el número de casos actual, Zuloaga ha subrayado que la región es la segunda con menor incidencia acumulada tras Canarias y la de menor incidencia en la Península.
Y ha enfatizado que Cantabria “no sucumbió a las presiones” de diferentes ámbitos para adoptar entonces medidas “más relajadas”, sino que mantuvo las restricciones de aforos o la prohibición de consumir dentro de los establecimientos hosteleros, entre otras. Por contra, hubo otras comunidades que decidieron adoptar medidas “más aperturistas” y ahora tienen mayor incidencia acumulada que Cantabria, ha señalado.
“Eso no significa que podríamos haber tomado decisiones más duras pero la realidad es que Cantabria, con las decisiones que tomó, es la comunidad dentro de la Península que mejor se está comportando”, ha destacado.
De hecho, ha dicho que con datos a día de hoy (aunque serán diferentes mañana), en los últimos cuatro días la curva de la incidencia en Cantabria “ve una situación de aplanamiento” incluso con tendencia a la baja. Aunque se trata de un dato “volátil y voluble”, la tendencia de crecimiento de la incidencia acumulada que se ha observado en las primeras semanas de enero se ha estabilizado en esta última, ha señalado. Sin embargo, ha advertido que con los datos de hoy de 200 nuevos positivos, la incidencia acumulada “volverá a subir mañana”.
Además, el vicepresidente ha recordado que Cantabria tiene implantadas medidas generales y específicas desde ayer, con el cierre perimetral y confinamiento de los municipios de Laredo, Colindres, Santa María de Cayón y Polanco, para contener la evolución del virus.
En cuanto a la cepa británica y cuestionado por si hay un “descontrol” en al comunidad en relación al número de casos, Zuloaga ha subrayado que Cantabria “está siendo muy transparente” en el análisis de los datos, y tiene unas cifras “que no se reflejan en las del Estado” en cuanto a incidencia de esta cepa. La Consejería de Sanidad mantiene que un 35% de los nuevos contagios se deben a esta cepa, frente al 10% que sostiene el Estado a nivel general.
El vicepresidente ha afirmado que la comunidad está “muy pendiente” de la evolución de esta cepa, que además de ser más contagiosa, afecta a personas “cada vez más jóvenes”.
En cuanto al partido de la Segunda División B entre el Laredo y la Real Sociedad B, que está previsto que se celebre este domingo 31 en la villa pejina, que está confinada, Zuloaga ha dicho que el decreto de confinamiento --que incluye la suspensión de la actividad deportiva-- “choca” con la exclusión de las competiciones nacionales y por eso el Gobierno está desde ayer en conversaciones con el Consejo Superior de Deportes (CSD) para “aclarar esta circunstancia”.
“La evolución de la pandemia y los datos de Laredo acreditan la necesidad de posponer la celebración de estos encuentros pero lo haremos en el marco de la regulación estatal y por eso cuando haya una respuesta del CSD se trasladará a los equipos”, ha dicho.
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