Tras las buenas noticias del sábado, el domingo ha vuelto a llevar a Cantabria a un panorama al que, tristemente, cada vez está más acostumbrada.El motivo son las cuatro muertes que se han sumado en este día a la lista de 328 fallecidos por la COVID-19 en la comunidad desde el inicio de la pandemia. Se trata de dos hombres de 84 y 94 años, y de dos mujeres de 92 y 94 años.
Además, y pese a la bajada de pruebas característica del fin de semana, se han notificado 128 casos nuevos, es decir, 24 positivos más que en la jornada anterior. Este dato vuelve a aumentar la positividad de Cantabria y la hace pasar del 10,1% al 10,8% en solo un día.
Sin embargo, la incidencia acumulada a 14 días, que el sábado bajó de 300 por primera vez desde finales de octubre, continúa con ritmo descendente y este domingo se sitúa cuatro puntos por debajo que el día anterior, en 292.
En lo que respecta a los casos activos, estos bajan hasta los 3.754, de los que 3.585 se encuentran en cuarentena domiciliaria y 169, que es el mismo dato que el día anterior, recibiendo atención hospitalaria. No obstante, sí se ha reducido el número de ingresados en estado crítico, ya que las Unidades de Cuidados Intensivos han bajado en uno sus hospitalizados y ahora son 28. Ambos datos han dado como resultado un mantenimiento en el porcentaje de ocupación hospitalaria, que sigue fijo en 11,5%, y una bajada moderada de la ocupación en las UCI, que se encuentra en 25,7%.
Los acumulados positivos desde el inicio de a pandemia son 17.227, de los que 13.145 ya se han recuperado (312 más que el sábado). Asimismo, el total de test realizados hasta el momento llega a 306.026, lo que se traduce en 52.646 casos por cada 100.000 habitantes.