Comisiones Obreras ha vuelto a exigir más medios materiales y humanos, es decir, más personal de vigilancia, para garantizar la seguridad en el transporte ferroviario tras la muerte de un joven de 21 años en el apeadero de Boo de Piélagos tras recibir una brutal paliza.
En un comunicado, el sector de la seguridad privada de la Federación de Hábitat de CCOO ha señalado en que la muerte del joven ha vuelto a poner sobre la mesa la “creciente inseguridad” en las estaciones y trayectos ferroviarios; un hecho que el sindicato ya manifestó el pasado verano cuando denunció el incremento de las agresiones a los vigilantes de seguridad que trabajan en las infraestructuras de Renfe.
Una denuncia que propició que los responsables de Renfe y Prosegur aceptaran reunirse con CCOO en la Delegación del Gobierno para abordar esta cuestión y “que no tuvo más recorrido”.
Al respecto, el responsable de Comunicación del sector de la Seguridad Privada de la Federación de Hábitat, Jesús Rodríguez, ha considerado que la reunión se produjo “más por acallar el impacto mediático de aquella noticia que por la seguridad real de vigilantes y ciudadanía usuaria del servicio de trenes. Hubo muy buena disposición por parte de la entonces delegada, Ainoa Quiñones, pero al final las palabras se las llevó el viento y no se consumaron en hechos”.
De ahí que, ante el “terrible suceso” del sábado, la federación haya vuelto a reclamar más medios y personal de seguridad en las infraestructuras ferroviarias y haya afeado los argumentos del responsable de seguridad de Renfe, Rafael Arroyo, quien se desplazó a Cantabria para dicha reunión y señaló que, con independencia de los incidentes sucedidos en varias estaciones y puntos “conflictivos” de las líneas ferroviarias, el número de viajeros en Cantabria no justificaba un mayor gasto en seguridad más allá de algunas leves medidas cosméticas de poca o ninguna eficacia, según ha trasladado el sindicato.
“El tiempo y el último suceso, que ha sido el más grave y la gota que ha colmado el vaso pero que no ha sido el único, nos da la razón. Ya entonces presentamos a Renfe y a Prosegur, que era la adjudicataria del servicio en ese momento, un documento que recogía una serie de medidas de sentido común y con un coste asumible para mejorar la seguridad de todos y todas, y que Rafael Arroyo se negó a recoger”, ha criticado Rodríguez al respecto.
El punto más importante de dichas medidas era la necesidad de patrullar en binomios y nunca en solitario y, si no era posible en todos los casos, al menos en determinados momentos y estaciones puntuales, cuando era previsible un aumento de la conflictividad.
“Ninguna de las medidas propuestas se ha implementado con efectividad a día de hoy”, ha asegurado CCOO, así como que la nueva adjudicataria del servicio de seguridad, la UTE I-Sec Spain Aviation-Alerta y Soluciones de Seguridad SL, ha comenzado “con evidentes deficiencias en el equipamiento y en la subrogación del personal y, al menos de momento, no parece que vaya a mejorar en nada a su predecesora”.