En pleno debate político y social sobre la implantación de parques eólicos en Cantabria, la publicación por parte del Gobierno autonómico de un informe de impacto ambiental desfavorable a uno de los proyectos, el de Garma Blanca, puede arrojar luz sobre un asunto que trae cola desde hace tiempo. Así todo, el Ejecutivo sigue apuntando al Ministerio de Transición Ecológica como último responsable: “Nosotros solo informamos”, asegura Guillermo Blanco, consejero de Medio Ambiente, al respecto, tras valorar las protestas vecinales organizadas contra estos parques. “Me preocupa, respeto y entiendo la movilización”, reconoce, al tiempo que hace hincapié en que “la ciudadanía de Cantabria ahora puede estar segura de que va a tener certidumbre”: “Favorable o desfavorablemente vamos a contestar a todos”, indica.
Acabamos de conocer el informe desfavorable al proyecto de Garma Blanca. ¿Por qué lo hace público ahora el Gobierno?
No ha sido ahora. Fue firmado y enviado al Ministerio, que es el ente consultivo. Al pasar de los 50 megavatios es quien lo tramita, no el Gobierno de Cantabria.
Su departamento entiende que Garma Blanca presenta unos impactos “que no se pueden solventar y son inasumibles”. ¿Por qué no se ha puesto de manifiesto en el periodo de alegaciones en lugar de a través del informe actual?
Aquí hay una confusión. Nosotros somos un ente informante. La Consejería de Medio Ambiente, concretamente el servicio de impacto y autorización ambiental que pertenece a la Dirección General, informa, pero no es alegante. Es un informe preceptivo que nos pide el Ministerio. No tenemos que alegar, sino informar, en este caso desfavorablemente.
No tiene que alegar, ¿pero si puede hacerlo como han hecho otras administraciones como algunos ayuntamientos, no?
Sí, el Gobierno en su conjunto puede alegar, pero la Consejería de Medio Ambiente y el consejero con el que hablas lo que hace es informar porque estamos obligados a ello y, además, proponemos al Ministerio que dictamine declaración de impacto ambiental desfavorable. Hemos hecho un estudio y un análisis técnico.
Los argumentos que defienden en el informe son, en su mayoría, los mismos que los ecologistas, oposición y vecinos llevan defendiendo meses. ¿La presión popular ha condicionado este documento?
No, en absoluto. Los políticos estamos a la escucha de la calle, como no puede ser de otra forma, pero quien informa sobre esto son trabajadores públicos, funcionarios de carrera, que son objetivos. Por supuesto que están en la calle y escuchan, pero el informe no sale por lo que hayan dicho unos u otros. Los nueve principales motivos que aportan coincidirán en algunos casos, imagino que aquí habrá bastantes más novedosos, con las alegaciones que han hecho los ayuntamientos, los particulares y lo que se ha escuchado en la calle. Pero aunque estamos a la escucha de la calle, en absoluto se me ocurriría a mí decir a los funcionarios lo que tienen que informar, son profesionales que estudian el trabajo técnicamente.
¿Les preocupa la movilización que se ha generado en torno a los parques eólicos?
Me preocupa, lo respeto y lo entiendo. ¿Cómo no vamos a respetar y entender lo que la gente del entorno opina? Lo hace, además, con legitimo derecho. Creo que todo el mundo en Cantabria entiende la necesidad que existe de una energía alternativa como la eólica. Se lo he escuchado estos días a los cinco grupos del Parlamento que representan también a la sociedad de Cantabria. Esta comunidad debe intentar alcanzar vagones más avanzados de donde se encuentra porque estamos en el de cola, junto a Baleares. Tenemos que alcanzar mejores puestos y tenemos condiciones para ello, pero atendiendo a lo que hemos estado escuchando y a lo que todo el mundo piensa, tal y como ha dicho el presidente, Miguel Ángel Revilla, al que suscribo sus palabras: Cantabria no se va a convertir en un parque eólico, pero sí necesita esa energía. Habrá lugares donde se podrán instalar aerogeneradores y otros, como Garma Blanca, en los que entendemos que no. Además, uno de los principales motivos del informe señala que no se contempla la necesaria interrelación con otros tres parques eólicos: Ribota, Amarantas y Quebraduras. Eso quiere decir que esos tres tampoco están contando con este que se ha informado desfavorablemente, con lo cual, blanco y en botella.
Y sobre Ribota, que está actualmente en periodo de alegaciones, ¿cuándo emitirán un informe?
Saldrá en los próximos días. Están saliendo en la medida que nos han ido llegando. Primero fue Garma Blanca y creo que Ribota está en segundo lugar. Veremos a ver cuál es el sentido de ese informe. Yo te aseguro que lo desconozco hasta que los técnicos me lo ponen encima de la mesa. Yo escucho la calle, tengo mi opinión personal, pero de quien me fío es de quienes me dicen cuál es la constitución del subsuelo, del espacio, cuáles son las especies de la zona, los acuíferos a los que se condiciona, la tramitación de los accesos al escenario y las alternativas que el documento de alcance ya le exigían al promotor. En ese documento ya se le exige al promotor que haga interacción con agentes del entorno y que evalúe su afección al medio social. No que hable de la contestación social que hay en la calle, sino que trate del desarrollo rural.
¿Cuánto tiempo se tarda más o menos en elaborar un informe de este tipo?
Estamos en momentos de hacerlo. Lo que sí tiene que quedar claro es que durante bastante tiempo en Cantabria se ha tardado muchísimo tiempo en contestar, cuando se ha contestado, a todos estos parques. Cantabria ahora puede estar segura de que va a tener certidumbre, tanto los promotores como la ciudadanía. Favorable o desfavorablemente, pero a todos los proyectos que están ahora en ciernes, que es un número importante, se les va a contestar, atendiendo al marco jurídico actual, que es el Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria 2014-2020, mientras no haya otro. Sobre todos esos parques se han propuesto informaremos, los que son de competencia regional haremos la evaluación y los que son de competencia nacional, el estudio y el informe favorable o desfavorable sobre el estudio de impacto ambiental.