“En Ciudadanos buscan palmeros que no hagan frente al statu quo”

La militancia de Montserrat Luezas en Ciudadanos ha sido breve pero intensa. Sin llevar un año en el cargo de concejala en el ayuntamiento cántabro de Piélagos, ha sido expulsada junto a su compañero, el edil Carlos Martín Delgado, por “desobediencia” y por “incumplir el programa electoral”. Entre otros motivos, la dirección autonómica les imputa haber votado en contra de una moción del PP para bajar el IBI (Impuesto de Bienes e Inmuebles) o dar una rueda de prensa conjunta con el equipo de Gobierno -liderado por el PSOE- para anunciar la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana del municipio.

La expulsión se hizo efectiva el pasado mes de mayo, y a pesar de las críticas públicas vertidas por la dirección, ambos concejales han optado hasta ahora por guardar silencio. Sin embargo, el gabinete de prensa de Ciudadanos Cantabria ha enviado este miércoles un nuevo comunicado en el que reprocha a Luezas y a Martín Delgado su “escasa moral y ética” por no renunciar a sus actas, lo que ha animado a Luezas a abandonar la prudencia que le caracteriza. “Quiero que la gente sepa lo que está pasando y cómo funciona Ciudadanos, y sobre todo limpiar mi nombre”, afirma en una conversación telefónica con eldiario.es Cantabria.

En declaraciones a este medio, Luezas carga duramente contra el funcionamiento del partido, tanto a nivel regional como nacional, donde asegura que solo “buscan palmeros que no hagan frente al statu quo” de la dirección. Afirma tajantamente que “hay perfiles que no interesan”, que no se cumplen los procedimientos democráticos y que se persigue a aquellos que se muestran críticos. “Quienes no siguen la corriente mayoritaria son señalados por la cúpula como peligrosos. Esto es grave en cualquier partido, pero me parece mucho más en uno que dice que viene a regenerar la política”, apostilla.

En esta línea, destaca que su caso no es único y llama la atención sobre las numerosas expulsiones de concejales que se están produciendo en distintas comunidades autonómas, como Galicia, Murcia o Castilla y León, entre otras. “No les importa quedarse sin representación municipal. Su objetivo es otro”, asevera.

En el caso concreto de Cantabria, señala directamente como responsable al diputado Juan Ramón Carrancio, quien ha ocupado el rol de coordinador del partido hasta que fue nombrado como cargo público y fue sustituido por Jesús Calleja. Según cuenta, Carrancio ha colocado “a sus fieles” en las listas y somete a su control a todos los cargos institucionales, y “todo aquel que no le ríe las gracias es eliminado”. “Funciona como un reino de taifas, y cuando alguien alza la mano, es desechado”, recalca.

Preguntada por si ha intentado mediar a través del portavoz parlamentario, Rubén Gómez, explica que dentro del partido había tres corrientes: la de Carrancio, la de Gómez y una tercera, y que estas dos últimas se quejaban ante la dirección nacional y el delegado territorial del autoritarismo de Carrancio, pero “al final los 'carrancistas' se hicieron con el control de la asamblea”, y “Rubén es una persona sometida a la maquinaria del partido porque le interesa: estaba en paro y no había trabajado en su vida” antes de encabezar la lista al Parlamento de Cantabria. “No hay nadie que se atreva a dar un paso adelante y diga lo que está pasando”, añade.

“Insultos y difamaciones”

Luezas relata que ella y su compañero han sufrido una situación “muy dura” porque la dirección del partido les ha intentado hacer la vida imposible, con “insultos y difamaciones”, como que cobraba del equipo de Gobierno, algo que niega en rotundo.

Además de no respetar los mecanismos democráticos y de incumplir los estatutos, denuncia que los concejales no tienen ninguna autonomía sino que son constatemente “bloqueados”.

Luezas afirma que todas estas cuestiones las pusieron en conocimiento del delegado territorial de Cs en la zona norte, Nicolás de Miguel, “el que ha salido ahora que cobra del grupo parlamentario de La Rioja”. “Algo de verdad hay en eso de los cobros irregulares”, afirma sobre la sombra de la sospecha de financiación irregular que planea en Ciudadanos. Volviendo al tema central, señala que De Miguel les instó a estar tranquilos porque todo se resolvería “y después de pasarnos la mano por la espalda lo que hace es nombrar a Calleja como el máximo responsable del partido en Cantabria”, cuestiona.

La lista en 24 horas

Sobre cómo comenzó a militar en Ciudadanos, recuerda que hace aproximadamente un año y medio empezó a acudir a los 'cafés ciudadanos'; estaba “harta” de la corrupción, el funcionamiento y las políticas de las formaciones tradicionales y, al mismo tiempo, “simpatizaba” con el discurso de Albert Rivera.

“A la dirección le gustaba mi perfil -es abogada- y me propusieron ir en las listas autonómicas. Pero Barcelona no me validó porque no llevaba seis meses en el partido, como marca el reglamento interno. Es lo que me dijeron, aunque yo creo que fue por luchas internas. Los estatutos permiten hacer excepciones, como se hizo con el exdiputado Carlos Pracht o ahora con Féliz Álvarez”, apunta.

En cualquier caso, ella siguió activa en el partido y “el día antes” de tener que registrar las listas municipales en la Junta Electoral, Rubén Gómez le dice “que se les ha caído la de Piélagos”, que hay que rehacerla, y “me pide que la encabece”. “Así empezó todo”, concluye.

Dimisiones

No es la primera vez que militantes de Ciudadanos en Cantabria cuestionan el fuerte liderazgo en la sombra de Juan Ramón Carrancio. Ya el pasado mes de abril dimitieron por este motivo dos de los cinco miembros de la Junta Directiva, la cual había sido renovada seis meses antes.

Se trata de Marcos Gutiérrez y Pedro Vicente González, este último también secretario-tesorero y miembro del Consejo de Administración de la Plaza de Toros, quienes presentaron su renunciapor el “autoritarismo” y “comportamientos que bordean lo legal” en la cúpula del partido.