El Juzgado de lo Social número 6 de Santander ha condenado a Sidenor Aceros Especiales y a Reinosa Forgings&Castings a indemnizar con 164.551 euros a la viuda e hijos de un trabajador que murió por una enfermedad pulmonar crónica -asbestosis- por el amianto inhalado en Forjas y Aceros.
Lo determina así en una sentencia, consultada por Europa Press, que estima parcialmente la demanda interpuesta por los familiares del fallecido, empleado esencialmente como albañil -también gruísta- en la fundición durante 25 años y medio, entre enero de 1967 y julio de 1992.
Le resolución, de la magistrada de adscripción territorial, en funciones de refuerzo del citado Juzgado, no es firme, pues contra la misma cabe interponer recurso ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC). En ella, la jueza considera que ha quedado acreditado el nexo causal entre el fallecimiento y la falta de medidas de seguridad y el incumplimiento de la normativa por parte de la empresa, lo que llevó a la enfermedad y muerte del trabajador, de ahí la condena a las entidades sucesoras de la firma.
Una simple mascarilla como protección
Según los hechos considerados probados, la víctima se encargaba de reparar el revestimiento refractario de los hornos y cucharas, utilizando ladrillo refractario y materiales de amianto de diferente formato, para garantizar el aislamiento térmico del horno, evitando fugas del caldo acero por las grietas. La manipulación de dichos materiales, que era diaria, generaba “muchísimo” polvo, dado el estado de degradación de los mismos por el uso, y la actividad se realizaba sin sistemas de aspiración localizada y sin más protección que una mascarilla simple.
“La empresa no tenía instalada ninguna medida de captación del aire o sistema de extracción localizada en los procedimientos de manipulación del amianto” y “no advirtió en ningún momento a los trabajadores que tenían que tener precaución de no respirar fibras de asbestos derivadas del uso del amianto”.
En 2017 el trabajador fue diagnosticado de asbestosis pleural y en junio de 2021 falleció en el Hospital Valdecilla por insuficiencia respiratoria grave generada por dicha enfermedad. En febrero de 2022, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconoció a la esposa de la víctima la pensión de viudedad derivada de enfermedad profesional. La Inspección de Trabajo apreció en su informe indicios de que el hombre pudo estar expuesto entre 1967 y 1992 a determinadas sustancias, entre ellas cancerígenas.
Incumplimiento
Ante esto, la viuda e hijos del fallecido interpusieron una demanda reclamando la indemnización ahora reconocida por la Justicia al entender que la empresa y sucesoras incumplieron la legislación en materia de seguridad y el deber de adoptar medidas preventivas para proteger su salud, a pesar de que ya entonces se conocían los riesgos del amianto y el sílice.
Sidenor se opuso a la demanda alegando que no fue empleadora del trabajador fallecido y al considerar que no quedó acreditada su exposición al amianto. Forgins&Castings, fundada 25 años después, negó sucesión -al igual que Cofivacasa, sociedad participada por la estatal de participaciones industriales, la SEPI- y cuestionó además que quedara demostrada la causa de la muerte.
La sentencia absuelve a la sociedad pero condena a Sidenor y Forgins&Castings dado que de la documentación aportada -distintas escrituras públicas de absorciones, integraciones y creaciones de entidades- se concluye que son sucesoras de la fundición, por lo que las condena a indemnizar solidariamente con 164.500 euros a la viuda e hijos del trabajador fallecido por la exposición al amianto.