En Cantabria no hay dudas ni mucho menos habrá negociaciones in extremis para agrupar a las formaciones a la izquierda del PSOE en una candidatura común de cara a 2023. Podemos e Izquierda Unida anunciaron hace un año que sellaban un acuerdo para concurrir juntos a las próximas autonómicas y municipales, y a día de hoy ese pacto se mantiene sólido: “Sabemos que la unidad de acción es el camino más óptimo para responder a las necesidades que tienen nuestros pueblos y ciudades, y Cantabria en su conjunto”, señalan ambas formaciones cuestionadas sobre este asunto por elDiario.es, a raíz de la reciente crisis desatada en Andalucía.
Así, ambos partidos destierran la posibilidad de que ocurra un escenario como el andaluz, en el que las formaciones de izquierdas confrontaron hasta el último momento sobre la fórmula para presentarse a la cita electoral convocada para mediados de junio por Juanma Moreno (PP), presidente de la Junta y candidato a la reelección.
De esta forma, Podemos e IU trabajan a un año de las elecciones “en un frente amplio en el que caben más partidos y personas independientes”. “Ya estamos trabajando en un programa compartido que estará abierto a la participación de más entidades y personas”, aseguran, tras insistir en que barajan “como único escenario seguir trabajando conjuntamente para sacar el mejor resultado y poder gobernar la comunidad y los municipios de Cantabria”.
Y es que tanto Luis del Piñal (Podemos) como Israel Ruiz Salmón (IU) consideran que parte de su tarea es “aportar seriedad, rigor y una visión de presente y futuro, lejos del cortoplacismo del Gobierno actual”, en un contexto, según detallan, en el que el Ejecutivo PRC-PSOE está “dividido, sin sacar adelante toda la legislación anunciada y con una oposición en el Parlamento que solo aporta ruido y confrontación partidista”.
A falta de conocerse la fórmula y los detalles del futuro proyecto estatal de Yolanda Díaz, Podemos e IU en Cantabria ponen en valor “el papel que la vicepresidenta y ministra de Trabajo y Economía Social está llevando a cabo en beneficio de las familias trabajadoras, las pymes y los autónomos, con la subida del SMI o la reforma laboral, entre otras cuestiones”.
“El papel de los ministerios de nuestro espacio está significando la diferencia entre quien piensa en las mayorías de nuestro país y a quienes hay que recordarles que solo mejorando las condiciones de vida de la gente podrá construirse una sociedad libre e igualitaria”, sentencian ambas formaciones cántabras.
Actualmente ninguna de las dos tiene representación en el Parlamento cántabro y, por tanto, su aspiración es obtenerla con “tres o más diputados”, según aseguraron en la presentación de la confluencia hace un año. Y es que Podemos quedó fuera de la Cámara autonómica tras dinamitar con sus luchas internas los tres escaños con los que contaba la pasada legislatura, de manera que los enfrentamientos internos por la composición de las listas, como están ocurriendo en Andalucía, aquí son agua pasada y hace tiempo que la línea a seguir pasó a ser la del entendimiento.
“Intrigas de la política madrileña”
Y más allá de estos dos partidos, en Cantabria existe desde hace cuatro años otra formación de izquierdas también extraparlamentaria y que pelea por ese espacio a la izquierda del PSOE, pero “no en la línea” de llevar a cabo una confluencia. Cantabristas, que así se denomina el partido, “trabaja para generar un espacio político de izquierda cántabra que no dependa de las directrices ni de las intrigas de la política madrileña, que marque sus propios ritmos, su propia agenda, y que sea representativo de la voluntad y los intereses de la gente de Cantabria”, según declaraciones de su portavoz, Paulu Lobete, a elDiario.es.
Subraya que “el espacio político de la izquierda en Cantabria está atravesando una crisis de legitimidad y de confianza y para superar esa crisis necesitamos generar un proyecto político solvente, estable, confiable y serio”. En este sentido, Lobete pone en valor que “la izquierda está manteniéndose e incluso creciendo en aquellos lugares que cuentan con formaciones políticas autóctonas”.
“Sabemos que esta vía es más complicada, más compleja, porque somos conscientes de la dificultad de poner en el mapa una formación política nacida en Cantabria, que no cuenta con grandes financiadores privados ni públicos, ni es una escisión de nada, ni nace con el impulso de ningún grupo de comunicación”, sentencia. “Vemos positivamente muchos aspectos de la dirección en la que trabaja Yolanda Díaz, aunque por el momento no estamos valorando concurrir a elecciones estatales”, concluye sobre una posible integración en un frente amplio impulsado por la ministra y vicepresidenta.