La corrupción del Partido Popular 'condena' a Íñigo de la Serna
Mariano Rajoy pierde la Presidencia del Gobierno de España... e Íñigo de la Serna la cartera de Fomento. Un año, seis meses y 27 días después, el exalcalde de Santander deja de ser ministro arrastrado por la corrupción de su partido. La sentencia del caso Gürtel, que certifica la existencia de una caja B en el PP, condena a esta formación por beneficiarse de una trama de manipulación de contratos públicos y deja en entredicho la credibilidad del presidente del Gobierno por falso testimonio, ha provocado un vuelco histórico.
Tras prosperar este viernes la moción de censura, De la Serna y el resto de ministros permanecerán en funciones hasta que el socialista Pedro Sánchez forme el nuevo Consejo de Gobierno y se produzca el traspaso de poderes. Lo previsible es que estos nombramientos no se demoren y los ministros 'populares' cesen a lo largo de la próxima semana.
Diez de los actuales trece ministros son diputados, por lo que seguirán en el Congreso como miembros de la oposición. No es el caso de De la Serna, que tampoco tiene escaño en el Parlamento de Cantabria ya que renunció a él en noviembre de 2016, así como a la Alcaldía de Santander, para dedicarse plenamente a su nueva tarea. No obstante, tiene asegurado el sueldo de ministro durante los próximos dos años.
Ante la ausencia de un cargo institucional, ¿qué hará a partir de ahora Íñigo de la Serna? Es la pregunta que se hacen muchos de sus compañeros de partido y rivales en Cantabria y varias son las posibilidades que se abren. La primera, intentar hacerse un hueco en la dirección nacional del PP aprovechando las voces que comenzarán a sonar cada vez con más fuerza en las filas conservadoras reclamando una regeneración. Con su desembarco al frente del Ministerio de Fomento, De la Serna se ha convertido en un referente y goza de la plena confianza de Mariano Rajoy como demuestra que en la tarde de el jueves permaneciera junta a él en el reservado del restaurante mientras se debatía la moción de censura.
Por el contrario, con un PP que se tambalea por la corrupción y ante el empuje de Ciudadanos, también podría dejar la política y dar el salto a la empresa privada. No es la primera vez que se vincula a De la Serna con una gran multinacional -ya sonó como fichaje del Banco Santander o Telefónica- y esta idea se alimenta después de que el propio dirigente haya declarado este mismo viernes en los pasillos del Congreso que a partir de ahora abrirá una “nueva etapa”.
A pregunta de los periodistas, ha dicho que se va “tranquilo”, “con la cabeza alta” y sintiéndose “muy privilegiado” por haber tenido la oportunidad de ser ministro. Además, cuestionado por su futuro más inmediato, tras la salida del Ejecutivo y teniendo en cuenta que no es diputado, ha anunciado que abrirá “una nueva etapa”, sin entrar en detalles.
Otra opción es regresar a Cantabria y ser cabeza de lista en las próximas elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo mes de mayo. Sin embargo, tres cuestiones hacen que esta opción cobre a priori menos fuerza. Primero, al perder el Ministerio de Fomento, De la Serna pierde su principal baza para hacer campaña. Hasta ahora, el ministro tenía una presencia constante en la Comunidad Autónoma basada en continuos anuncios de proyectos e inversiones que por el momento no se habían materializado.
Segundo, el PP cántabro se encuentra profundamente dividido y enfrentado, lo que hace que pierda músculo electoral. Y tercero, el exalcalde de Santander está acostumbrado a ganar -a lo largo de su trayectoria política no conoce lo que es estar en la oposición- y en el panorama político autonómico no tiene garantizado tocar poder. Con Revilla y De la Serna como candidatos, un pacto entre PRC y PP parece imposible y solo una hipotética mayoría con Ciudadanos podrían alzar al exministro a la Presidencia de Cantabria.
Lasalle y Samuel Ruiz, bajas
Íñigo de la Serna no será el único político cántabro que perderá su cargo debido a la caída del Gobierno de Rajoy. José María Lasalle, secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, y Samuel Ruiz, delegado del Gobierno en Cantabria, también se verán cesados.
Nacido el 23 de octubre de 1966 en Santander, Lassalle ha sido desde 2004 diputado por Cantabria del Partido Popular durante varias legislaturas y desde diciembre de 2011 ocupó el cargo de secretario de Estado de Cultura.
Por su parte, Samuel Ruiz (Santander, 1967) fue nombrado delegado del Gobierno en diciembre de 2011. Empleado de Telefónica en excedencia, ha sido concejal en el Ayuntamiento de Santander desde 1999 ocupando las Concejalías de Juventud, Empleo y Desarrollo Empresarial, Nuevas Tecnologías, además de primer teniente de Alcalde.