El Gobierno de Cantabria reformulará el proyecto de restauración de la ermita rupestre de Socueva, en Arredondo, para “concitar el máximo consenso y apoyo” y “garantizar la máxima seguridad en esta obra” que permitirá la recuperación de uno de los grandes referentes del patrimonio cultural e histórico de la comunidad autónoma, según ha confirmado la directora general de Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Zoraida Hijosa (PSOE), tras mantener un encuentro con la asociación ecologista ARCA y con la Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE), donde les ha comunicado la decisión del Ejecutivo.
Estos colectivos conservacionistas han valorado la disposición de la Vicepresidencia que encabeza Pablo Zuloaga (PSOE) para la promoción de un nuevo proyecto de restauración que sustituya la propuesta que estaba en vigor, cuyas determinaciones presentaban, a juicio de ambas organizaciones, “déficits insalvables”, así como “el interés y el compromiso” mostrado ante sus reivindicaciones por parte de la Administración autonómica.
“Hemos decidido reformular el proyecto, teniendo en cuenta las consideraciones que nos han trasladado, y abordar un nuevo proyecto que sume todas las aportaciones de interés, que tenga las máximas garantías y asegure la excelencia de la intervención en esta pieza clave de nuestro patrimonio”, ha explicado la directora general, que ha reiterado el compromiso de la Vicepresidencia con la conservación y defensa del patrimonio Cantabria “para que llegue a las generaciones futuras y ayude a construir y salvaguardar nuestra identidad”.
Medidas urgentes
En el encuentro, ARCA y ACRE plantearon la necesidad de convocar a profesionales “cualificados y con experiencia acreditada” en la intervención en enclaves arqueológicos para la redacción de un nuevo proyecto basado en la “mínima” intervención.
Como medidas urgentes a desarrollar en la propuesta figuran como prioritarias la sujeción y aplomo del porche situado sobre el abrigo, “hoy al borde del colapso”, además de la consolidación y fijación los revestimientos originales, que se encuentra “en peligro de desprendimiento”. También el montaje de elementos desprendidos del muro de piedra seca del acceso y la eliminación de vegetación superior, que igualmente “pone en peligro el enclave”, según estos colectivos.
Importancia histórica
Estas entidades había incidido en la importancia histórica y patrimonial de San Juan de Socueva. Ubicada en un farallón rocoso que domina dicho barrio, un estudio realizado en 2017 por diversos arqueólogos, entre los que se encontraban el fallecido Ramón Bohigas, Emilio Muñoz o Mariano Serna, demostró que la ermita semirrupestre data de la segunda mitad del siglo VII, siendo una pieza fundamental para el estudio de aspectos tales como las dinámicas históricas de la etapa visigótica o la introducción del cristianismo en la zona cantábrica.
Hasta ahora, la relevancia de San Juan de Socueva nunca se ha visto acompañada por el interés de las autoridades competentes para proteger este singular edificio. Declarada Bien de Interés Cultural en 1985, ya en 1990 Virgilio Fernández avisaba del enorme deterioro del edificio. En esa década, el visitante que se acercaba al entonces poco conocido edificio, tenía que sacar de su interior a las cabras que allí se refugiaban para poder apreciar su famoso arco.