El Partido Popular se ha convertido en un torbellino de emociones. La retirada política de Mariano Rajoy y su vuelta a Santa Pola como registrador de la propiedad tras prosperar la moción de censura presentada por el socialista Pedro Sánchez ha dejado un vacío al frente del partido que ahora aspiran a ocupar nada más y nada menos que seis precandidatos todavía a falta de unas horas para que se cierre el plazo para postularse a la presidencia.
El paso a un lado dado por el presidente de la Xunta de Galicia y principal favorito para suceder a Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijó, ha provocado todavía más incertidumbre entre las filas populares. Buena parte de los dirigentes y de la militancia veía en Núñez Feijó un candidato de consenso, capaz de evitar una lucha fratricida por el poder y de iniciar con éxito una nueva etapa. Sin embargo, con su renuncia, la dirección del PP queda más huérfana que nunca, sin un liderazgo claro que tendrá que dirimirse en el próximo Congreso Nacional que se celebrará los días 20 y 21 de julio.
Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado son los tres precandidatos que más opciones tienen de hacerse con el bastón de mando en Génova. Completan la terna: el exministro José Manuel García Margallo; el diputado José Ramón García Hernández; y el exlíder de Nuevas Generaciones José Luis Bayo.
Y entre los miembros de la dirección del PP de Cantabria no hay duda alguna de quién es la favorita: Soraya Sáenz de Santamaría. María José Saénz de Buruaga y su equipo trabajarán para que la exvicepresidenta del Gobierno de España se convierta en la sustituta de Mariano Rajoy. El motivo está claro: Santamaría e Íñigo de la Serna son uña y carne. Una victoria de Santamaría reforzaría el papel de De la Serna como uno de los referentes a nivel nacional de la formación. Un resultado adverso podría provocar el efecto contrario, dependiendo el mismo de la intensidad de la campaña y de las purgas que el nuevo o la nueva mandamás quiera hacer a futuro.
Fue presisamente Sáenz de Santamaría quien se encargó de aupar al exalcalde de Santander hasta el Ministerio de Fomento. Ahora, será él quien se remangue para devolverle el favor. Aunque algunos medios habían apuntado la posibilidad de que el extitular de Fomento se presentara como candidato, una vez que su principal valedora en la política nacional se ha postulado para el cargo, De la Serna tratará de velar para que sea ella quien se haga con el poder y, en consecuencia, la dirección del PP cántabro remará en la misma dirección. No hay que olvidar que hace año y medio De la Serna contribuyó a descabalgar al expresidente Ignacio Diego en favor de Buruaga.
Tal es así que, según ha podido saber este diario, el exministro y su heredera en el Ayuntamiento de Santander, Gema Igual, ya han comenzado a pedir avales para la exvicepresidenta. El PP cántabro aportará 56 compromisarios de los 3.134 que votarán en el cónclave popular. De ellos, diez son miembros natos (miembros de la junta directiva nacional: la presidenta y la secretaria autonómica, la alcaldesa de Santander, los cinco parlamentarios nacionales, el portavoz del grupo parlamentario y José Manuel Igual) y 46 son elegibles, distribuidos por municipios y comarcas y correspondiendo uno de ellos a Nuevas Generaciones.
Todavía no hay tomada una decisión firme al respecto, pero el sector crítico del PP descarta, en principio, movilizarse por algún otro candidato y centra sus esfuerzos en resolver el vía crucis regional. A este respecto, diversas fuentes señalan que casi con toda seguridad recurrirán el fallo del Juzgado de Instancia Número 3 de Santander que hace una semana desestimó las demandas de nulidad del último y polémico Congreso regional que venció Buruaga por tan solo cuatro votos de diferencia. El plazo para hacer efectivo este recurso es de 20 días. Igualmente, la disputa interna vivida en el último año ha provocado una importante “desmovilización” y “cansancio” entre la militancia de la Comunidad Autónoma.