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Las familias opinan sobre la huelga docente: razones a favor y en contra

Cantabria ha vivido este jueves la segunda jornada de huelga en Educación Infantil y Primaria desde que hace apenas quince días arrancara el nuevo curso escolar. El agrio conflicto que mantienen la Consejería de Educación y la Junta de Personal Docente a raíz de la supresión parcial de la jornada reducida en los meses de junio y septiembre, como había reclamado la FAPA (Federación de Asociación de Padres y Madres de Alumnos), ha desembocado en una vuelta al cole poco usual. 

Los docentes se han organizado y han convocado distintos actos de protesta contra el aumento de las horas lectivas -45 horas más al año- precisamente en los dos meses en los que, según sostienen, el tiempo es fundamental para poder preparar adecuadamente el inicio y cierre del curso. Por el contrario, desde la Consejería aseguran que están atados de pies y manos, obligados a cumplir el Decreto ley aprobado en 2012 por el Gobierno de Rajoy que implica el incremento de las clases. Y en medio de todo esto, las familias y los alumnos.  

Verónica es una de las muchas madres del colegio Santa Juliana -de Santillana del Mar- que se ha visto afectada por la huelga de este jueves. “Cuando los paros se empiezan a hacer habituales como está pasando ahora, no se llega a dar todo el temario. Eso lleva a que luego manden a los niños más deberes y a que la responsabilidad recaiga sobre los padres”, alega esta madre. Ella prefiere “no meterse” en los motivos de la huelga, pero sí que considera que, a pesar de que puedan tener o no razones para reivindicar, “existen otras medidas de presión que pueden utilizar sin afectar a los niños”.

No opina igual Elena, madre de un pequeño estudiante en El Astillero, que no entiende las críticas que están recibiendo los maestros “por defender sus derechos”. “Si yo hiciera huelga en mi trabajo, nadie me llamaría cara dura”, esgrime. En este sentido, no cree que los docentes tengan muchas vacaciones -un argumento habitual en esta 'guerra'- y recuerda que no han sido elegidos por 'gracia divina', sino que cualquier persona que cumpla los requisitos puede presentarse a las oposiciones. Además, en su opinión la conciliación familiar debe de estar ligada a un cambio en los horarios de trabajo y no debe recaer este peso sobre los centros escolares ni los profesores.

Entre los padres que prefieren apoyar el sentido de la huelga porque para ellos la razón de la misma es “digna” de apoyar también se encuentra Javier. “La educación escolar no es cuestión de cantidad sino de calidad”, defiende este padre de dos niños del colegio de Santillana del Mar. “Yo estoy de acuerdo con la huelga. Mis hijos no han ido al colegio ni hoy ni el pasado día 7”, apunta. Además, Javier se adelanta a lo que pueda ocurrir y anuncia que en caso de que haya más “continuaremos secundándola”.

Sandra opina lo mismo. Esta madre del colegio Santiago Galas de Ruiloba considera que es “una vergüenza” aumentar la jornada escolar. Su hija, de tres años, acude a este centro que todavía mantiene el horario partido por lo que, según su madre, “todavía saldría más perjudicada con esta nueva normativa”. “Está claro que los niños en junio están cansados y no rinden, luego en septiembre se están adaptando… Creo que es más productivo disfrutar al aire libre, sobre todo porque eso no va variar la calidad de su educación”, indica. Además, añade que esos 9 meses de curso son “más que suficientes” para alcanzar los objetivos escolares y por eso, continuará “apoyando” a los maestros.

Los alumnos, “rehenes” de la huelga

Por su parte, Roberto, padre de dos niños en edad escolar que realizan sus estudios en Los Corrales de Buelna, lamenta este arranque de curso tan accidentado. “Es un sinsentido. Los únicos afectados son los alumnos, a los que parece que toman como rehenes de esta huelga”, opina.

A su juicio, este conflicto debería resolverse desde el ámbito político de la forma más urgente posible para recuperar la normalidad en los centros educativos. “Mis hijos hoy no han ido a clase. ¿Para qué? ¿Para que los tengan sin hacer nada con un profesor que no es el suyo?”, explica.