La cara del consejero de Educación de Cantabria al entrar a la rueda de prensa reflejaba claramente su “sorpresa” por la enorme expectación que ha generado el nuevo calendario escolar de la comunidad autónoma para el próximo curso 2016/2017. Una legión de periodistas y cámaras, poco usual en esta pequeña autonomía, esperaba conocer por boca de Ramón Ruiz (PSOE) más detalles sobre el nuevo sistema aprobado esta semana por unanimidad en la Junta de Personal Docente, que sustituye los tres trimestres clásicos por cinco bimestres y cuatro periodos vacacionales.
De este modo, los estudiantes cántabros de Primaria, Secundaria y FP tendrán aproximadamente una semana de descanso por cada dos meses lectivos. Con ello, las clases comenzarán antes y acabarán más tarde, acortando el tiempo ocioso durante el verano y adelantando los habituales exámenes de recuperación de septiembre a junio.
Este modelo que implantará Cantabria es habitual en otros países europeos como Francia o Reino Unido, si bien es pionero en España, lo que ha provocado que se abra un debate a nivel nacional sobre el sistema pedagógico del país (hasta la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se ha descolgado afirmando que se trata de una “ocurrencia”) y, sobre todo, ha generado controversia por la supuesta dificultad que conlleva para la conciliación de la vida laboral y familiar con los horarios lectivos.
En este sentido, también había curiosidad por conocer cuál es la postura oficial de la FAPA, que ha evitado pronunciarse hasta conocer de primera mano los planes de la Consejería, a los que finalmente ha dado su visto bueno tras acordar con una serie de medidas para facilitar la conciliación y para tener voz en la negociación del próximo calendario escolar.
Tras la reunión que el consejero y su equipo han mantenido este jueves con los representantes de las familias, los portavoces de ambas instituciones han comparecido de forma conjunta ante los medios. Al comienzo de su intervención, el titular de Educación ha hecho un llamamiento para diferenciar el debate en dos: por un lado, el modelo pedagógico y, por otro, la conciliación.
Sobre el primero ha reiterado que la nueva distribución es más “racional” y “equilibrada” y ha asegurado que beneficiará a los alumnos porque ahora llegaban cansados al final del trimestre. La distribución en cinco evaluaciones permite exigir un “esfuerzo intensivo” durante dos meses y el profesor tiene tiempo para introducir los cambios que considere en función de los resultados de cada evaluación, ha señalado. En este sentido, Ruiz ha concluido que su departamento está “satisfecho” por el resultado.
Y sobre el segundo tema, ha destacado que la Consejería y FAPA están trabajando para “mejorar” la conciliación familiar, aunque ha apuntado que este problema no es solo responsabilidad del sistema educativo sino que también deben implicarse otras administraciones y las empresas.
Ambas organizaciones han acordado mantener abiertos algunos centros educativos durante todos los periodos no lectivos -incluido el verano-, donde se ofertarán actividades lúdicas, deportivas y artísticas en horario de mañana y donde estará disponible el servicio de comedor. Estas jornadas serán gratuitas para los alumnos que estén becados durante el curso, mientras que tendrán un precio aun por determinar para el resto. Educación y FAPA ya han organizado con “éxito” estas actividades en navidad y Semana Santa en Santander, Torrelavega y Astillero y se irán extendiendo a otros municipios en función de la demanda. Los Consistorios de Castro Urdiales y Laredo ya han solicitado información y la Consejería también estudia realizar campus en los albergues públicos.
Las formas y no el fondo
Leticia Cardenal, presidenta de FAPA, ha aclarado que no critican la “filosofía” del nuevo calendario, sino el que se hayan enterado a través de la prensa -lo filtraron los sindicatos-, y ha pedido que el horario lectivo se prolongue a los meses de junio y septiembre, porque la salida a las 12.30 horas para las familias “es un caos” (durante el resto del año, los estudiantes de Primaria tienen clase en jornada continua de 9 a 14.00 horas). Igualmente, ha agradecido la disposición del consejero a participar este viernes en la asamblea de FAPA para responder a las dudas de las familias.
Ante el revuelo mediático, Ruiz ha mostrado su “sorpresa” y ha incidido en que el nuevo calendario trae pocas novedades. Con la reforma planteada, las vacaciones de Navidad y Semana Santa se mantienen iguales, se dan dos días más para carnavales y se promueve una semana de descanso a primeros de noviembre, coincidiendo con el puente de Todos los Santos.
“El norte que nos debe guiar es el bienestar y el aprendizaje del alumno”, ha concluido el consejero, que ha mostrado su disposición a “seguir evolucionando” el calendario en función del análisis y las recomendaciones que haga el Consejo Escolar, donde tienen representación todos los agentes de la comunidad educativa.
Abierto a dialogar con CONCAPA
Tras limar asperezas con la FAPA, a la que ha pedido “perdón” por la “falta de información”, el consejero de Educación de Cantabria todavía tiene abierto un frente: el de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), que asegura que el nuevo calendario “es una reivindicación sindical y no social”.
Pese a ello, no se han mostrado reacios a la nueva distribución sino a la “forma dictatorial y falta de alternativas para los padres”, por lo que solicitan a la Consejería una “mayor sensibilidad” en sus propuestas. Las actividades extraescolares que se organizarán en los periodos no lectivos se llevarán a cabo en centros públicos aunque Ruiz ha manifestado su disposición a “dialogar” con la escuela concertada.