Los parlamentarios cántabros vivirán su particular cuesta de diciembre. El Gobierno autonómico ha apretado al máximo los plazos con el objetivo de tener aprobado el presupuesto de 2017 antes de que comience el nuevo año. La propuesta del bipartito para la aprobación del proyecto de Ley contempla registar el documento en la Cámara el día 1 de diciembre y que las cuentas estén aprobadas el 30 de ese mes, que es cuando se prevé el pleno de votación.
De acuerdo con el calendario del Parlamento que el Ejecutivo ha hecho extensivo a los grupos, el próximo jueves día 1 se aprobaría en Consejo de Gobierno el proyecto de los presupuestos. El lunes siguiente, día 5, se reuniría la Mesa de la Comisión de Economía, Hacienda y Empleo para fijar las fechas de las comparecencias, que tendrían lugar en tan solo dos días, el 7 y 9, de modo que cada día se concentraría cuatro comparencias, una por cada consejero, para explicar las cuentas de su departamento.
Ya en la semana siguiente, el lunes, día 12, finalizaría el plazo para presentar enmiendas a la totalidad y, en caso de que los grupos las presentaran, se debatirían dos días después, el 14 de diciembre. El día 16 se cerraría el plazo para presentar enmiendas parciales, que se estudiarían en comisión los días 22 y 23, mientras que el pleno para el debate y aprobación definitiva de los presupuestos sería los días 29 y 30, tal y como ha apuntado este jueves Miguel Ángel Revilla.
Polémica con Podemos
El calendario del presupuesto, que deberá ser aprobado por la Mesa del Parlamento, ha suscitado una agria polémica entre Podemos y PSOE. La formación morada ha acusado a los socialistas de haber filtrado en exclusiva al PP el organigrama de trabajo con el objetivo de ganarse su apoyo para sacar adelante las cuentas, un extremo que desde el PSOE han negado tajantemente.
Según la versión manifestada por el jefe de gabinte de la presidenta del Parlamento, José Guerrero (PSOE), ayer miércoles por la mañana, él mismo trasladó el borrador del calendario a todos los miembros de la Mesa del Parlamento que estaban en las dependencias del antiguo hospital de San Rafael. “Se les dió a todos en manos menos al señor Alberto Bolado, que no estaba”, ha dicho.