El Gobierno de Buruaga pide desalojar por la fuerza a los profesores encerrados que reclaman negociar su adecuación salarial

Rubén Alonso

Santander —
21 de noviembre de 2024 14:11 h

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Pasadas 48 horas del encierro de los nueve sindicalistas docentes en la sede del Gobierno de Cantabria por el conflicto en torno a la adecuación retributiva de los profesionales de la Educación Pública, el Ejecutivo que encabeza María José Sáenz de Buruaga (PP) ha solicitado que se los desaloje de Peña Herbosa por la fuerza.

Y es que, según ha podido saber este medio, la Consejería de Presidencia ha pedido la intervención de la Policía Nacional, que hasta el momento se mantiene vigilante en la zona sin intervenir, dado el carácter pacífico de la protesta que se inició el martes por la tarde. “Se les solicitó formalmente que desalojaran el edificio”, han confirmado desde el Ejecutivo cántabro.

La Junta de Personal Docente, que está integrada por STEC, ANPE, CCOO, TÚ y UGT, llevan desde este miércoles por la mañana demandando una reunión con la presidenta de Cantabria tras considerar que el encuentro celebrado el martes con el consejero de Educación, Sergio Silva (PP), fue una “tomadura de pelo” y “un ninguneo”.

Desde el citado encuentro, momento en el que comenzó el encierro de los sindicalistas, el titular de este departamento no se ha manifestado públicamente al respecto. Únicamente les citó por carta a otra reunión este viernes, por indicación de Buruaga, según comunicó el departamento de prensa del propio Gobierno. Así todo, para la Junta de Personal Docente, este paso no fue suficiente, puesto que no incluía “ninguna novedad” respecto a la primera reunión.

Por ello, los representantes sindicales anunciaron que mantendrán su encierro hasta que la Consejería les traslade una contrapropuesta para adecuar su salario al IPC tras 16 años congelado. A partir de entonces, y tras una segunda noche de encierro, han denunciado este jueves un “endurecimiento inhumano de las condiciones de su encierro”.

En concreto, han relatado que se encuentran en un cuarto sin ventanas ni ventilación, y bajo vigilancia de la seguridad del recinto. Así, han de ir escoltados, uno a uno, cuando tienen que recorrer un pasillo para ir al servicio. Tampoco disponen de alimentos y las salidas que han realizado para mantener encuentros con los medios de comunicación han sido por mediación de visitas de diputados, que han sido los de PSOE y PRC.