El Gobierno de Cantabria ha iniciado la tramitación del Plan Regional de Ordenación del Territorio (PROT) con la presentación ante el Consejo de Ordenación del Territorio y Urbanismo (COTU) del avance, que ahora se remitirá en la fase de consultas previas a organizaciones y asociaciones, todo ello con el objetivo de que tenerlo aprobado de forma inicial para “agosto o septiembre”.
En declaraciones a los medios de comunicación, el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, José Luis Gochicoa (PRC), ha afirmado que el de hoy es un “paso muy importante” con este inicio de la tramitación del PROT, un plan en el que el paisaje tendrá una “importancia decisiva”.
Este plan marcará cuestiones para el futuro de Cantabria, como la definición de nuevas zonas de desarrollo industrial o económicas; la planificación de áreas donde implantar instalaciones de energías renovables, algo que se quiere “potenciar”, o la instalación de infraestructuras verdes (corredores ecológicos) o azules (ecosistemas fluviales o marinos).
El consejero ha advertido que es un “proceso largo”, que ahora se inicia con la presentación ante el COTU del documento avance, en el que, como ya precisó hace unos días, no aparecen “porque no es el momento para ello” ni planos ni una zonificación de los lugares donde instalar zonas industriales o de desarrollo eólico --algo que sí estará ya en el documento que se apruebe de forma inicial en verano--.
En este avance del PROT que ahora se remitirá a organizaciones y asociaciones sí se aportan una serie de criterios de orientación básicos, algunos globales, como los relativos a cuestiones como el cambio climático o la biodiversidad, y otras ya más específicas, como puede ser lo relacionado con las actividades económicas. En este primer documento se realiza un “diagnóstico” de Cantabria, sus debilidades, amenazas, oportunidades y fortalezas en cada ámbito, y hacia dónde quiere ir la comunidad en el futuro.
Gochicoa ha explicado que, a partir de este momento, tras la presentación de este avance al COTU, la documentación se remite a la Consejería de Medio Ambiente --que dirige el también regionalista Guillermo Blanco-- y este departamento es el que efectuará un sistema de consultas a un “número elevado” de organizaciones y asociaciones --posiblemente más de una veintena-- para que den su opinión sobre hacia dónde debe ir el PROT, qué tiene que considerar.
A partir de esas observaciones, se elaborará un “documento de alcance” --que podría estar en un mes o mes y medio que decidirá cómo tienen que ser los estudios de impacto ambiental para poder recogerlos y poder llevar a cabo ese documento inicial que el Gobierno tiene el “deseo” de que pueda ser ya “una realidad” en verano. “Sé que es un proceso largo pero esto lo marca la Directiva Europea. Nosotros tenemos que iniciar la tramitación con esto y evidentemente es el camino que tenemos que seguir y que hoy iniciamos”, ha subrayado Gochicoa.
Parques eólicos
Aunque el documento avance no lo contiene, ya se está trabajando en la definición de aquellas zonas más idóneas para, por ejemplo, instalar parques eólicos, un asunto que se ha puesto de actualidad en los últimos meses con la tramitación o puesta sobre la mesa de algunos proyectos en este campo, como es el de Garma Blanca, sobre el que el Gobierno ya emitido un informe desfavorable, o Ribota, entre otros.
Con este fin, entre otros, se ha creado una comisión formada entre la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, la de Industria --liderada por el regionalista Javier López Marcano-- y la de Medio Ambiente ya que tienen competencias compartidas. Gochicoa ha señalado que, en la definición de estas zonas de desarrollo eólico, se van a tener en cuenta las cuestiones ambientales o de paisaje.
“Hemos visto como algunos de esos parques (proyectados) efectivamente se localizan en lugares donde ya hay de hecho algún informe de impacto ambiental que es absolutamente desfavorable hacia la implantación”, ha señalado el consejero, que ha señalado que si, para Medio Ambiente, el informe de impacto ambiental es desfavorable, “lo normal” es que se pueda hablar de territorios o paisajes “frágiles que no sean los más idóneos” para este tipo de instalaciones.
Gochicoa ha señalado que esa selección de zonas tiene que ser fruto de la decisión de los técnicos, que, además, deben establecer en qué lugares “en ningún caso” se pueden implantar parques eólicos porque influyan en corredores ecológicos o paisajes vulnerables.