El Gobierno de Cantabria, presidido por Miguel Ángel Revilla (PRC), se ha apoyado este martes en el diputado tránsfuga Juan Ramón Carrancio para lograr salvar su minoría en el Parlamento autonómico y continuar adelante con la tramitación de los presupuestos de la comunidad para 2018. Con su voto, el exdirigente de Ciudadanos ha decantado la balanza hacia el lado del Ejecutivo, a quien le falta un diputado para logar la mayoría en la Cámara, y ha tumbado las enmiendas a la totalidad presentadas por el resto de la oposición (PP, Podemos y Cs).
Este hecho ha sido denunciado con vehemencia por el resto de formaciones, que han recriminado a la coalición de gobierno su “inmoralidad” e “indecencia” por valerse de un diputado que “no representa a nadie”. Incluso, los tres diputados de Podemos han lucido durante el debate camisetas blancas en las que se podían leer frases de la hemeroteca de Revilla criticando duramente el transfugismo: “Los tránsfugas son nocivos, a la altura de los narcotraficantes” o “son una lacra para la democracia y la credibilidad de los ciudadanos. Yo soy en eso un radical”.
El “diputado 18” del Gobierno, como lo bautizó la líder del PP, María José Saénz de Buruaga, ha justificado su postura criticando la ausencia de alternativas presentadas por el resto de partidos y ha afeado a la oposición no haber intentado negociar con él el apoyo a sus iniciativas. Además, como viene siendo habitual, ha cargado especialmente contra su excompañero Rubén Gómez, en esta ocasión por haber presentado “deprisa y corriendo medio folio de alegaciones copiadas del PP”. Desde que este verano Carrancio abandonó la formación naranja por discrepancias con la dirección, ambos juegan en cada pleno un partido paralelo.
“Al señor Carrancio solo le podemos pedir que devuelva su acta y que deje de quedarse con el dinero de la ciudadanía, pero jamás un posicionamiento político”, le ha respondido la portavoz de Podemos, Verónica Ordóñez, a su homólogo del PRC, Pedro Hernando, quien unos minutos antes había cuestionado la “filosofía” de la oposición, a quien le vale el voto del tránsfuga para refrendar sus enmiendas a la totalidad pero no para que el Gobierno saque adelante las cuentas.
“No es cuestión de politiqueo, es una cuestión de ética”, ha subrayado el representante de Cs, que ha acusado al bipartido de querer el presupuesto “regalado”. “Están manteniendo una connivencia inmoral con un tránsfuga, ¡con lo que ha dicho el señor Revilla!”, ha insistido Gómez, que se negó a acudir a la reunión después de que el Ejecutivo convocara a Carrancio.
“En contra de la mayoría”
Con el debate sobre el transfugismo encima de la mesa era imposible no hacer la comparación con lo sucedido escasos días atrás en el Ayuntamiento de Santander, donde el equipo de Gobierno del PP ha hecho lo propio con David González, otro edil tránsfuga de Cs.
Sin embargo, para la presidenta del PP hay diferencias importantes, ya que en la capital cántabra los tránsfugas son concejales no adscritos “con sus derechos restringidos al máximo” y, en segundo lugar, “la alcaldesa -Gema Igual- no ha negociado con González” mientras que el bipartito PRC-PSOE ha ido a buscar a Carrancio “para pagarse sus favores” por mantenerlo dentro del grupo mixto y como secretario de la Mesa del Parlamento, lo que su supone importantes recursos extra.
La reforma fiscal, otro frente
Pero la oposición no solo ha censurado a PRC y PSOE haber “manchado” las instituciones al haberse valido de un tránsfuga, sino que también han asegurado que los presupuestos son “lesivos” para los intereses de la comunidad y “meten la mano en el bolsillo de los cántabros”, en alusión a Ley de Acompañamiento que acarrea una reforma fiscal que incrementa en cerca de 25 millones la recaudación impositiva. Entre otras cosas, propone subir un 1,5% las tasas y precios públicos; aumentar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales del 8% actual al 10% o el impuesto para los coches de segunda mano, que se dobla, al pasar del 4% al 8%.
Para el PP, el presupuesto “no tiene nada de social” ni tampoco contribuirá a dinamizar la comunidad porque revela, ha dicho Buruaga, “la ausencia de proyectos para modernizar Cantabria”. “El proyecto estrella de esta legislatura será permitir que pasen bicicletas por el Túnel de la Engaña”, ha incidido la popular, que ha asegurado que las únicas máquinas que se moverán serán las contratadas por el ministro de Fomento y exalcalde de Santander, Íñigo de la Serna. 500 millones de obra pública, según sus cálculos.
En Ciudadanos también creen que “sobran los motivos para decir no” a las cuentas del año próximo, que “no pasarían el corte” si no es gracias al diputado tránsfuga. Además de denunciar el gasto en la Fundación Comillas, que tiene el “récord” con “un millón de euros por estudiante”, Gómez se ha detenido en el presupuesto de la Consejería de Industria, que ha ejecutado en los diez primeros meses del año tan solo el 40% de su presupuesto. “No hay por dónde cogerlo”, ha recalcado el dirigente de Cs, que ha dicho que este departamento “merecería una enmienda por sí mismo”.
Igualmente, ha cuestionado que se destine en 2018 la misma cantidad de recursos que este ejercicio al Año Jubilar Lebaniego cuando resta un tercio para su finalización, y ha mostrado su preocupación por la creación de una nueva Fundación teniendo en cuenta cómo se ha gestionado el dinero para este evento.
Desde Podemos, Verónica Ordóñez ha subrayado que la previsión de ingresos es “irreal” y ha advertido que ello se traducirá en recortes sociales. “Paren este círculo vicioso ya”, ha reclamado la diputada morada, que del mismo modo ha aseverado que el proyecto de presupuestos “no trae nada para el cambio de tendencia” frente a la precariedad laboral. En esta línea, Ordóñez ha censurado la falta de ejecución en las partidas industriales y ha lamentado que “la solución para el Besaya pase por hormigonar un prao” como el de Las Excavadas.
Muy diferente ha sido la visión mostrada por los portavoces de los partidos que sustentan al Ejecutivo. Tras señalar que el Gobierno se enfrenta a tres mociones, “dos de ellas de grupos que ni siquiera se han sentado a negociar”, Víctor Casal ha afirmado que el presupuesto es “el mejor” para Cantabria porque “consolida el crecimiento y refuerza el estado de bienestar” y ha criticado la “intransigencia” de Podemos en la negociación.
Por su parte, el regionalista Pedro Hernando ha recordado que las cuentas cuentan con el visto bueno de la AIREF y de FEDEA y ha destacado el aumento de las partidas sociales, especialmente la destinada a la Renta Social Básica, que “ha pasado de 18 millones en 2015 a 31,5 en 2018”.
Además, ha cuestionado que el PP hable de “sablazo mortal” por la reforma fiscal de 25 millones cuando en 2012 el Gobierno de Ignacio Diego llevó un ajuste de 152 millones. “Eso sí fue un sablazo mortal”, ha espetado Hernando desde la tribuna.
El diputado del PRC también ha incidido en la falta de inversiones por parte del Gobierno central -“nada de nada de Fomento”- y el incumpliento de sus compromisos, como los 44 millones pendientes para Valdecilla. Por ello, ha animado a la líder del PP a ir “juntos” a Madrid “por Cantabria”.