Los usuarios de la red de Cercanías de Cantabria y Asturias, tanto de Renfe como de la antigua FEVE, podrán viajar gratis al menos hasta el año 2026. Esta es la fecha en la que está previsto que se entreguen finalmente los nuevos trenes cuyos errores de diseño han desatado una fuerte polémica y se han cobrado en las últimas horas las dimisiones del presidente de Renfe y de la secretaria de Estado de Transportes, tal y como ha confirmado este lunes la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez (PSOE).
La responsable de este departamento ha anunciado además que el Gobierno de España transferirá recursos a través de los Presupuestos Generales del Estado a los ejecutivos autonómicos de Asturias y Cantabria como “compensación” por los errores en el diseño de los trenes de la red de Cercanías, que irán destinados a la bonificación del servicio y mantener la gratuidad hasta que estén disponibles la totalidad de los trenes, que se irán incorporando progresivamente a la red ferroviaria en estos territorios con ese horizonte de 2026.
Así lo ha explicado la propia ministra en una rueda de prensa junto a los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla (PRC) y Adrián Barbón (PSOE), respectivamente, al término del encuentro que han mantenido este lunes, en la que Sánchez también ha explicado que su Ministerio ha encargado una auditoría interna para determinar los fallos en este proceso y para dar la solución necesaria a la llegada de los trenes que ha levantado una gran polvareda política a poco más de tres meses de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo.
Los acuerdos alcanzados en materia ferroviaria se han rubricado en un documento que recoge varias medidas más de compensación, como que al contrato para la construcción de 31 nuevas unidades de trenes de ancho métrico que Renfe tiene firmado con CAF se aplique una cláusula que permite ampliar el número de trenes en siete más, de manera que el total pase a ser de 38. De esta forma, 21 de ellos se destinarán a Cantabria y Asturias dispondrá de 17 nuevos trenes.
Además, el Ministerio se compromete a aportar a ambas comunidades un cronograma de todas las medidas recogidas en los planes de Cercanías que concrete para los próximos años las diferentes actuaciones contenidas en los mismos. Igualmente, se creará la figura de un Comisionado para la ejecución de los planes de Cercanías de Asturias y Cantabria, que actuará como enlace con los gobiernos autonómicos para la supervisión de los acuerdos firmados tras esta reunión.
Otro de los puntos que aparece recogido en el acuerdo hace referencia a la integración tarifaria de los núcleos de Cercanías en Asturias y Cantabria. De este modo, ambas redes pasarán a formar una única red de servicios, de manera que los viajeros puedan utilizar el mismo título de transporte para viajar indistintamente en las líneas de ancho convencional y ancho métrico.
Asimismo, el Ministerio comenzará un proceso de acondicionamiento de los trenes de Cercanías de Cantabria y Asturias, también a modo de compensación, que conllevará “mejoras de accesibilidad y de fiabilidad en estas máquinas”, según ha detallado la ministra. Para ello, el departamento que dirige Raquel Sánchez desarrollará un plan integral que permitirá la reordenación de los horarios, frecuencias y tiempos de viaje y abordará una completa reorganización de la malla horaria atendiendo a las nuevas necesidades de movilidad.
Sobre los plazos concretos, que era una de las principales reivindicaciones que estaban reclamando Barbón y Revilla al inicio de esta reunión, Sánchez ha asegurado que, según la planificación que maneja el Gobierno, se tendrá listo el diseño de los trenes con el método comparativo a finales de este mismo año o a principios de 2024. El objetivo temporal es, según aparece en el acuerdo firmado por las tres partes, que los primeros trenes puedan ponerse en servicio el primer semestre del 2026.
Satisfacción de los presidentes
En la rueda de prensa junto a la ministra, tanto Barbón como Revilla han manifestado su “satisfacción” por la batería de medidas de compensación que ha desplegado el Ministerio, asumiendo que el retraso en la entrega de los nuevos trenes se puede paliar en parte con la asunción de responsabilidades tras el cese de altos cargos al máximo nivel y con la aceptación de muchas de las propuestas que ambos gobiernos autonómicos habían reclamado, como la gratuidad de las Cercanías hasta que los trenes estuvieran en funcionamiento.
“Veníamos con una profunda indignación a esta reunión, porque una chapuza de este calibre no la había visto en los 40 años que llevo en política. Resulta increíble que haya ocurrido algo así y lo peor es que, durante dos años y pico, responsables de esta casa supiesen lo que estaba ocurriendo y no hayan dicho nada. Esto no es admisible en un Gobierno de la Unión Europea y de un país que es vanguardia en la obra pública y las infraestructuras”, ha lamentado Revilla, que ha asegurado también que “como el roto ya está hecho, lo que exigimos son soluciones”.
Por su parte, el presidente asturiano ha destacado la “reacción clara, contundente, unánime y conjunta de las dos comunidades”, que han conseguido, a su juicio, un “compromiso serio, que queda por escrito”. “Se han depurado responsabilidades y se han establecido plazos razonables. No es solución, pero sí una compensación”, ha señalado Barbón, que ha defendido también el papel jugado por la ministra en las últimas semanas para alcanzar un acuerdo con Cantabria y Asturias.
Además, la ministra ha dado por asumidas todas las responsabilidades por el error de los trenes de Cantabria y Asturias con las dimisiones del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. “Se produjo un error, que se detectó en febrero de 2021 y se ha tardado mucho tiempo en corregir, un tiempo inasumible. Yo tuve conocimiento poco antes de que lo conociese la opinión pública y me trasladé al día siguiente a Cantabria a dar la cara y pedir disculpas”, ha admitido Sánchez.