El nivel de inversión del Gobierno de España en Cantabria sigue perdiendo fuelle y se acerca a mínimos históricos. En los seis primeros meses del año, el gasto en la comunidad autónoma por parte del Ministerio de Fomento y sus correspondientes entidades públicas -como Puertos del Estado o Renfe- apenas suma 7,5 millones de euros, lo que supone un descenso del 26% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos publicados este miércoles por el ICANE (Instituto Cántabro de Estadística) y consultados por eldiario.es.
De continuar a este ritmo, Cantabria cerrará 2016 habiendo 'recibido' del departamento de la Administración central más inversor nada más que 15 millones, la segunda cifra más baja en la serie histórica registrada por el ICANE desde el año 2002.
No obstante, la caída de la inversión no puede atribuirse a la falta de gobierno en Madrid o, al menos no como la única ni la principal causa, puesto que las inversiones vienen en claro declive desde 2008 y esta cifra de 15 millones es similar a la anotada en años anteriores. La crisis y las restricciones de Bruselas han tenido, a buen seguro, más influencia en la merma de las inversiones procedentes de La Moncloa.
En los cuatro años de la pasada legislatura, con el PP gobernando en España y en Cantabria, Fomento gastó en la comunidad casi 73 millones de euros, una cantidad muy alejada de los cerca de 500 millones que este departamento desembolsó en otras épocas .
Ni siquiera el año electoral -2015- animó la chequera del Ministerio dirigido por Ana Pastor. Los 22 millones registrados ese año quedan a años luz comparados con las inversiones en otros ejercicios en los que también hubo citas en las urnas: en 2003, con Aznar optando a la reelección, 263 millones; y en 2007, con Zapatero en la misma situación que su predecesor, se batió récord con 359.
Las cifras que se han manejado en estos últimos años nada tienen que ver con los tiempos de bonanza. Dentro del último lustro, 2013 fue el año que más inversiones se movilizaron de Fomento a Cantabria con 30 millones-, mientras que un año antes -2012, poco después de ser elegido Rajoy presidente- la inversión fue pírrica: 1,8 millones.
“Un desierto de palas”
Esta falta de inversiones del Gobierno de España en Cantabria es casi una obsesión para el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, quien aprovecha cualquier ocasión para arremeter contra el Ejecutivo central y, sobre todo, para reclamarle la puesta en marcha de proyectos que sirvan para dinamizar la economía de la comunidad y generar empleo, además de mejorar las comunicaciones y servicios de los cántabros.
Cantabria es “un desierto de palas”, ha llegado a decir el presidente en alusión a esa prácticamente nula inversión por parte del Estado. Incluso, esa carencia copó buena parte de su intervención durante el Debate del Estado de la Región.
Revilla ya ha anunciado que tiene preparada una lista de obras para remitir y presentar al próximo presidente del Gobierno cuando este se forme. Por supuesto, el tren de altas prestaciones figura como número uno y deberá aparecer una partida en los presupuestos de 2017. Se trata de la única gran inversión del Estado que está en un horizonte, aunque no muy cercano. Los plazos que se manejan son licitar el proyecto en junio de 2017 y que los trabajos comiencen “en noviembre”, de modo que Santander quedará conectada en tres horas con Madrid en 2020.
Además de esta histórica reivindicación otros proyectos en cartera son: la mejora de la capacidad de la A-67 entre Santander y Torrelavega, con la ampliación del intercambiador entre la A-67 y A-8 a la altura de esta segunda ciudad e incluyendo una conexión CA-131 para mejorar el acceso a Suances, además del estudio de una conexión de la A-67 con el Puerto; la licitación del proyecto de tercer carril entre Solares y Vizcaya; un nuevo enlace de la A-67 a la altura de Quintanilla de las Torres para facilitar el acceso a Valderrible y el sur de Cantabria; la mejora de la carretera de San Glorio y la variante de Potes, Ramales y Lanestosa y Puente Viesgo-Alceda-Ontaneda, además de la mejora integral de la N-621 entre Cilloriego de Liébana y Potes.