Javier Ceruti (Ciudadanos): “Si PP y Vox gobiernan en Santander volveremos al urbanismo del hormigón y de enriquecer a cuatro amigos a costa de los vecinos”
Javier Ceruti (Madrid, 1967) da la sensación de estar a punto de quitarse un peso de encima. El candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Santander, que ejerce aún como portavoz del equipo de gobierno municipal presidido por Gema Igual (PP), se arriesga el próximo 28 de mayo a vivir en primera persona la desintegración de su partido, que llega a estos comicios con unas perspectivas funestas. Ya lo advirtió hace un par de años, cuando llegó a calificar de “suicidio político” el pacto que firmó con el Partido Popular en la ciudad, así que no le pillará de sorpresa si sus peores pronósticos se confirman en la noche electoral. Sin embargo, quiere dar una última batalla. No se resigna a una 'muerte' dulce tras una legislatura en la que sus enfrentamientos con sus socios han sido una constante.
“Si PP y Vox gobiernan en Santander volveremos al urbanismo del hormigón y del granito y de enriquecer a cuatro amigos a costa de los vecinos”, sentencia. Su trabajo en esta materia, donde ha focalizado todos sus esfuerzos para avanzar en un Modelo de Ciudad que puede ser papel mojado dentro de unos días, centra parte de la conversación, que se produce en la Plaza de las Estaciones de Santander, su otra gran obsesión: su campaña gira sobre esa losa sobre las vías que tilda de “lápida” para la ciudad. “Pueden poner un epitafio que diga: 'Aquí yace el Barrio de Castilla-Hermida, aquí yace Santander”. Esa vista les avergüenza y no me extraña“, opina. A su juicio, ”el gran riesgo es que volvamos al modelo de urbanismo basura del PP“. Y va todavía más allá: ”Hay que hacer un cambio radical que no va a hacer el PP. El ciudadano debe ser consciente de que para que el Ayuntamiento no se pudra hay que quitar a los que han demostrado que son incapaces, que han tenido 40 años para demostrarlo“.
En nuestra última entrevista me dijo que "el pacto con el PP en Santander era un suicidio político para Ciudadanos porque había que cumplir con nuestro compromiso de regenerar”. Esto fue hace dos años y acaba la legislatura como socio de gobierno del PP. ¿Qué ha pasado?
No ha habido en ningún momento apoyos suficientes para hacer otra cosa. Seguí las directrices del partido y había demasiado en juego como para hacer el gesto fácil de irse. Una de las cosas más importantes era el Modelo de Ciudad, que está terminado y que les ha sorprendido enormemente. No lo hubiéramos podido sacar adelante y es lo más potente del legado urbanístico. Tampoco hubiésemos podido avanzar en el plan de recuperación de infraestructuras deportivas, que habían estado abandonadas durante 40 años, ni continuar con el apoyo a la cultura... Hubiésemos perdido la oportunidad de adquirir la experiencia que tenemos ahora. Estos cuatro años han sido un aprendizaje continuo de cómo funciona el Ayuntamiento, que nos lleva a tener mucho más claro qué se puede hacer y qué no. Eso nos hace ser muy realistas a la hora de hacer nuestras propuestas electorales.
¿Y cómo han podido seguir trabajando todo este tiempo con una relación que parece rota por completo?
Con muchas dificultades. La licitación del Plan General está siendo bloqueada por el Partido Popular desde más de un mes, por ejemplo. Lo tiene la alcaldesa encima de la mesa para firmar y que vaya a la Junta de Gobierno Local la aprobación de los pliegos que incluyen el Modelo de Ciudad y la licitación del Plan General y lo tienen bloqueado, como bloquearon el primer paso importante que se han dado en 15 años para solucionar el problema del Cabildo. Lo bloquearon en el Pleno junto con el PRC. Y recuerdo que dijeron que era imprescindible que hubiera una mesa mixta de seguimiento, que podrían haber convocado el primer día de la legislatura, pero se celebró y la conclusión fue que había que hacer lo que habíamos llevado nosotros al Pleno: redelimitar y hacer un plan especial. Esta legislatura nos ha enseñado quién tiene palabra y quién no, y que desde donde se hacen las cosas es desde el gobierno y no desde la oposición, a la que, desgraciadamente, la legislación española deja en un lugar simbólico.
¿Pero teme que el 28M sea la confirmación del suicidio y el acta de defunción de Ciudadanos en Santander?
Yo espero que no. Eso depende de que la gente valore lo que hemos hecho y la seriedad con la que hemos actuado. Somos gente de palabra estando rodeados de gente que no la tiene. También tengo clara una cosa: haber estado en la oposición estos cuatro años sí que nos hubiera condenado a la desaparición en la actual situación de nuestro partido.
Pero no necesariamente tendría que haber estado en la oposición, podría haber estado en otro equipo de gobierno distinto.
Todo el mundo sabe cuál fue mi postura al principio... Y cuando se planteó la posibilidad avanzada la legislatura, el PRC dijo que no estaba dispuesto, así que sería utópico plantearlo. Yo lo dejé encima de la mesa y hubo las respuestas que hubo de mi partido y del PRC, que dijo que no.
¿Ha sido otra legislatura perdida para la ciudad?
No. Cuando llegamos nos encontramos unos pliegos de licitación del Plan General al estilo de los del año 2012, hechos a espaldas de los ciudadanos, sin querer contar con ellos, repitiendo el modelo fracasado del Plan General anulado por los tribunales por la soberbia del PP. Resultado: 3,1 millones de euros a la basura, más muchos millones de los convenios que decayeron, más de siete millones en el de Caja Cantabria, por ejemplo, y los daños que se causaron a muchos particulares. No estamos en la misma situación. El hecho de haber estado nosotros y haber dedicado el primer año, incluso con la COVID de por medio, a la participación ciudadana con ese documento de 700 páginas que algunas asociaciones de vecinos llaman ‘La Biblia’ de lo que los vecinos quieren para Santander, haber licitado la redacción desde la base de esa participación ciudadana, tener ya el Modelo de Ciudad y tener los pliegos con todas las tramitaciones necesarias salvo la firma de la alcaldesa, que la está bloqueando… No es estar en la misma situación. El día después de las elecciones, cuando seamos necesarios para gobernar, una de las exigencias indiscutibles será sacar a licitación inmediatamente el Plan General con el Modelo de Ciudad como parte fundamental. Hemos avanzado tanto que les hemos sorprendido, porque pensaban que no íbamos a llegar. Primero, porque es muy complicada la tramitación administrativa, y segundo, porque han puesto todos los palos que han podido en las ruedas. Estamos en una situación curiosísima: han aprobado en Junta de Gobierno Local gastos por importe de unos 600.000 euros entre la participación y la redacción del Modelo de Ciudad y ahora no quieren dar el paso siguiente.
Un pacto de PP y Vox a partir del 28 de mayo puede mandar a la basura ese Modelo de Ciudad y todos los avances en relación al Plan General. ¿Cree que eso es posible?
El gran riesgo para Santander es que volvamos al modelo de urbanismo basura del PP.
La alcaldesa ya lo ha dicho, incluso. Este no es su Modelo de Ciudad...
Es evidente que si PP y Vox gobiernan en Santander volveremos al urbanismo del hormigón y del granito y de enriquecer a cuatro amigos a costa de dar la espalda a los vecinos. Es obvio, no hay la menor duda. Vox no disimula. Su modelo es que sea todo urbanizable. Y el PP disimula un poquito, pero la realidad de su modelo de ciudad ha sido siempre la misma: construir todo, como en el Plan de 2012. Los parques y espacios verdes son un problema para su modelo urbanístico. Y los ciudadanos nos han dicho lo contrario. Cuando nosotros estamos hablando de la losa y de que no podemos permitirla lo hacemos porque hubo una mesa específica sobre la integración ferroviaria y la conclusión de todos, menos de César Díaz (PP), es que ahí es necesario un gran parque que desahogue a un barrio que está en la peor situación posible, que los vecinos quieren un gran corredor verde desde los Jardines de Pereda hasta La Remonta y que quieren desviar el tráfico de la zona de Castilla-Hermida, y eso se puede hacer en la zona de la integración ferroviaria. Están tan avergonzados los viejos partidos de lo que proponen con esa losa que cuando han venido a este barrio a explicar sus propuestas lo han hecho de espaldas a la losa, como si no existiera. Quieren soterrar Marqués de la Hermida y arreglar el Puerto, pero sin mirar para atrás, hacia esa lápida que pueden colocar con el epitafio: ‘Aquí yace el Barrio de Castilla-Hermida, aquí yace Santander’. Esa vista les avergüenza y no me extraña.
Sin embargo, parece que hay unanimidad entre los partidos de la oposición en que el Modelo de Ciudad que se ha diseñado desde su Concejalía tiene muchos puntos positivos si se llegase a desarrollar. ¿Eso acerca más sus posiciones de cara a futuros pactos si forma parte de la próxima Corporación municipal? ¿Hay mayor entendimiento en ese modelo con PSOE y PRC que con su actual socio de gobierno?
Yo he repetido hasta la saciedad que lo hemos impulsado nosotros, hemos luchado contra viento y marea, pero no es nuestro, es el modelo de los ciudadanos, y lo vamos a defender a muerte. Cualquiera que quiera pactar con nosotros va a tener que aceptar el Modelo de Ciudad y la licitación del Plan General. Evidentemente, facilitaría mucho hacerlo con quienes ya lo han valorado como algo bueno, que lo agradezco mucho porque es una manifestación objetiva que digan que abre unas posibilidades de futuro a la ciudad que jamás hemos tenido.
Precisamente nos ha citado en la Plaza de las Estaciones porque está haciendo de la reordenación ferroviaria el eje de su campaña. Pero con PP, PSOE y PRC de acuerdo en la solución que propone ADIF, ¿hay posibilidades de volver a atrás? ¿Se puede tumbar ese proyecto?
Por supuesto que se puede tumbar y estamos viendo ejemplos permanentes. En la primera reunión que tuvimos en esta legislatura, mi director general de Urbanismo, Antonio Bezanilla, y yo, llevamos a la mesa la propuesta de que se parara la actuación hasta que se decidiera, primero qué querían los vecinos, a través del proceso de participación ciudadana, después qué dictaba el Modelo de Ciudad, y con eso sacar un concurso de ideas. Se aceptó y dos años después hubo una traición y se pusieron de acuerdo todos ellos para sacar adelante el viejo proyecto. Pero es que mientras tanto, cuando nosotros nos quejamos de la losa de 14 metros, Adif, sin decirnos nada, llegó a la siguiente reunión con un proyecto con una modificación enorme, ya que parte de la losa pasaba a estar a 10 metros. Nadie ha dicho que eso haya afectado al estudio informativo. El número de vías que estaban previstas para corta y larga distancia han cambiado y eso no está en el estudio informativo. Pero si nosotros decimos que queremos un concurso de ideas para poder compatibilizarlo con lo que nos han pedido los vecinos… ¿hay que modificar todo y los plazos son inabarcables? Eso es mentira.
¿No existe el riesgo de que el proyecto acabe en un cajón y la zona se quede como está durante muchos años?
Hospitalet tenía un proyecto de 800 millones, y sin que haya ninguna polémica, han modificado el proyecto y pasa a ser uno de 1.000 millones pagado íntegramente por el Estado. Se puede modificar, es una cuestión de voluntad política. Lo que nosotros hemos pedido no es más dinero, aunque sí pongamos en evidencia que en Gijón, con muy poca población más que nosotros, el proyecto que se plantea es de 1.000 millones. Lo de Santander, en comparación, son las migajas y encima con un proyecto espantoso. Claro que tenemos derecho a pedir, pero en el concurso de ideas no hemos planteado más recursos económicos, no hemos dicho cuánto va a costar, sino que nos propongan soluciones, que igual son más baratas porque cualquier solución que no plantee la losa supone ahorrar varios millones de euros. El que en el concurso de ideas plantee alternativas ya sabe que cuenta con una bolsa de 120 millones de euros que no se van a tirar en poner hormigón, sino para hacer una nueva estación, para un tren que una con el centro si la estación se aleja o para urbanizar el entorno. Es imperdonable que no se impongan ellos mismos hacer el concurso de ideas.
Lo que hay que hacer en El Cabildo es dejar de pensar en el interés de algún promotor o dueño que ha comprado muchos terrenos y empezar a pensar en los ciudadanos
Mencionaba antes El Cabildo, donde es evidente que 15 años después la situación sigue empeorando. ¿Cuál es la fórmula que propone Ciudadanos para recuperar esa zona?
Yo recuerdo que El Cabildo se está cayendo desde hace muchos años y que el PP gobierna aquí desde hace muchos años. Personificando aún más, hace 16 años que entró César Díaz (PP) como concejal de Urbanismo. Multitud de reuniones de la mesa mixta y El Cabildo cada vez peor, millones de todas las administraciones y El Cabildo cada vez peor... Llegamos nosotros y, con visión técnica, Antonio Bezanilla estudia y consulta con expertos que nos dicen que lo primero que hay que hacer es redelimitar, quitar lo que no es El Cabildo, porque ahora se estaba planteando todo como una gran manzana que incluía un lateral de la calle Isabel II que no pinta nada, o una manzana con problemas de propiedades en otra esquina. Se encarga la redacción de la redelimitación, se paga, se lleva a Pleno y la tumba el PP. La primera vez que se lleva a cabo un paso efectivo después de todo este tiempo que llevan sin hacer nada y lo tumban con ese argumento falaz de que había que convocar una mesa mixta, que podían haberla convocado el primer día de la legislatura porque es la alcaldesa la que tiene que hacerlo, o el propio PRC desde el Gobierno de Cantabria. Y vamos a esa mesa mixta y la conclusión es que hay que hacer lo que estaba haciendo Ciudadanos, por lo que se han tirado dos años a la basura. Lo que hay que hacer en El Cabildo es dejar de pensar en el interés de algún promotor o dueño que ha comprado muchos terrenos y empezar a pensar en los ciudadanos. Hay que adoptar las medidas que el sentido común dicta: primero, determinar sobre qué área se actúa, que da vergüenza decir que después de todos estos años no habían delimitado el área sobre el que hay que actuar, y después, redactar un plan especial sobre esa zona.
En estas elecciones se presenta como un aspirante, como alguien que llega para cambiar las cosas, cuando es concejal del equipo de gobierno desde hace cuatro años con competencias muy importantes en el Ayuntamiento. ¿No se hace responsable del estado de la ciudad o de la parálisis de los proyectos a los que se comprometió con el PP?
No, si algo no he hecho es quitarme problemas de encima. Lo que hacen otros no puedo resolverlo yo. Algunos me han dicho que he hecho la verdadera oposición, y yo añado que algunos han hecho gobierno desde la oposición. La cuestión no es si soy oposición o gobierno. Nosotros tenemos clarísimo el objetivo: el interés general. Por defender eso yo salgo pareciendo el malo donde haga falta, no me importa la imagen que doy. Lo que me importa es defender El Cabildo, el Modelo de Ciudad, el barrio de Castilla-Hermida o La Remonta como la hemos negociado con el Ministerio de Defensa, sin viviendas. Ahora parece que todo el mundo había asumido que no iba a haber viviendas y es mentira. Nosotros pusimos como condición que no hubiera viviendas, sino instalaciones deportivas y culturales y un parque público. Y desde el PP, pidiendo que nos lo regalen porque como va a ser un parque hay que regalarlo... Es un argumento que define el nivel de capacidad de quienes dirigen el Ayuntamiento por parte del PP.
En esa polémica sobre la posible cesión gratuita o el pago correspondiente, su postura está clara.
Hay que pagar el valor que tiene. Como si el Ayuntamiento quiere comprar un suelo rústico a un vecino no se le ocurre decirle que se lo regale. Pagará el valor de suelo rústico, que es lo que estamos negociando nosotros. Cuando empezó la negociación, el Ministerio pedía 20 millones de euros por ello, porque según el convenio se convertía en urbanizable programado. Según nuestro modelo, por lo que hay que apostar, más que por la nueva edificación y por seguir consumiendo territorio, es por la rehabilitación de la vivienda que hay en el centro. Hay muchísima vivienda vacía y en mal estado dentro de la ciudad. De repente, surge la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez de hacer viviendas en suelos de Defensa y la ocurrencia del Gobierno de Cantabria y del PSOE es meter ahí más de 1.000 viviendas...
La propuesta definitiva que ha aprobado el Estado es más baja, son 257 viviendas.
Es la última, sí. Aquí cada semana tenemos una cifra. Nosotros hemos hablado siempre de cero viviendas en La Remonta. Hay espacio más que de sobra. Tenemos un montón de viviendas que van a cubrir las necesidades a muy largo plazo, no toquemos La Remonta, que es una grandísima oportunidad para una zona muy maltratada urbanísticamente de Santander, que no tiene espacios verdes y está entre polígonos industriales y casas hechas a la vieja usanza. Aprovechemos las ocasiones y salvemos lo que tenemos que salvar.
Ha mencionado antes que los concejales de Ciudadanos son personas de palabra rodeadas de gente que no la tiene. Ponga nombres.
Rodeados de algunos que no la tienen. Ha habido concejales del PP con palabra y no voy a regatear ninguna alabanza con ellos. En materia fiscal, por ejemplo, impusimos una serie de medidas y las han cumplido. También es verdad que fuimos más avispados que en otras cosas y pusimos plazos para el primer gran paso: la bajada del 6% del IBI tenía que ser el primer año. Se cumplió porque Víctor González Huergo es un hombre de palabra. No es cuestión de que todos carezcan de palabra. Yo firmé un documento con Gema Igual y con César Díaz, y son ellos los que han traicionado esa palabra, una y otra vez. Y no solo lo han hecho, sino que han salido a presumir de hacerlo. Encima dicen ahora que lo que firmaron es culpa nuestra. Oiga, lo firmaron ellos, no estaba nadie poniéndoles una pistola en la cabeza. Ellos estaban como locos por mantener la Alcaldía y firmaron lo que exigimos con la intención, como se ha visto, de no cumplirlo.
Sí, pero Gema Igual y César Díaz son la número uno y el número dos del PP en Santander.
Evidentemente.
¿Y eso los inhabilita para un futuro acuerdo?
Nuestro lema cada vez que nos preguntan sobre esto es que para los pactos vamos a exigir programa y palabra, es decir, fiabilidad. Creo que queda clarísimo: no vamos a firmar un pacto maravilloso que sepamos que no se va a cumplir.
Y si de Javier Ceruti dependiera, ¿quién preferiría que fuera el próximo alcalde entre Gema Igual, Felipe Piña y Daniel Fernández?
Vamos a ver lo que dicen los ciudadanos en las elecciones y a partir de ahí veremos quién es el candidato que tiene que ser alcalde, que a lo mejor es Javier Ceruti...
¿Las aspiraciones no son un poco más modestas?
Las aspiraciones son seguir defendiendo los intereses de los ciudadanos. Recuerdo que en las elecciones anteriores estábamos en una situación más favorable para Ciudadanos, parecía que íbamos a sacar mayor representación, y sacamos dos de 27 concejales. Y con dos de 27 concejales en el Pleno mucha gente se me acercaba y me decía por la calle que si era el alcalde. Y yo les decía que no, que yo simplemente quiero gestionar mis áreas. Y eso es lo que vamos a hacer tengamos lo que tengamos, uno, dos o 17, me da igual.
El PP se presenta a estas elecciones haciendo una enmienda a la totalidad a algunos de los aspectos que pactó esta legislatura con Ciudadanos, como la petición de instalar el segundo espigón de La Magdalena. ¿Lo considera una traición?
Sobre todo lo considero una traición a sus votantes. Son ellos los que firmaron la retirada de los espigones y ahora dicen que los ponen. Yo si fuera votante del PP me lo pensaría mucho. Estos señores un día dicen blanco, otro día dicen negro, y no se ponen ni colorados. Es cine en blanco y negro, no tienen la más mínima vergüenza de hacer lo contrario de lo que prometen y de lo que firman. Nosotros somos muy aburridos... Dijimos sí a la retirada de los espigones, como los 27 concejales del Ayuntamiento en el Pleno, porque todos los representantes municipales lo votaron; nosotros decimos que queremos La Remonta sin viviendas y decimos ‘losa no’ y vamos a seguir en esa posición porque somos enormemente aburridos y tenemos palabra.
¿Ha hecho el ejercicio de repasar el acuerdo de gobierno entre Partido Popular y Ciudadanos y calificar el grado de cumplimiento de las promesas firmadas?
No se trata de un examen que puedas dividirlo en partes. Insisto, hay cosas que se han cumplido porque ha habido gente responsable y con palabra, pero lo cierto es que los pactos no se firman para cumplir el 20% o el 25%, sino para cumplir el 100%. No se ha cumplido el pacto por parte de ellos, que han bloqueado el desarrollo de la ciudad, porque pensaban que nos iban a tener maniatados y que no íbamos a poder avanzar en el urbanismo, en la cultura y en el deporte.
La ciudad lleva dos años sin presupuestos. En este último ejercicio no ha habido siquiera el amago de negociar entre los socios. ¿No es un ejemplo palpable de que el equipo de gobierno no tiene proyecto propio?
Hace dos años nosotros tuvimos negociaciones con el PP y con el PRC, con los que llegamos a muchos acuerdos y cedimos a sus peticiones. En la mayoría de los casos, se trataba de aclaraciones, porque preguntaban por partidas que estaban recogidas en otro lugar. Pero negociamos con toda naturalidad, como negociamos los planes de choque. Hay que hablar muy bien de la oposición por cómo se portó con los planes de choque, gracias a que por primera vez en la historia del Ayuntamiento hubo puentes, que fuimos los concejales de Ciudadanos. Cuando llega la COVID y nos encierran, la alcaldesa pretende imponer un modo de gestión que era: ella en su despacho y el resto, por separado, ir a verla. Nosotros impusimos que hubiera una reunión semanal de los portavoces municipales para que todos vieran lo que estaba proponiendo cada partido y se negociara conjuntamente. Eso permitió que salieran adelante los planes de choque. 26 de los 27 concejales del Ayuntamiento de Santander, todos menos Vox, firmaron los planes de choque que sirvieron para capear el temporal de la COVID. Pero en los presupuestos, la alcaldesa dijo ‘no a todo’. Nos hizo perder el tiempo porque creía que tenía garantizado el apoyo de Vox, que se descolgó y no ha habido manera de negociar. La alcaldesa no ha querido. Nadie puede decir que es porque Ciudadanos haya bloqueado la negociación, porque no hemos hecho eso jamás.
Me queda preguntar por el contrato de basuras de la ciudad, que ha sido tan polémico. ¿Santander está más o menos sucia que hace cuatro años?
Está menos sucia de como estaría si no hubiéramos intervenido. El mayor contrato de la ciudad, desde el año 2013, desmadrado e incumpliendo lo que le daba la gana, con 10 millones de euros hasta 2019 de desviación y sin intervención entre lo que se le pagaba y lo que hacía, y cuando llegamos nos encontramos con unos expedientes sancionadores que habían abierto al día siguiente de las elecciones municipales, cuando vieron que no tenían mayoría absoluta. Como hicieron en 2015, aunque entonces los dejaron morir. Nosotros cogimos esos expedientes y los llevamos hasta el final. Como no reaccionaron y seguían sin cumplir, fuimos a la resolución del contrato. Lo impusimos nosotros. ¿Qué ocurre? Llevaban ocho años de abandono, con las máquinas sin mantenimiento, con mucho menos personal del que tiene que haber. Se busca una solución de emergencia, que es razonable, la ley lo contempla. Lo que no se puede pedir al que viene para un año, aunque se está alargando, es que invierta para volver a poner esto al nivel. Es un contrato puente hasta que haya una adjudicataria definitiva y venga a poner orden. Si no hubiéramos intervenido, estaríamos en una situación de verdadero problema sanitario, sin ninguna duda. La ciudad no está estupenda, claro que no. Hay que esperar a la adjudicación del nuevo contrato para exigir desde el primer día su cumplimiento.
El mayor problema del Ayuntamiento de Santander ahora mismo es que los servicios esenciales están sin capital humano, con unas carencias de personal extraordinarias
Pinta un escenario en sus respuestas en el que la gestión del PP durante todos estos años ha sido muy deficiente. Sin embargo, ¿cree que le pasará factura o el PP resiste? Atrévase con un pronóstico.
Creo que debe pasar factura porque el PP no muestra ningún propósito de enmienda. En esta legislatura nos ha costado mucho porque han bloqueado todo lo que han podido la Auditoria de Gestión, que es una radiografía de los procedimientos de gestión del Ayuntamiento para ver dónde está fallando, porque que está fallando lo sabe todo el mundo. Está en marcha y le queda un año a la empresa que lo está elaborando para tenerlo terminado. A partir de esa medida, que ellos desprecian, habrá que tomar decisiones. El PP hace como que no existe. El mayor problema del Ayuntamiento de Santander ahora mismo es que los servicios esenciales están sin capital humano, con unas carencias de personal extraordinarias. Hemos sabido que en vez de 1.300 empleados municipales, como decía la alcaldesa que teníamos, hay 1.300 plazas pero solo 900 y pico empleados municipales. No se cubren todas las plazas porque son incapaces de gestionar el personal. Hay que hacer un cambio radical en Santander que no va a hacer el PP. El ciudadano debe ser consciente de que para que el Ayuntamiento no se pudra hasta reventar hay que quitar a los que han demostrado que son incapaces, que han tenido 40 años para demostrarlo.
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