El colectivo de jóvenes menores de 30 años “es crucial para el futuro del mercado laboral de Cantabria, ya que su nivel formativo, capacidad de adaptación y empleabilidad versátil serán determinantes en un mercado de trabajo más cualificado, diversificado y estable”. De ello da cuenta el Observatorio de las Ocupaciones en Cantabria, un documento elaborado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) consultado por elDiario.es. No obstante, los datos que analiza referentes al cierre de 2022 no son muy halagüeños y arrojan luces y sombras importantes para los jóvenes.
Y es que aunque la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado, su participación en la contratación ha disminuido y la población de este grupo ha caído casi en un 8% desde 2013. Actualmente, poco más de uno de cada cuatro empadronados en Cantabria es menor de 30 años (25,95 %), de los cuales el 51,26 % son varones. La tendencia viene siendo a la baja desde hace años, y los menores de 16 años son los que más disminuyen año tras año, un 2,13% en 2022.
Sin embargo, respecto a la subida en la afiliación citada anteriormente, es, con diferencia, el mejor dato de este año para los jóvenes con un alza de 4,12 puntos con respecto a 2021, que, sin embargo, es menor que la subida del año anterior, que fue de casi nueve.
El punto más negro recae sobre la contratación, ya que la participación de los jóvenes en ella a lo largo de 2022 es inferior a la del año anterior en casi cinco puntos. Los jóvenes, por tanto, han perdido presencia en el mercado laboral. “La rotación (2,39 contratos por joven y año) disminuye en confluencia con la de otros colectivos y se sitúa por debajo con la rotación general del mercado laboral cántabro (2,54)”, detalla el documento.
Y es que los menores de 30 años solo representan el 11% del conjunto de personas afiliadas, con una leve subida en 2022. Además, desde 2013, este colectivo ha perdido 2.453 efectivos, pese a que este año ha mejorado superando lo perdido con la pandemia. Asimismo, menos de uno de cada diez jóvenes trabaja por cuenta propia o autónomo (9,21%), y más de dos tercios (68,10%) de los afiliados están en el último tramo de edad del colectivo (25-29).
“Estudios primarios o secundarios”
El grueso de los contratos en Cantabria los realiza jóvenes con estudios primarios o secundarios, distribuidos de manera similar entre los de 20 a 24 años y los 25 a 29 años, aunque con una mayor disminución en este último tramo. La tasa de estabilidad en los contratos de los jóvenes se multiplica más de cuatro veces como consecuencia de la reforma laboral, alcanzando el 28,11%, similar al resto de colectivos, excepto el de los extranjeros. Comparada con el conjunto de España, la tasa de estabilidad en los contratos de los jóvenes en Cantabria es significativamente inferior, ya que es de un 37,85%.
En cuanto a la ocupación de los jóvenes en Cantabria, la mayoría procede del sector servicios, que también es su puerta de entrada al mercado laboral. Las actividades/ocupaciones tanto en la afiliación, contratación y desempleo se concentran en el comercio minorista, hostelería, alojamiento, industria alimentaria, almacenamiento y sus actividades complementarias, educación, sanidad/dependencia, recreativas, administrativas, programación y consultoría, etc. Además, una quinta parte de los jóvenes accede al mercado a través de mediadores en la colocación, principalmente empresas de trabajo temporal.