El Ayuntamiento de Laredo quiere acometer la remodelación del Mercado de Abastos para recuperar “la forma y el carácter original” del inmueble, reordenar los espacios y ganar en actividad, mediante una obra supone una inversión prevista de casi 700.000 euros, procedente de los fondos europeos, y que requiere el desalojo del edificio, lo que ha suscitado polémica entre los comerciantes.
Éstos han denunciado que el Consistorio les obliga a salir del Mercado antes del 15 de enero sin “ningún derecho a recuperar sus puestos” cuando se reabra. Algo que consideran “un atropello” mientras que, sin embargo, el equipo de Gobierno (PSOE-PRC) ha advertido que tienen caducadas sus concesiones desde hace varios años.
La alcaldesa, Rosario Losa, el primer teniente de alcalde, Pedro Diego, y el concejal de Patrimonio, Antonio Bocanegra, han dado a conocer el proyecto este viernes señalando que permitirá poner en valor el edificio, con más de cien años de historia, y dotarlo de un mayor número de servicios y puestos.
De esta manera, el proyecto del arquitecto Eduardo Fernández Abascal prevé la reconstrucción del pórtico perimetral, la ampliación de los ventanales del segundo nivel para dotar al edificio de mayor luz en su interior y la sustitución de las carpinterías de los niveles superiores de las fachadas y la linterna para mejorar la ventilación.
Asimismo, se llevará a cabo la restauración general de fachadas y cubiertas. Tras la remodelación, el edificio tendrá tres áreas funcionales con cuatro puestos amplios, dos puestos menores y un bloque con los espacios complementarios: la oficina de atención al peregrino, unos servicios accesibles y un espacio libre en forma de 'T' que articula los accesos, las circulaciones y los espacios funcionales.
El plazo de ejecución de los trabajos será de seis meses y su presupuesto es de 695.721 euros, que serán financiados íntegramente por el Gobierno de Cantabria. Para acometer las obras de remodelación, el Ayuntamiento procederá a recuperar el espacio, ya que las dos fruterías, una pescadería y una floristería, que ocupan ocho de los dieciséis espacios del mercado, tienen caducadas sus concesiones desde hace varios años.
Concesiones caducadas
Estos comerciantes han convocado una concentración este domingo para pedir que se garantice su regreso cuando terminen las obras, pero desde el Ayuntamiento señalan que la normativa municipal indica que la duración de la autorización del uso de puestos será de un plazo máximo de 30 años.
Además, se prevén autorizaciones de prórrogas como máximo de cuatro años en casos excepcionales, y tras ese tiempo “deberá cesarse sin posibilidad de nueva autorización”.
Por ello, el equipo de Gobierno sostiene que las primeras concesiones datan de 1978 y 1979 y por tanto caducaron en 2008 y 2009, mientras que otras posteriores han caducado en los años 2015, 2017 y 2018. “El informe de la técnica municipal deja claro que, incluso aunque pudiera considerarse que dichas autorizaciones provisionales se hubieran prorrogado tácitamente ante la falta de requerimiento para el abandono del inmueble, a día de hoy estarían caducadas, motivo por el que procede recuperar el bien”, añade.
Asimismo, defiende que, como se pretenden realizar unas obras de remodelación, “es necesario poner a disposición del Gobierno de Cantabria” y, “consecuentemente, se ha de ordenar el desalojo”.
No obstante, el Ayuntamiento abrirá un periodo de audiencia para que los comerciantes puedan presentar nueva documentación, si la tuvieran, para “acreditar la posesión de cuantos títulos habiliten a la ocupación del inmueble”.
En el caso de que acreditasen la tenencia del título preciso para la explotación del puesto “se deberán garantizar sus derechos, pero deberán desalojar igualmente para poder llevar a cabo los trabajos”.