Francisco Fernández Mañanes (Palencia, 1967) ha pasado de estar retirado de la primera línea política a ocupar uno de los cargos más relevantes del Gobierno de Cantabria. En 2015, decidió voluntariamente dar un paso atrás tras haber sido diputado regional durante dos legislaturas y después de haber intentado sin éxito en dos ocasiones alcanzar el liderazgo del PSOE, partido en el que milita desde hace 35 años. Volvió entonces a su puesto como profesor de Secundaria en Camargo, y desde hace apenas una semana es el máximo responsable de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte a propuesta de la nueva dirección de los socialistas, que decidió cesar a Ramón Ruiz por su negativa a acatar las decisiones del partido.
Con fama de ser una persona dialogante y considerado uno de los mejores oradores que ha pasado por el Parlamento en los últimos años, deberá demostrar en estos casi dos años que restan para las próximas elecciones su valía como gestor. No tiene un reto fácil. Llega a una de las áreas más sensibles, a un departamento agitado por la inesperada marcha de su antecesor, con cambios importantes, como el nuevo calendario escolar, que aún deben asentarse y con retos, como el nuevo Museo de Prehistoria, aún por definir.
¿Cómo ha sido el aterrizaje en la Consejería y su regreso a la política activa?
El aterrizaje no ha sido habitual. No estamos al inicio de una legislatura y se ha producido en un contexto muy determinado. Estamos en el mes de septiembre, al inicio del curso escolar. Es decir, que no tenemos mucho tiempo para reflexionar. Desde el primer momento hemos decidido tomar el toro por los cuernos y apechugar con la situación, para eso estamos aquí. Es cierto que llevaba un tiempo apartado de la primera línea, aunque mantengo mi militancia en el Partido Socialista desde hace 35 años y la mantendré durante toda mi vida.
¿Cómo ha sido el traspaso de poderes? ¿Ha mantenido algún encuentro con su antecesor en el cargo?
Mantuve un encuentro con el exconsejero y con casi todos los miembros de su equipo disponibles. Tuvimos una reunión normal, afable, en el que nos pusieron al corriente de los grandes asuntos pendientes como se hace siempre en estos casos.
¿Cómo ha influido en el arranque de esta nueva etapa la renuncia en bloque de las personas nombradas por Ramón Ruiz en puestos de responsabilidad dentro de la Consejería?
Son asesores técnicos, profesores que en comisión de servicio se encargan de funciones importantes dentro de las unidades técnicas. Es verdad que un grupo numeroso de ellos, por distintas razones, decidieron poner fin a esa comisión. Esto es una situación, a mi juicio, no muy normal. Cuando ha habido cambios de Gobierno, incluso de signo político, todo el mundo ha estado en su puesto. No solamente en los cargos técnicos, que por descontado, sino también los cargos políticos. A mí se me hace difícil de entender lo que ha sucedido ahora, que no hay un cambio de signo político, sino que un consejero socialista sucede a otro consejero socialista anunciando que lógicamente va a haber una línea de continuidad en las políticas, de los planes, programas y proyectos que desarrollaban estos asesores técnicos.
¿Y ya han recuperado la normalidad después de esas dimisiones?
En primer lugar, este hecho planteó un problema para las personas de los centros educativos donde estos asesores técnicos impartían docencia y que estaban ocupando esas plazas. Estaban en comisión de servicios y había una plaza vacante que ahora desaparece. Evidentemente, ha habido que sustituirlos. Está todo prácticamente solucionado. De los 22 casos, hay 21 donde se ha encontrado una solución y uno en el que se está trabajando. En ese sentido, no se ha afectado a intereses de terceros. En estos días estamos volviendo a montar esas unidades técnicas y llamando a personas competentes, que tienen capacidad suficiente para dirigir estos departamentos y cumplir con su cometido. En algunos casos, llevará algo más de tiempo, pero es cuestión de días.
¿Cree que puede pasarle factura o penalizarle de algún modo la forma en la que se ha producido su llegada, un tanto convulsa, o da por cerrado ese capítulo?
Yo por mi parte lo doy por cerrado, rotundamente. Quiero hablar de Educación, Cultura, Deporte, Juventud, Cooperación al Desarrollo… De aquellos problemas que nos plantean los ciudadanos y quiero contribuir a las soluciones. Todo mi equipo está trabajando ya para mejorar la educación pública de gran calidad que tiene esta comunidad autónoma. Estamos en las mejores posiciones prácticamente en todas las ratios, pero eso no significa que esté todo hecho. Lo peor que puede hacer un docente o a un gestor educativo es echarse a dormir y pensar que todo es perfecto. PISA nos señala una virtud, y es que tenemos uno de los sistemas educativos más equitativos del mundo. Yo creo que eso no podemos perderlo nunca. No podemos seguir mejorando dejando detrás a niños y niñas. Esa es la obsesión que nos mueve y por la que vamos a trabajar.
¿Cuáles van a ser sus primeras medidas una vez al frente?
Bueno, hasta el momento he tomado medidas puramente de gestión. No ha habido prácticamente tiempo para más. Estamos en una fase de contacto con todas las personas y entidades que quieres un primer encuentro con nosotros. En cuanto a los proyectos, empezaremos a dar un impulso en las próximas semanas.
¿Y qué prioridades se marca para los primeros cien días?
No en los primeros cien, sino en los primeros diez, la prioridad es que estén todos los profesores en sus puestos. Esto está siendo así, como todos los años, aunque siempre puede haber algún problema puntual. Hay que facilitar que los centros sigan innovando en materia educativa, sigan practicando planes de refuerzo y apoyo para que los estudiantes con más dificultades puedan superarlas. Y a parte de la educación, tenemos otros frentes. En lo que respecta a la cultura, tenemos algunos proyectos por delante muy ambiciosos, como el Centro de Interpretación de Arte Rupestre en Puente Viesgo o la sede del nuevo Museo de Prehistoria. Son proyectos de gran envergadura, en un momento además en la que se suceden las noticias de nuevos descubrimientos en yacimientos arqueológicos de nuestra tierra. Somos un paraíso y ahí sí que somos infinitos, en ese patrimonio. Esto va a ser necesariamente una prioridad. Debemos apostar por ese Museo de Prehistoria, que puede convertirse en uno de los mejores del mundo en esta materia.
¿Se mantiene la ubicación junto al Palacio de Festivales?
Sí, todo va a seguir. Ahora estamos en fase de redacción del concurso de ideas que va a proceder a la adjudicación del proyecto y la puesta en marcha de la obra. Es un proceso largo.
¿Se da algún plazo?
Esperamos que en 2019 podamos estar adjudicándolo.
¿Y en qué punto se encuentra el proyecto del Centro de Interpretación de Puente Viesgo?
El Ayuntamiento ha cedido la finca y va a tener respaldo presupuestario. Hay que redactar el proyecto y creemos que el año que viene podremos darle un empujón importante.
Retomando uno de los aspectos educativos que más preocupa: está sobre la mesa una oferta de empleo público docente muy importante para 2018 y 2019. ¿Confirma esa promesa?
Sí, sí, sí. Estamos en un periodo de reflexión a nivel nacional. Saben que sería muy problemático que alguna comunidad autónoma actuara por su cuenta, porque el efecto llamada podría colapsar el sistema. Intentaremos llegar a un acuerdo en este sentido y parece que esta es la voluntad de todos. Queremos hacer una oferta generosa, lo más generosa posible. El objetivo no puede ser otro que atajar un problema acuciante, y es que tenemos una interinidad muy alta, insoportable. Hay muchos jóvenes que en estos últimos años han concluido su formación y tienen expectativa de dedicarse a la enseñanza, por lo que estas oposiciones son vitales y vamos a hacer ese esfuerzo. Queremos reducir en tres años hasta un 8 o un 10% esa tasa de interinidad que ahora mismo está muy, muy, muy elevada.
Una de las medidas más destacadas que se ha tomado ha sido la aprobación de un nuevo modelo de calendario escolar. Usted ha dicho que en algunos aspectos es mejorable. ¿Puede concretar?nuevo modelo de calendario escolar
El calendario está aprobado y en ese sentido no podemos cambiar las reglas de juego, pero es evidente que hay una cierta inquietud en el sector de las familias por los efectos que tiene en la conciliación de la vida laboral y familiar. Creo que nadie discute que la voluntad de la Consejería ha sido en todo momento procurar una organización del tiempo escolar que sea más racional y más ventajosa para los alumnos. Ahora bien, tenemos que evaluar si ese bienestar de nuestros niños y jóvenes se produce, si el rendimiento y la convivencia mejora, y naturalmente evaluar el impacto que está teniendo en las familias, porque no es un aspecto desdeñable. Por eso quiero abrir esa vía de comunicación fluida y permanente con las familias para ver en qué medida podemos mejorar o aquilatar mejor ese calendario.
¿Descarta volver a los tradicionales trimestres?
No descarto nada. Apuesto por una reflexión compartida en todos los sectores, y desde luego el Consejo Escolar ahí tendrá que seguir haciendo una tarea importante de puesta en común. Repito, lo que nos interesa a todos el confort de nuestro alumnado y que puedan aprovechar mejor los procesos de aprendizaje. También la mejor organización de los centros. No debemos perder de vista que el número de días lectivos no se altera, sea cual sea el reparto. Lo único que vamos a intentar dialogar para que eso sea a satisfacción de todos los sectores o que haya los menos perjuicios posibles. Creo que tenemos todo el curso por delante para hacer una reflexión serena y podemos evaluar también ya con dos cursos académicos si merece la pena seguir así o hay que hacer algunos ajustes o cambios.
Decía en su toma de posesión que el Pacto por la Educación iba a servir de “brújula” para su gestión. ¿Piensa llevarlo al Parlamento o darle un carácter más político?“brújula”
El Pacto Educativo representa a toda la comunidad educativa, pero es verdad que no es un órgano político. En este momento ya en el Senado está constituida una comisión donde ya han comparecido consejeros de Educación en pos de un pacto político que también será social. Parece lógico que aquí intentemos hacer un esfuerzo ya que tenemos una base importante, que es el acuerdo alcanzado en el seno del Consejo Escolar, con 120 medidas. Se aprobó por unanimidad y tiene un gran valor. Y es un enorme punto de arranque para ese pacto político.
Estamos inmersos en una celebración importante para Cantabria, como es el Año Jubilar Lebaniego y Cultura está dentro de esa Sociedad, que, sin embargo, ha sido capitalizada casi en su totalidad por Turismo. ¿Cree que esta Consejería debería de tener un papel más relevante?
Ya estamos inmersos en el Año Jubilar Lebaniego y no sé si es un buen momento para cambiar la estructura administrativa. Todo el mundo es consciente de que la financiación privada que se ha recibido ha sido infinitamente inferior que en la anterior ocasión. Lo que yo sí quiero hacer, más allá de analizar lo que ha sido y si ha habido una presencia suficiente de Cultura y si la comunicación fue mejor o peor entre ambos departamentos, es colaborar lealmente. Formamos parte de un Gobierno, y con los medios y los recursos que tenemos, que lamentablemente no son muchos, en lo que queda del Año Jubilar, que es más de la mitad, intentaremos relanzarlo al máximo. Estamos en el mismo barco y yo de esa responsabilidad no me voy a apartar. Lo que conviene a la región es que sea lo más exitoso posible.
¿Qué espera o qué va a solicitar ahora que comienza la negociación de los presupuestos del año próximo?
Yo no espero otra cosa que siga siendo la educación una línea prioritaria del Gobierno. Está en el pacto, junto a las políticas sociales, como un núcleo fundamental. Y no lo entendería de otra manera. Hasta ahora ha sido así. El presupuesto ha ido creciendo año tras año, y no tengo duda de que en este ejercicio será igual porque además las necesidades son crecientes. En ese sentido estoy muy tranquilo. No tengo duda de que Educación y la Consejería en su conjunto va a recibir un presupuesto suficiente.
¿Da por cerrada la crisis en su partido y que ha tenido este eco en el Gobierno?
No soy yo la persona autorizada para hablar de esto. Yo no formo parte de la dirección del partido. Lo que deseo en cualquier caso es que todo ese tipo de diferencias, cuanto antes se resuelvan mucho mejor. Pero yo soy el consejero de Educación, Cultura y Deporte y me parece algo tan serio que solo me voy a preocupar de esto.
¿Y de Universidades?
Bueno, de Universidades aún no sabemos.