El director de cine y novelista Manuel Gutiérrez Aragón (Torrelavega, 1942) ha asegurado este miércoles en Santander que “cuando uno termina una película o una novela, casi ya no te pertenece y empieza y a vivir una vida propia” a través de los ojos y las interpretaciones de quienes las ven y hablan de ellas.
Aragón ha inaugurado este miércoles el encuentro 'Artes, Letras y Ciencias: creadores santanderinos. Mito y realidad en la obra de Manuel Gutiérrez Aragón', que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
De esta forma, según informa la UIMP en nota de prensa, el cineasta se ha referido a los nuevos significados que adquieren las obras, y ha citado la obra 'El Quijote' de Miguel de Cervantes, sobre la que ha mencionado que “quién iba a decir que luego sería un ejemplo de la justicia sublime y la dignidad humana”. Un significado que, en su opinión, le dieron “quienes leyeron y hablaron de la obra”.
En la inauguración han estado presentes la alcaldesa de Santander, Gema Igual; el rector de la UIMP, César Nombela; la presidenta de la asociación Plaza Porticada, Elena García Botín; el director de El Corte Inglés en Santander, Pedro Duplá; y el director de la Filmoteca de Cantabria y director del encuentro, Enrique Bolado.
Según la nota de la UIMP, en una charla posterior en este mismo encuentro, el historiador, crítico de cine y director de la Revista Caimán, Carlos Heredero, se ha referido al espíritu cervantino en la obra de Gutiérrez Aragón, una vertiente que, a su juicio, ofrece “una de las claves más sugerente para intentar entender el anticostumbrismo” del autor y que sirve para entender “la ambivalencia por la que su cine se desliza entre el realismo y lo fantástico”.
Durante su discurso se ha centrado en dos de las obras del homenajeado, la serie de televisión 'El Quijote de Miguel de Cervantes' (1991) y la película 'El caballero Don Quijote' (2002). De la primera, Heredero ha señalado que entraña “juegos intertextuales en los que se pasa de la literatura al cine con bastante fidelidad a la literalidad del libro”, centrándose en “viajes de ida y vuelta entre la ficción y la metafición”.
De esta forma, y usando las palabras del propio Gutiérrez Aragón, el crítico ha indicado que el cineasta se veía “tentado por narrar con elementos inequívocamente realistas y fantasiosos” las aventuras caballerescas y “perseguir una magia manchega hecha a la luz del sol”. A juicio de Heredero, esta serie de televisión le sirve al cineasta para “reencontrarse consigo mismo y lo más profundo de la naturaleza de su cine”.
En cuanto a la película, añade la nota de la universidad, Heredero ha subrayado que se trata de una versión “más personal” que la serie, y en la que se puede encontrar a un personaje de Don Quijote “más maduro, complejo y romántico, más abierto a la teatralidad y a la fantasía”. Y ha añadido que el film “viaja entre ficciones que se miran entre sí”, en un “inteligente juego de espejos entre el Quijote de Cervantes y el de Gutiérrez Aragón”.
Finalmente, el director de la Revista Caimán ha definido 'El caballero Don Quijote' como una obra que, en su opinión, “salta con libertad y asombroso desparpajo, y maravillosa libertad creativa, del monólogo al cuento de hadas, del teatro a las aventuras caballerescas, del realismo a la magia, sin rupturas aparentes”.
Desde su punto de vista, concluye la nota de prensa de la UIMP, este es “el Quijote cinematográfico más original, de más poderoso aliento imaginario, de mayor jugo dialéctico, de mayor complejidad dramática que ha dado la historia del cine”, ha concluido.