ENTREVISTA

María Peláe, cantante: “Tenemos libertad pero todavía hay muchas rejas que quitar, algunas invisibles”

A María Peláe (Málaga, 1990) no hay quien le quite la gracia y el desparpajo, ni siquiera el recuerdo de sus duros inicios, cuando lo apostó todo a la música haciendo un crowdfunding para sacar su primer disco o vendiendo su coche para grabar el videoclip de La Niña. El público la ha descubierto hace unos años, pero María lleva más de una década sobre los escenarios. Hereda el arte de Lola Flores y Rocío Jurado, dos de sus mayores influencias, pero también la guasa y el humor del carnaval de Cádiz. Y es que cuando la escuchas, pregona tanto como canta, pues en cada frase lanza un mensaje que no deja indiferente a nadie, convirtiendo cada canción en un grito por la libertad. “Todavía hay muchas rejas que quitar, algunas invisibles”, reivindica la artista malagueña.

La flamenca -que no cantaora, como ha aclarado en multitud de ocasiones- actuará por primera vez en la capital cántabra el próximo jueves 14 de septiembre en el ciclo La Plaza Santander, cuyo cartel completan otros nombres como India Martínez, Andrés Suárez, Luz Casal, Miguel Poveda, Los Secretos o Pastora Soler. Peláe anunciará en las próximas semanas la fecha y el título de su nuevo disco, en el que incluye su primera colaboración con un hombre. “La primera vez en mi vida”, comenta entre risas en conversación con este periódico.

Tan solo unos meses después del lanzamiento de La Folcrónica publicó su extensión Tan de vinilo. Entiendo que esa premura para sacar su reedición se debe al éxito del disco, ¿no?

Sí, es una mezcla entre el buen recibimiento que le dio la gente y también como una promesa. Cuando lo saqué, mucha gente me lo pidió en vinilo y dije que si existía una extensión de este trabajo sería en vinilo y además con temas nuevos. Y eso es lo que hemos hecho: cumplir la promesa ante todo.

Para sacar su primer disco tuvo que hacer un crowdfunding y para el segundo vendió el coche. Cuando los medios escasean y las cosas se complican, ¿dónde se encuentran las fuerzas para seguir intentándolo?

En los porqués. Es como cuando llevas mucho tiempo en un trabajo y dices: “¿Pero por qué sigo en este trabajo?”. Y encuentras el porqué y ves qué es lo que te hace feliz. Los medios, dentro de lo que cabe es lo de menos. El crowdfunding creo que en su momento fue algo que a mí y a muchos compañeros como a mí nos dio una buena salida para poder mostrar nuestro trabajo que de otra manera no era posible. Cuando tuve que vender el coche fue para grabar el videoclip de La Niña, que dije: “Madre mía, esta canción tiene que tener por lo menos algo que le acompañe como merece”. Ya el coche tenía unos kilómetros y pensé: “Bueno, esto para el videoclip”. [Ríe].

Si hay algo que caracteriza sus canciones son el mensaje y el tono con el que lo transmite, con mucha guasa e ironía. ¿Considera que se llega más al público a través del humor que de la crítica directa o la confrontación?

Yo he mamao mucho del carnaval de Cádiz y de la canción de autor al mismo tiempo, entonces la ironía es la orden del día dentro de ese tipo de letras y, quieras que no, me ha salido natural. Entre otras cosas porque yo en mi vida diaria soy así, no lo he forzado, no creo que sea una cosa que se fuerce. Es cierto que algunos mensajes, dándolos de una manera más amable, como un buen chiste que te lo cuentan y tú te ríes pero te vas a tu casa dándole vueltas diciendo “lo que me ha soltao”, pues yo creo que hay veces que el humor y la ironía vienen bien, igual que en otras como en la canción Que vengan a por mí, no hay opción a humor e intento ser mucho más directa. Siempre cuidando mucho no dañar y que nada se tergiverse, pero siendo más directa. Yo creo que el ten con ten siempre funciona.

Tiene que ser complicado sacar la parte positiva o graciosa de algunos temas que, a veces, son muy serios. ¿Cómo lo consigue?

Cuando hablo del tema de La Niña o Mi tío Juan y meto algunas cosas más sarcásticas, realmente es para hacer caer a la gente en cuántas cosas tenemos normalizadas en el día a día, incluso bromeando sobre ellas, pero que hacen mucho daño al mismo tiempo y que ocultamos realidades que existen, como en el caso de La Niña cuando las señoras de alrededor dicen “oyoyoy”, como diciendo “madre mía lo que está pasando”. Esa misma ironía te la ponen en la cara y tú dices: “Qué tontería que sigamos teniendo tabúes en esta sociedad cuando deberíamos estar mucho más palante de lo que estamos. Creo que con mucho mimo esas cosas se pueden hacer. Por ejemplo, en la canción Que vengan a por mí no cabe ironía alguna, ahí no hay broma.

El arte y la cultura en general es el medio más bonito y más bello en el que el ser humano puede ser como quiera

¿Por qué el mensaje en el que más incide en sus letras es la libertad?

Por el simple hecho de hacer otra vez el arte. Yo creo que el arte y la cultura en general es el medio más bonito y más bello en el que el ser humano puede ser como quiera, como él desee y como le salga por la boca. Hay un momento en el que cuando tú estás cantando, no hay opción a rebatirnos y a lanzar odio. Estás escuchando una canción. Yo, por ejemplo, a la hora de cantar, me siento libre y quien quiera arrimar su oreja y le venga bien lo que estoy diciendo pues mira, bendito sea. Para mí, no sé si porque vengo de la canción de autor más pura, mi summum siempre ha sido aprovechar la música para lanzar libertad.

¿Qué es para usted la libertad?

Sin pisar el ojo del de al lado, mi madre siempre dice algo muy bonito que es que lo que pienses, digas y sientas vaya en concordancia. Yo creo que si cumples esas tres cosas, tú misma estás en libertad, por lo que no vas a tener ansiedad y vas a vivir una vida lo más real para contigo misma posible, sin límites ajenos que no vienen contigo.

¿Cree que hoy en día todos gozamos de esa libertad?

Yo creo que en el fondo sí, pero hay muchas rejas todavía que quitar y algunas invisibles. Yo sin pretender predicar nada, porque no creo que tenga la verdad absoluta, de hecho nadie la tiene, digo lo que es para mí la libertad que por lo menos es cantar lo que creo que es la libertad.

Su próximo trabajo, del que ya hemos podido escuchar alguna canción, ¿también va a hablar sobre este tipo de cuestiones?

Va a tener un mejunje muy divertido, porque ya en La Folcrónica hemos tocado yo que sé cuántos palos. Los adelantos han sido Deshielo, El Grillo y La Putukita y eso es solo el adelanto, así que imagínate lo que está por venir. [Ríe].

¿Qué más nos puede contar?

Las únicas personas que lo han escuchado por ahora son mis padres, y mi padre se puso a llorar como una magdalena con una de las canciones que cuenta la historia de mis abuelos. Me dijo: “Cuando me ponga a planchar yo no voy a saber qué encontrarme en este disco porque lo mismo me vengo arriba que tengo que llorar con esta canción”.

¿Suele enseñarle sus trabajos a sus padres antes de publicarlos?

Sí, sí, sí, claro, son mis mayores críticos.

No sé si puede adelantar alguna de las colaboraciones que va a incluir en el nuevo disco...

Este disco va a tener dos colaboraciones y una de ellas ya se conoce, con Melody en La Putukita. En la otra canción hago un guiño al tango y al mundo argentino porque también me estoy metiendo en cositas que nunca había explorado, pero con mucho respeto y elegancia, así que espero que guste.

¿Será también con una mujer?

En este caso es un hombre que admiro muchísimo y tenía muchas ganas de hacer esta canción con él. Es la primera vez que hago una colaboración con un hombre en mi vida. [Ríe].

¿Y qué tal la experiencia?

Pues mira, como es algo a lo que no estoy acostumbrada... [ríe]. La verdad es que es una persona a la que conocí justo este año y me prendó su voz. Me pareció una barbaridad la sensibilidad que tiene esa voz y, aparte, las conversaciones que se pueden tener con él son maravillosas. Y esa sensibilidad tenía que estar en este tema. Así que la experiencia, en este caso, es maravillosa.