El artista británico Martin Creed (Wakefield, 1968) y su colorido “show” invadirán el Centro Botín de Santander del 6 de abril al 9 de junio con la muestra 'Amigos' un híbrido entre exposición y performance, con el que reinventa la relación con el espacio y el tiempo, y que estará presente tanto en los espacios exteriores del centro como en la sala de la segunda planta.
La exposición está formada por más de una docena de pinturas murales de gran formato que contrastan con la desnudez del resto del espacio, amenizadas por música en vivo coreografiada, sonido grabado, iluminación en el exterior y trajes diseñados por el propio artista.
Tanto las pinturas como los trajes se caracterizan por el uso de diferentes colores, con los que Creed pretende expresar lo que siente en su interior. Y es que el artista ha reconocido que no encuentra las palabras para expresar sus sentimientos y por ello las sustituye por colores, y como tampoco ninguno “encaja” con ellos, los utiliza todos. “Como a veces no sé lo que siento, utilizo muchos colores”, ha dicho.
Lo mismo sucede con los materiales del vestuario de los músicos, aunque en este caso Creed siempre parte de una única pieza de tela, que según ha revelado, suele ser 'vintage' y la suele comprar por el nportal 'ebay', y que en esta ocasión ha combinado con un sombrero “igual que una bolsa de la compra” pero de seda.
Además, el personal de sala y de taquillas del Centro Botín acompaña la exposición con sus uniformes, pintados por el artista con 164 botes de pintura de 82 tonalidades diferentes.
ALTERACIÓN DEL ESPACIO Y EL TIEMPO
El show está basado en el 'ready made', que fomenta una nueva mirada de los visitantes sobre aspectos cotidianos del entorno, y es un 'site specific' --una obra realizada especialmente para un determinado lugar--, lo que le permite tener un componente performativo que “cambia completamente la relación que tenemos con el espacio y el tiempo”.
Así lo ha explicado el comisario de la muestra y director artístico del Centro Botín, Benjamin Weil, durante la presentación de 'Amigos', que ha tenido lugar este viernes y ha contado con la presencia de la directora ejecutiva del centro, Fátima Sánchez, y del propio artista, vestido de manera acorde con los músicos y con tres gafas de sol y cuatro sombreros superpuestos.
En la sala de la exposición, un cuarteto de músicos se moverá por el espacio con una coreografía que puede parecer errática mientras interpreta una partitura, lo que alterará el ritmo de la visita y obligará al público a mantener sus sentidos alerta para ser consciente de lo que ocurre a su alrededor.
Por otro lado, Weil ha destacado también que el arte contemporáneo es “más cercano” al público y más fácil de entender, y en este caso los viandantes se acercarán a la obra sin entrar al edificio, ya que se encontrarán en el exterior con una intervención artística lumínica en los árboles del Paseo de Pereda, en los que se encuentra la palabra “amigos”.
Así, Creed invita a los visitantes a reconsiderar su entorno, poniendo el foco en elementos arquitectónicos que normalmente pasan desapercibidos y en esta ocasión también en el edificio del Centro Botín, que para él es “una obra de arte” y quería hacer algo que “encajase” con él, ya que siempre elabora sus proyectos teniendo en cuenta el contexto que ocuparán. “En otros espacios suelo quitar paredes y abrir ventanas, pero aquí ya estaba hecho”.
REFUGIADOS Y BREXIT
Tras la presentación de la muestra, el artista ha sido entrevistado por la prensa, que le ha preguntado por asuntos como el motivo por el que uno de los murales repite en mayúsculas la palabra “refugiados”, a lo que ha respondido que se debe a que es un problema que le preocupa y que todos somos un poco refugiados porque “buscamos un hogar”.
También ha sido preguntado por el Brexit, que para él puede suponer una etapa en la que haya “mucha actividad artística”, ya que en épocas de crisis “la gente suela sacar lo mejor de sí misma”. Además, ha dicho que los artistas suelen posicionarse contra el Gobierno, porque “hay pocas opciones que te permitan probar cosas, bromear, ser serio o hacer lo que tú quieras como te permite el arte”.
En cuanto a su trabajo, ha manifestado que no crea obras con ningún objetivo ni con la intención de provocar ninguna sensación en el público, pero que le hace muy feliz que hacer reír o emocionar.
Además, ha reconocido que no le gusta que critiquen su obra, pero que en ocasiones tienen razón. “Cuando a veces hay gente que me dice que mi trabajo es una mierda pienso que puede ser que lo sea”.