Los nefrólogos de Valdecilla reconocen pagos de Fresenius aunque defienden que son “perfectamente legales”
Los nefrólogos del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla que están presuntamente implicados en una trama mundial de sobornos han defendido su inocencia y aunque reconocen que han recibido pagos y otras prebendas de la multinacional Fresenius, como la asistencia a Congresos y cursos de formación, sostienen que son “perfectamente legales”.
A través de un comunicado remitido a los medios de comunicación han salido al paso de la investigación revelada por la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU de la que se hizo eco El País, según la cual la empresa líder a nivel mundial en el tratamiento de diálisis habría sobornado a profesionales de 17 países para aumentar su volumen de negocio.
Dicha investigación ha puesto al descubierto, entre otras cuestiones, que la multinacional compró la clínica de seis facultativos del hospital cántabro a cambio de derivar pacientes de la sanidad pública al centro privado, facilitar información confidencial sobre concursos públicos para poder influir en ellos y emplear “los productos más caros” en los tratamientos.
Según esta misma fuente, la operación habría reportado más de 3 millones de dólares (2,7 millones de euros) a los doctores, que además se habrían asegurado recibir el 5% de la facturación y el arrendamiento de locales de su propiedad en el centro de negocios Gran Zoco Santander.
Tres de los seis nefrólogos -los ex jefes del servicio Ángel Luis Martín de Francisco y Manuel Arias Rodríguez y el que fuera coordinador de trasplantes Julio González Cotorruelo- han remitido un comunicado en el que reconocen haber realizado “contratos de consultoría con Fresenius y otras compañías” a lo largo de su vida profesional, pero subrayan que estos honorarios “en España son legales”. Y añaden que “en muchas ocasiones han revertido en la financiación de becarios y ayudas de investigación en Valdecilla”.
También afirman que “nunca” han decidido sobre la adjudicación de concursos públicos sobre material de diálisis, sino que se han limitado “a responder a necesidades técnicas”. “La decisión la toma la mesa de contratación que desde hace 40 años lo reparte entre diversas empresas y últimamente entre Baxter, Fresenius y Medtronic”, manifiestan.
En cuanto a la venta de la clínica, Diálisis Santander, también reconocen que tuvo “repercusiones económicas” para ellos y explican que la constitución de la misma se debió a que en los años 80 el Insalud se negó a crear “con recursos propios” un centro de diálisis que diera respuesta a la “saturación asistencial del servicio”.
Según relatan, dos años después de crearla -en 1983- la transfirieron a otros propietarios debido a la “incompatibilidad para la creación de un concierto con la Seguridad Social” y las “insalvables dificultades financieras”.
“En estos años, el actual Servicio Cántabro de Salud ha realizado conciertos de diálisis, inicialmente con Dialsan, y desde hace 15 años con Fresenius. Obviamente nunca hubiera podido realizar un concierto, por incompatibilidad, si los propietarios hubiéramos sido los nefrólogos del Servicio Cántabro de Salud”, señalan.
Sin embargo, Martín de Francisco, Arias Rodríguez y González Cotorruelo no explican su participación en una tercera sociedad, Naslaid, de la que eran administradores junto a otros tres nefrólogos, y la cual también fue vendida a Fresenius en el año 2004, exactamente en la misma fecha en la que la compañía internacional se hizo con el control de Diálisis Santander a través de una operación mercantil en cascada.
Finalmente, destacan que se sienten “orgullosos” de lo que han conseguido “con esta organización”, colocando a Cantabria como “la primera del mundo, igualada por Noruega, en prevalencia de pacientes viviendo con trasplante renal”. “Este resultado está obviamente motivado por la organización que iniciamos hace 40 años gracias a la visión de futuro del doctor César Llamazares. Pero por encima de ello, por la excelente organización de la Nefrología y del hospital de Valdecilla, por el trabajo de auxiliares, enfermeras y médicos, y por la generosidad de los cántabros en la donación de órganos”, dicen.
Por todo ello, consideran, “en concordancia con la Sociedad Española de Nefrología, que no se puede cuestionar el modo en el que los profesionales de la salud se relacionan con la industria farmacéutica y de tecnología sanitaria, sembrando dudas sobre unas relaciones perfectamente legales además de estrictamente necesarias, mientras la formación continuada de los profesionales de la salud y el impulso a la investigación no puedan ser asumidas por el sistema público de salud”.
Mientras tanto, Ciudadanos es el único partido que se ha manifestado sobre esta cuestión que ha provocado un gran revuelo en Cantabria. Su coordinador autonómico, Félix Álvarez, ha pedido ha exigido a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria que abra una “investigación inmediata” y, “en caso de encontrar posibles delitos e infracciones, traslade los hechos a la Fiscalía para depurar responsabilidades.