Entrevista Adrià Salas, vocalista de La Pegatina

“Hasta que no haya otro caso como el de Hasél no se va a volver a hablar de la libertad de expresión en España”

¿Quién no ha cantado 'Maricarmen' en alguna fiesta? La verbena de La Pegatina ya se ha convertido en un sello identitario de la banda, pero este grupo es mucho más, y con su último disco, 'Darle la vuelta', regresan a esos ritmos de los inicios sin olvidar las canciones más reivindicativas y a la vez optimistas. “No es que quisiéramos volver a lo de antes, es que sale solo”, asegura su cantante, Adrià Salas. Y esa rumba vuelve también a los escenarios este domingo 22 de agosto en el festival Torrelavega en Vivo, en los jardines de la Feria de Muestras de la ciudad.

¿Qué tal llevan la vuelta a los escenarios?

El calor de la gente sigue estando ahí. Lo vivimos con mucha ilusión porque el reencontrarse con el público después de tanto tiempo siempre alegra. Cuando vuelves a subir al escenario y ves la cara de la gente, te vienen a hablar y todo lo que te cuentan, las ganas que tenían de volver... es una sensación de reencuentro que te transmite una felicidad enorme a pesar de todo.

¿Cómo han conseguido que la gente mantenga el espíritu fiestero en esta nueva forma de hacer conciertos?

Nosotros no somos los que lo conseguimos, directamente es la gente que disfruta mucho y, de hecho, muchos dicen que cuando se podía estar de pie no eran conscientes de todo lo que hacíamos en el escenario porque muchas veces estás tomando algo o comentando con amigos y no te fijas como ahora, por lo que ven los conciertos de una forma totalmente diferente. Por otro lado, sí que obviamente están las restricciones, pero la música sigue siendo la misma, te hierve por dentro el sentimiento de bailar, de gritar, el cuerpo se mueve solo, pero aunque lo tengamos que reprimir así, cuando volvamos será con más ganas aún.

Estuvieron en la última edición del Viña Rock antes de la pandemia, y el festival ha anunciado fechas para abril de 2022, aunque aún no ha confirmado su cartel. ¿Creen que se podrá volver a grandes festivales como este tan pronto?

Yo creo que sí. De hecho, hay otros festivales además del Viña aplazados, pero muchos otros que siguen en pie. No creo que el Viña haya aplazado por motivos COVID, sino por algún otro motivo porque otros festivales tienen su edición para este mes de octubre. Somos optimistas porque se dijo que a finales de agosto estaría el 80% de la población vacunada y lo estamos consiguiendo, por lo que, si no viene ninguna variante que nos vuelva a fastidiar, podremos volver de forma segura a los conciertos grandes. Poco a poco tenemos que volver a eso porque la cultura necesita ya festivales, es necesario porque si no nos sale muy caro tocar, tanto al público como a los artistas y promotoras. Se está generando una crisis en el sector muy grande. Llegará un punto en el que se va a empobrecer todo de una manera que afecta no solo a los grupos, sino a todo el sector en general. Al final hay menos capacidad de ofrecer propuestas nuevas, menos grupos que empiezan, y se queda lo que ya estaba.

Sacaron el disco ‘Darle la vuelta’ en 2020, durante la pandemia, ¿Consiguieron durante el confinamiento inspirarse para escribir?

El disco estaba escrito previamente a la pandemia, lo que hicimos durante el confinamiento fue grabarlo entre todos y producirlo vía Zoom. Escribir durante el confinamiento es complicado, porque cuando estás en una burbuja fuera de la habitual todo se impregna de esa negatividad y no me parecía una buena idea escribir temas. Aun así, sí que sacamos una canción para animar a la gente a quedarse en casa, fue súper rápida y en cuestión de cuatro días se hicieron las colaboraciones, se grabó y se hizo el vídeo, porque éramos conscientes de que como artistas teníamos que echar un cable en toda la situación. Es más, desde el Gobierno central nos pidieron a los artistas que diéramos ayuda en este sentido, pero luego el propio Gobierno debería dar ese apoyo de vuelta, porque han dejado la cultura de lado en estos tiempos, sobre todo desde el estatal, porque en nuestro caso hemos tenido suerte de recibir ayudas del Gobierno catalán, pero en otras comunidades no ha ocurrido lo mismo. El Gobierno estatal debería esforzarse más en que todos los grupos tengan las ayudas pertinentes para poder sobrevivir.

La producción desde casa y la coordinación entre todos los miembros del grupo, siendo ocho, tuvo que ser difícil...

Tuvimos la suerte de que lo gestionó todo Tato de la Torre, que es nuestro productor del disco y era el que nos obligaba cada lunes a reunirnos por Zoom, a mandar nuestras ideas, letras, lo que grabáramos cada uno en casa, y luego él hacía una elección de lo que funcionaba y lo que no. Cuando ya se pudo fuimos al estudio a grabarlo aunque fue bastante extraño porque entrábamos a grabar uno a uno sin cruzarnos.

El Gobierno debería esforzarse en que todos lo grupos tengan las ayudas pertinentes para poder sobrevivir

En el disco hay mucha rumba que recuerda a las canciones que hacían al principio. ¿Vuelven a los inicios?

La cosa es que nosotros componemos siempre a ritmo de rumba o ska, lo que sucedió es que en el disco anterior, que se realizó con un productor argentino, quisimos probar otras cosas. Nosotros le pasábamos temas con fondo de rumba y se acababan convirtiendo en algo diferente, y eso es algo que con Tato no nos pasa. Con él, que vive en el pueblo pegado al nuestro y tenemos una sintonía muy buena, todo el bagaje que compartimos y las cosas culturales que un argentino no comparte con nosotros o lo vive más desde fuera se notan. No es que quisiéramos volver a lo de antes, pero es que sale solo. Nuestra materia prima es esa, el raro es el disco anterior, este último es continuista con los demás.

Pero también sacaron un disco recopilatorio en 2019 con canciones tan míticas como ‘Maricarmen’ o ‘Lloverá y yo veré’. ¿Se imaginaban cuando la escribieron que se iban a convertir en el fenómeno en el que luego se han convertido?

A mi me sorprenden casi más otras canciones, con esas sí que buscábamos más o menos eso, pero otras como 'Y volar' tienen tres años y de repente le han subido las visitas en Spotify y supera a todas las demás que tenemos. Es sorprendente porque las otras tienen más años.

Tienen canciones reivindicativas como ‘No a la guerra’. Desde su punto de vista, ¿existen límites para la canción protesta o la libertad de expresión en España?

Al final la autocensura está en uno mismo, y eres tú el que elige hasta dónde quieres ejercer tu libertad de expresión, y mucha gente decide no hacerlo simplemente porque no le sale. Yo tengo la sensación de que a veces, a no ser que tengas algo que decir concreta y claramente, hacer canciones reivindicativas siempre diciendo lo mismo no tiene mucho sentido porque al final la letra importa, y por mucho que digas lo mismo es la misma canción. Eso sí, claro que hay gente que está muy informada y con un interés en ello que saben hacerlo genial, pero nosotros tenemos un lenguaje más común de la calle. Creo que nunca nos hemos autocensurado, pero ahora que lo pienso más detenidamente puede ser que lo haya hecho sin pensarlo. La verdad es que ahora estamos grabando un disco que va a salir pronto y del que ya hemos sacado el primer single, y escuchándolo el otro día me puse a pensar y vi que sí que son muy reivindicativas todas. Es que es algo que depende del momento, y si te sale de dentro van a ser así, y no me preocupa que puedan decir si me he pasado o no con algunos temas.

Apoyaron en su momento a raperos como Valtonyc o Pablo Hasél, que continúa en prisión. ¿Son malos tiempos para la disidencia?

Yo creo que el debate sobre la libertad de expresión se ha olvidado porque la agenda temática de los medios manda y de repente un día estás hablando de una cosa y al siguiente de otra, pero te olvidas de la primera y no hay un seguimiento, siempre prima la novedad. A no ser que salieran de la cárcel, los medios no te van a decir que sigue Hasél en prisión y de lo que pase con Valtonyc te enteras por su Twitter, tienes que buscar si quieres informarte de ello. De primeras mucha gente sale apoyando, pero dura unos días y se olvida, es que hasta que no haya otro caso no se va a volver a hablar de esto, pero esperamos que no haya que lamentar otro caso así.

¿Y la hoja de ruta de La Pegatina para lo que queda de año?

En realidad vamos un poco a verlas venir... Teníamos gira en Países Bajos y el Gobierno holandés nos la ha cancelado por motivos COVID, así que la idea es terminar de grabar los temas nuevos para sacar el disco en septiembre y poder hacer conciertos como el de Torrelavega por toda España.